José Elías habla sobre su patrimonio en el banco: «imaginan que tengo un tesoro lleno de monedas de oro»

Elías rompe tópicos sobre los millonarios y aclara que su patrimonio no es una montaña de dinero, sino el valor fluctuante de sus participaciones empresariales

El empresario catalán José Elías

El empresario catalán José Elías. Foto: LinkedIn José Elías

El empresario e inversor José Elías, una de las figuras más reconocidas del ecosistema empresarial español, ha querido romper con los estereotipos que giran en torno a su fortuna. A través de una publicación en su perfil de LinkedIn, el fundador de Audax Renovables y presidente de Excelsior Times ha desmentido de forma tajante que tenga cientos de millones en una cuenta bancaria y ha ofrecido su visión realista –y alejada del glamour financiero– de lo que supone ser millonario en el mundo empresarial actual.

“La gente se cree que tengo 900 millones en el banco. Y no es verdad”, comienza diciendo en un mensaje directo y sin filtros. Su tono, a medio camino entre lo irónico y lo reivindicativo, busca poner los pies en la tierra a quienes imaginan que su vida se asemeja a la de un personaje de película que nada en riquezas tangibles. “Se imaginan que tengo un tesoro lleno de monedas de oro y que me paso el día contándolas”, ironiza Elías.

El empresario explica que su patrimonio no consiste en dinero líquido almacenado en una cuenta bancaria, sino en participaciones dentro de sus propias empresas, lo que conlleva una enorme volatilidad en el valor de su riqueza personal. “Un día son 900, otro 800, otro 700”, apunta, en referencia al valor bursátil de sus compañías, que fluctúa en función de los mercados.

Lejos de obsesionarse con la cotización diaria de sus acciones, Elías afirma que no pierde el sueño por si el precio está a 0,52 o 0,48 euros. Para él, el enfoque está en otro sitio: «Lo importante es que las compañías vayan bien, que crezcan, que funcionen. Ese es mi trabajo».

Un enfoque centrado en construir, no en acumular

Frente a la visión de que el éxito empresarial se mide exclusivamente en cifras astronómicas en cuentas bancarias, José Elías propone un modelo de éxito más estructural. “El valor de las empresas es una consecuencia de que las cosas se hagan bien, no el objetivo final”, recalca.

Desde esta óptica, el empresario catalán sostiene que su prioridad no es “acumular dinero”, sino “construir empresas sólidas”. Una perspectiva que refleja su trayectoria en el sector de la energía y su apuesta continuada por proyectos de expansión, diversificación e innovación tecnológica, tanto en Audax como en otras iniciativas empresariales donde participa activamente.

El mensaje ha generado una importante repercusión en redes sociales, donde numerosos usuarios han agradecido la transparencia y realismo del empresario. En un entorno donde muchas figuras públicas se ven tentadas por mostrar lujos, propiedades o cifras récord, Elías prefiere hablar de responsabilidad, estrategia y construcción empresarial a largo plazo.

Su publicación también plantea una reflexión interesante: ¿qué entendemos por ser rico en la era actual? Mientras que el imaginario popular asocia riqueza con coches de alta gama, mansiones y cuentas corrientes desbordadas, la mayoría del patrimonio de los grandes empresarios está vinculado a activos no líquidos, como acciones, participaciones en fondos o inversiones inmobiliarias.

El riesgo detrás de la riqueza

El propio José Elías lo deja claro: su fortuna es volátil, está sujeta a los vaivenes del mercado y depende de la buena salud de sus empresas. En ese sentido, su riqueza es una proyección del trabajo bien hecho, más que una acumulación de dinero inactivo.

Este tipo de aclaraciones, que ponen sobre la mesa el riesgo y la incertidumbre inherentes a liderar grandes compañías, ayudan a desmontar estereotipos y a humanizar la figura del empresario, algo que tradicionalmente ha estado rodeado de una narrativa muy alejada de la realidad.

José Elías es un empresario que ha sabido ganarse un lugar destacado en el panorama económico español, pero también mediático. A menudo, se desmarca del perfil tradicional de ejecutivo al uso: habla claro, no rehúye de la polémica y se muestra crítico tanto con los mitos del éxito como con algunas prácticas del sistema económico.

Sus intervenciones públicas, ya sea en entrevistas o en redes sociales, suelen tener eco. Y no solo por sus cifras, sino por su capacidad para explicar con claridad los entresijos del mundo empresarial. En este caso, con un toque de humor y mucha pedagogía, ha querido lanzar un mensaje que trasciende las finanzas: el verdadero valor está en construir, no en contar monedas.

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Alba Carbajal

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