Siete rutas para viajar cerca de Bilbao (y sin tocar el coche)

La red ferroviaria y de metro que rodea Bilbao permite llegar a diversos pueblos y bonitos parajes naturales de una forma rápida y sostenible

Arrigunaga, uno de los destinos a los que se puede llegar en tren desde Bilbao. Foto Turismo de Bilbao

No hace falta subir al coche. Si se quiere viajar de manera ecológica, nada mejor que el tren. Y Bilbao, una de las ciudades más importantes de España, cuenta con una red de ferrocarriles de Cercanías y de la compañía Euskotren que permiten explorar las comunidades, valles y costas cercanas; a lo que se suman los ramales de Metro Bilbao.

En una guía que publicó Turismo de Bilbao, además de 25 recorridos en bus, se presentan siete rutas ferroviarias donde se puede usar la tarjeta Bilbao Bizkaia Card.

Por la ría de Bilbao

Una de estas rutas transcurre a lo largo de la ría de Bilbao. Ya sea con la línea C1 de Cercanías o con la 2 del Metro Bilbao, desde la estación de Abando se llega a Santurtzi, un pueblo con una larga tradición de pesca, donde se encuentra un museo del mar y donde se cocinan unas riquísimas sardinas asadas.

Puente Colgante de Portugalete. Foto Turismo de Bilbao

Retrocediendo un par de estaciones está Portugalete con un interesante casco medieval y el famoso Puente Colgante que atraviesa el Nervión.

Desde el muelle de Las Arenas en Getxo se pueden ver los palacios y residencias burguesas de fines del s.XIX y principios del XX.

Con la línea 1 de Metro Bilbao se puede llegar al pueblo costero de Algorta y su puerto pesquero.

Surf y poder burgués

La misma línea 1, tomándola en Bilbao o desde Algorta hacia el noreste, lleva a una serie de localidades llenas de grandes residencias que recuerdan el poder económico de Vizcaya con la industria pesada y la explotación del hierro.

La línea 1 de Metro Bilbao conduce a Getxo, donde se pueden ver las hermosas residencias burguesas de los siglos XIX y XX

La Galeta, en la parte alta de Getxo, regala hermosas vistas del Abra del Nervión y sitios como el faro y la iglesia de Andra Mari.

Sopela es un sitio ideal para realizar surf y bodyboard, con playas protegidas por poderosos acantilados.

Playa de Sopelana, cerca de Getxo. Foto Turismo de Bilbao

Otros sitios costeros que acerca el metro son la playa de Barinatxe-La Salvaje y Arriatera-Atxabiribil, con muchas propuestas de ocio.

El destino final es Plentzia, donde hay una ría para explorar, una playa recomendada para familias y un centro histórico que espera visitantes. Además allí se encuentra la insólita Bodega Submarina Crusoe Treasure.

Recuerdos mineros

Esta ruta por la herencia de la industria minera transcurre por el ramal C2 de Cercanías, combinado con el funicular de Euskotren

Este último es necesario para llegar a La Reineta desde Trapagaran, donde se puede visitar el caserío Aiestarán, el palacio Olaso y varios edificios religiosos.

Desde La Reineta se pueden capturar hermosas vistas del Abra de Nervión, el monte Serantes y Punta Galea, en Getxo.

Funicular de La Reineta. Fofot Txeng Meng – Flickr

Cerca está el pueblo minero de La Arboleda con los lagos creados por el abandono de las explotaciones.

Más sobre esta industria del pasado se puede conocer, tras volver a Trapagaran, en el Museo Minero de Gallarta.

La vida marinera

Desde la estación de Bilbao salen los trenes de Euskotren a Bermeo. La primera escala, tras 50 minutos de viaje, es Guernica, la ciudad inmortalizada por Picasso y con el famoso árbol de gran valor simbólico para el pueblo vasco. Aquí se pueden visitar los Museos de la Paz y de Euskal Herria, refugios antiaéreos como el de Pasealeku y probar las alubias y pimientos del pueblo.

Monumentos y museos en Guernica recuerdan la tragedia de los bombardeos de 1937 que inmortalizó Picasso

En Itsasbegi-Busturia se puede pasar la tarde en la playa de Sukarrieta, en la ría de Guernica.

Surf en Mundaka. Foto Turismo de Bilbao

Le sigue Mundaka, meca internacional del surf y un importante puerto pesquero; y finalmente Bermeo, otro pueblo pescador cuya tradición se puede conocer en su museo local y en el barco ballenero Aita Guria; y donde se puede terminar la jornada con pintxos.

La historia de Durango

En poco más de media hora la línea 3 de Euskotren lleva desde la estación bilbaína de Zazpikaleak a Durango.

El centro de esta ciudad vizcaína tiene varias joyas monumentales e históricas, como la cruz de Kurutziaga, la basílica de Santa María de Uribarri, las iglesias de Santa Ana, San Pedro de Tariba y la torre de Lariz, además de numerosas residencias burguesas.

Pastor con sus ovejas en Durango. Foto Bastian – Flickr

Caminando se puede ver que varias casas conservaron las marcas de metralla de los bombardeos de 1937, y la visita puede seguir por la plaza Ezkurdi, el Museo de Arte e Historia y el monumento que homenajea a las víctimas de aquellos ataques aéreos.

Durango es la base para conocer el Parque Natural de Urkiola, con sus sierras, valles y barrancos, ideales para todo tipo de actividades.

Los orígenes del Nervión

Para realizar esta ruta desde la estación de Abando hay que tomar la línea C3 de Cercanías hasta Orduña. Tras pasar por Ayala, Laudio y Amurrio (donde hay un museo del licor) en unos 45 minutos se llega al valle presidido por el Monte Txarlazo.

Hacia allí se puede llegar por un sendero cercano a la estación, por bosques donde viven numerosas aves rupícolas.

El pueblo de Orduña tiene uno de los cascos medievales mejor conservados de Vizcaya

El pueblo de Orduña tiene uno de los cascos medievales mejor conservados de Vizcaya, con el epicentro en la Plaza de los Fueros y con edificios como la iglesia-fortaleza de Santa María y la sede de La Aduana.

Plaza de Orduña. Foto Joxean Koret – Flickr

En sus tabernas son famosas las gildas y los txacolis producidos en la región.

Un poco más al sur está el pueblo de Delika, desde donde parte la ruta hacia el Mirador del Nervión, donde se ve un impactante salto de agua con 222 metros de caída.

En el corazón de Enkaterri

Para conocer la comarca de Enkaterri desde la estación de La Concordia de Bilbao parte el ramal C1 de la red Feve.

Iglesia en Balmaseda. Foto Turismo de Bilbao

En Balmaseda, tras 50 minutos de viaje, se puede conocer su patrimonio histórico como su muralla y el Puente Viejo; y probar las putxeras, guiso de alubias con carne de cerdo, tocino, chorizo y morcilla.

En La Calzada hay un curioso museo de boinas, que se fabricaban con máquinas que datan de la Revolución Industrial.

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