Vinos submarinos: 5 tesoros enológicos en el fondo del mar

La técnica de envejecer los vinos en el fondo del mar es un método aun poco común en nuestro país, que destaca por su originalidad y características únicas

Los vinos submarinos españoles son reconocidos a nivel internacional. Foto: Bodegas Carchelo.

En el año 2010, se hallaron en aguas del archipiélago de Åland, entre Finlandia y Suecia, los restos de un barco mercante naufragado en 1832 que contenía un tesoro en su interior. No se trataba de monedas, lingotes de oro, plata o piedras preciosas, sino de 168 botellas de champán francés. Botellas que, en su mayoría, fueron subastadas a precios desorbitados.

Algunos de estos envases quedaron en manos de un equipo de científicos que descubrieron asombrados que ciertas botellas habían salvaguardado sus cualidades organolépticas durante casi 200 años.

No es el único hallazgo, ni el más antiguo. De hecho, en el siglo XX y en las dos décadas que han transcurrido del siglo XXI, la arqueología marina ha localizado en antiguos pecios romanos, numerosas ánforas que contuvieron vino y que han permitido conocer más de la cultura de estos pueblos.

En ninguno de los casos anteriores se puede, sin embargo, hablar de vinos submarinos como los que actualmente sí se elaboran en Croacia, Italia, Francia, Chile y también en España, donde podemos encontrar bodegas que sumergen sus vinos en el fondo del mar en lugares tan dispares de nuestra geografía como Galicia, Murcia, País Vasco o Comunidad Valenciana, entre otras zonas costeras de la península ibérica.

Croacia, Francia, Italia y España están entre los países que elaboran vinos submarinos. Foto: Bodega Crusoe Treasure.

Qué son los vinos submarinos

Quienes producen este tipo de elaboraciones opinan que son vinos que evolucionan de forma diferente gracias a las condiciones de luz y de envejecimiento, pues los vinos maduran más rápidamente a como lo harían en una bodega tradicional.

Además, la temperatura constante, la presión, la ausencia de ruido y la salinidad de las aguas, así como el perpetuo movimiento del oleaje hacen que estos vinos desplieguen aromas diferenciados, con una cierta salinidad y mineralidad en boca y una tonalidad mucho más intensa y limpia.

Algunas de estas bodegas producen y envejecen los mismos vinos de la manera tradicional, lo que permite compararlos con los que se sumergen en el fondo del mar. Así, cada aficionado al vino que pruebe ambas elaboraciones podrá sacar sus propias conclusiones.

6 meses bajo las aguas permanece el vino Sea Soul Nº 7. Foto: Bodega Crusoe Treasure.

Habla del Mar…, Sea Soul Nº 7, ATTIS Mar, Vina Maris Selected y Antonia Mendivil son destacados vinos cuya crianza la realizan en el fondo de nuestros mares, buenos ejemplos de estas elaboraciones que se definen principalmente por su diferencia y exclusividad.

Habla del Mar…

Aunque Bodegas Habla se encuentra situada en la población extremeña de Trujillo, hace 5 años que decidieron dar un paso más y comenzaron a elaborar un vino blanco seco submarino al que llamaron Habla del Mar…

Para producir un vino tan exótico, se trasladan cada año hasta la bahía de la localidad vascofrancesa de San Juan de Luz, donde, en el fondo de un arrecife artificial, el vino es sumergido en depósitos herméticos de 400 litros, a 15 metros de profundidad, durante 6 meses, en contacto con sus lías, a una temperatura de unos 8ºC, con una presión atmosférica de tres bares y sometido a un bazuqueo constante generado por el movimiento de las olas y las mareas.

Habla del Mar… se sumerge frente a las costas de San Juan de Luz. Foto: Bodegas Habla.

En su añada 2022, Habla del Mar… se elabora con uvas blancas de origen atlántico y procedencia nacional (no especifica cuáles), y se diferencia de otros vinos submarinos porque no sólo envejece en el fondo del mar, sino que allí realiza también su segunda fermentación, produciéndose un carbónico natural que confiere al resultado final una chispeante frescura y salinidad.

De color amarillo limón, desprende gráciles aromas yodados y vegetales que recuerdan a las algas. Se advierten también ciertas notas a membrillo y manzanilla.

En boca se aprecia su gran frescura y un sorprendente toque chispeante en la punta de la lengua, con recuerdos florales y notas salinas. Un vino perfecto para ser compartido con una paella de arroz negro con chipirones, un suquet de peix o con unas buenas gambas de Denia a la plancha. Precio: 21,00€

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Sea Soul Nº 7

La Bodega Crusoe Treasure se fundó hace ahora 10 años en Plentzia, Vizcaya, turístico pueblo costero bañado por las bravas aguas del mar Cantábrico, y situado a tan sólo 25 kilómetros de Bilbao.

Es una bodega pionera a nivel nacional e internacional en la elaboración de vinos expresamente concebidos para conseguir la máxima expresión evolutiva bajo el mar. Para elaborarlos crearon en el 2008 el proyecto LSEB Plentzia, el primer laboratorio submarino del mundo en el estudio del envejecimiento de bebidas bajo los efectos del medio marino.

Al proceso de sumergir las botellas de vino bajo el mar, el enólogo y fundador de Crusoe Treasure, Antonio T. Palacios, lo ha denominado “atesoramiento submarino” y afirma que ha conseguido optimizar el vino en tierra, controlando parámetros esenciales para llegar a conseguir notables elaboraciones.

6 meses bajo las aguas permanece el vino Sea Soul Nº 7. Foto: Bodega Crusoe Treasure.

Considerada como la primera bodega submarina situada en un arrecife artificial del planeta, elabora una interesante gama de vinos submarinos blancos y tintos, entre ellos Sea Soul Nº 7, un blanco 100% garnacha blanca que se distingue primeramente por su artístico y premiado packaging, obra del ilustrador japonés Yusei Nagashima, que muestra coloridos dibujos que representan algunas de las especies marinas que conviven con el vino en el arrecife artificial.

Un envoltorio de lujo que encierra en su interior una botella que muestra los diferentes sedimentos marinos que con el tiempo de envejecimiento de 6 meses bajo las aguas se han ido poco a poco adhiriendo al vidrio y que hace que cada botella de Sea Soul Nº 7 sea distinta.

De color amarillo pajizo, limpio y brillante, al abrir la botella se detectan sutiles aromas que recuerdan a los cantos rodados, a la roca volcánica y al granito, acompañado de notas afrutadas a melocotón, peras maduras, piña y ciruelas amarillas. Ya en copa, se perciben perfumes amielados, a melón amarillo sobre madurado y peras y melocotones en almibar con toques especiados.

En boca testimonia su carnosidad, gran cuerpo y estructura, sedosidad y una equilibrada acidez. Un vino muy fresco, cítrico y frutal que bien se merecería un bacalao al pil-pil, unas kokotxas de merluza en salsa verde o un sabroso marmitako de bonito. Precio: 69,00€

Attis Mar

Viajamos ahora hasta el epicentro de las Rías Baixas, concretamente al Val do Salnés, para conocer de primera mano Attis Mar, un sugerente y expresivo vino submarino, artesanal y plenamente atlántico, elaborado por Attis Bodega y Viñedos.

Es un blanco seco 100% albariño que nace de uvas vendimiadas de parcelas con una edad media de 50 años situadas al oeste y frente al Océano Atlántico.

Foto: Attis Bodega y Viñedos.

Se cría en depósito y en fudre de roble sobre sus finas lías durante 6 meses con batonnage, y finalmente es criado en bateas de mejillones, sumergido en jaulas, donde se colocan las botellas durante 6 meses, a una profundidad de 12 metros.

Attis Mar, en su añada del año 2021, es un vino de una autenticidad palpable, que nace de la inquietud de la bodega por aunar las raíces de la viña y el mar.

Los hermanos Robustiano y Baldomero Fariña, propietarios de la bodega, representan la tercera generación de una familia dedicada plenamente al mar, pues son “bateeiros”, pero también elaboran vinos, algo habitual en esta tierra gallega que mira orgullosamente al océano.

La crianza en el mar, afirman sus creadores, le aporta al vino una evolución única y antioxidativa que le convierte en una elaboración de gran potencial de guarda.

Un vino que refleja ante todo elegancia y finura y que disfrutaremos al máximo si lo tomamos sólo, pero que también disfrutaremos plenamente si lo cortejamos con un pulpo a feira, unas almejas a la marinera o con una gustosa caldeirada de pescados y mariscos. Precio: 88,20€

Vina Maris Selected

En la localidad murciana de Jumilla, Bodegas Carchelo dispone en su portfolio de un vino submarino que se llama: Vina Maris Selected. Es un tinto crianza coupage, con añada del 2015, del que tan sólo se han producido 2.325 botellas. Se elabora con uvas de sus propias viñas de las variedades: monastrell, cabernet sauvignon, syrah y tempranillo.

La uva vendimiada realiza la fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y una posterior fermentación maloláctica en barricas nuevas de roble francés de 225 litros. Ulteriormente permanece durante 18 meses en barricas nuevas de roble francés, y 12 meses más en botella, en el fondo marino del Mediterráneo, a 40 metros de profundidad.

Vina Maris Selected es un tinto crianza coupage, con añada del 2015. Foto: Bodegas Carchelo.

El estuche que envuelve al Vina Maris Selected representa un arcón típico marinero fabricado en cartón con acabado de tacto de madera, y en su interior hay una arpillera de saco sobre la que descansa el vino, que muestra en la botella su paso por el fondo marino, con restos de conchas fosilizadas y algas.

Además, en su interior encontraremos también un sacacorchos y un aireador antigoteo de metal. Vina Maris Selected, con su especial cobertura, consiguió alzarse en el año 2019 con el Premio nacional al mejor diseño para packaging de vino.

En cuanto a su nota de cata, presenta un color granate muy intenso y notas florales con toques a fruta madura. Su envejecimiento submarino le confiere notas balsámicas y cierta untuosidad con recuerdos salinos y una marcada mineralidad.

En boca presenta taninos finos y elegantes, sabores a fruta muy madura, casi compotada, conservando sus notas refrescantes y una fruta muy potenciada. Un tinto muy sugerente que iría muy bien con un magret de pato, unas costillas al horno con salsa barbacoa o con un espeto de sardinas. Precio: 74,90€

Antonia Mendivil

Finalmente, en la localidad de Águilas, también en Murcia, la pequeña empresa Bodegas Verónica elabora única y exclusivamente tres tipos de vinos submarinos (blanco, tinto y un vino dulce). El tinto responde al nombre de Antonia Mendivil.

Los responsables y propietarios de la bodega, Verónica Mulero y Antonia y Gerardo Mendivil producen este vino tinto con uvas monastrell, syrah y cabernet sauvignon vendimiadas en las fincas de Viña Elena, ubicadas en Jumilla.

Antonia Mendivil es un vino tinto sutil y delicado. Foto: Bodegas Verónica.

En su proceso de elaboración, el vino, del que tan sólo se producen 450 botellas, madura durante 10 meses en barricas de roble, y en su proceso de embotellamiento, los envases se sellan con lacre de cera natural mediante un procedimiento que impide la aparición de las temidas burbujas que podrían echar a perder el vino.

Posteriormente, las botellas se introducen en cajones de madera de 20 unidades, de haya y acero inoxidable, donde cada unidad está en contacto directo con el mar.

Los cajones se sitúan en el idílico entorno de la reserva marina de Cabo Cope-Calabardina, en la franja litoral de la región de Murcia, a una profundidad de 38 metros, durante 4 meses, en un arrecife fabricado también en acero inoxidable, que además está diseñado para acoger a las distintas especies marinas del entorno.

Antonia Mendivil, en su añada del 2018, presenta una tonalidad rojiza muy amoratada que tiende más al color picota. En nariz exhibe aromas a frutos del bosque, principalmente recuerda a las moras, con ciertos toques minerales. En boca posee una entrada inicial fresca y muy amplia, con un final sutilmente yodado, mostrando taninos maduros y aterciopelados.

Se trata de un vino delicado y muy fino, de excelente estructura y significado equilibrio que no quedaría nada mal si lo compartimos con un steak tartar, un plato de jamón ibérico o con un buen queso curado manchego. Precio en bodega: 90,00€

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