Dry Martini regresa a Madrid: esto es todo lo que hay que saber

Junto a Plaza de España y con Martín Berasategui como vecino en el renovado Club Allard, renace una de las coctelerías icónicas bajo la batuta de Javier de las Muelas

Dry Martini Madrid

Dry Martini estrena casa en Madrid.

En Madrid hay cientos, quizás miles de lugares donde tomar una copa, incluidas coctelerías regentadas por algunos de los bartenders del momento. Pero no todos cuentan con el toque de distinción, historia y elegancia del Dry Martini. Con 45 años de historia en su ubicación original en Barcelona y presente en ciudades de todo el mundo, como México, Italia, Singapur o China, este mítico bar renace en Madrid con una nueva ubicación. Y promete dar que hablar.

Sus feligreses como le gusta llamarlos –llamarnos- están de enhorabuena. Javier de las Muelas, referente mundial de la coctelería, empresario, visionario, creador de tendencias y “cuidador de personas” vuelve a abrir sus puertas en Madrid.

Tras cerrar su etapa en el Gran Hotel Meliá Fénix de la capital, su hogar durante 13 años, abre una nueva página de su historia junto a plaza de España, en el hermoso edificio Casa Gerardo (Ferraz, 2), con el objetivo es convertirlo en una referencia hedonista donde disfrutar de la coctelería en un ambiente glamouroso pero relajado y sin encorsetamientos.

Coctelería Dry Martini
Dry Martini se traslada a la plaza de España. Foto: Dry Martini.

Porque su idea de un bar va mucho más allá de un establecimiento donde se sirven bebidas: “Los bares son platós donde se ruedan muchas escenas cotidianas, a veces en blanco y negro y otras en color, estilo Tarantino. Ese es el pilar de Dry Martini, que nace para ser el Bar con mayúsculas al que todos quieran ir y donde quieran estar”.

Los mejores Dry Martini de Madrid

Ahora formando tándem con Martín Berasategui y su Club Allard, De las Muelas vuelve a apostar por la coctelería exclusiva, que ahora se viste de lujo con un interiorismo que firma el interiorista Francesc Pons.

Su decoración, con colores burdeos, ocre, negro y marrón, contribuye a crear un ambiente de gran coctelería clásica y palaciega, siempre con el punto clandestino que es sello de todos los proyectos de De las Muelas.

Javier de las Muelas
Javier de las Muelas en Fry Martini. The Bar.

Latón, cuero y laca se mezclan el terciopelo que viste sillas y butacas, así como con los estampados Liberty en telas y cortinas. Del techo cuelgan cuatro lámparas de araña que, junto a los espejos en las paredes, contribuyen a imprimir un sello distinguido.

Como protagonista, una gran barra de 10 metros de longitud y acabada en laca negra, un guiño a Gimlet, el primer local de De las Muelas. Hasta tres metros de esa barra, todo el sector central, se dedica exclusivamente a preparar –¿o habría que decir oficiar?- el cóctel emblema de la casa (que no por nada lleva su nombre), el Dry Martini.

El espacio central de su gran barra de laca negra está dedicado a la elaboración de su cóctel fetiche, el Dry Martini

Tampoco falta el ‘Dry Martini Counter’, un marcador luminoso que contabiliza todos los combinados de este nombre que se sirven en el local, y que puede verse en los otros bares Dry Martini por el mundo.

Dry Martini Counter
El contador de Dry Martinis.

Qué pedir en Dry Martini

El pintor madrileño Jorge Diezma firma el cuadro de seis metros colocado detrás de la barra y que, dividido en tres partes, rinde homenaje al mundo onírico del propio autor y de Javier de las Muelas.

Otro de los rincones que hay que conocer es el reservado, bautizado como Salón Marie Brizard, donde cuelgan cuatro de las obras más representativas de la colección de pintura y fotografía dedicada al universo del Martini que Javier de las Muelas lleva años creando y donde hay piezas de Mel Ramos, Keith Haring, Romero Britto, Miquel Barceló, Ceesepe, Jordi Labanda, Carlos Saura, Ramon Condé o Aguilar Alcuaz.

Cóctel Fugu
Cóctel Fugu. Foto: Dry Martini.

En este ambiente reina una coctelería pura y clásica pero que no renuncia a la creatividad, ni siquiera al punto de locura. De este modo la propuesta que incluye “todo lo imaginable y no imaginable”.

Así, con el Dry Martini como pilar, que tiene todo un apartado en la carta con versiones como el Bamboo, Martínez o Mezcaltini, la carta incluye también una sección de ‘Excentrics & Signature Cocktails’, las colecciones más rompedoras, entre los que se cuentan Carnyvore, servido dentro de una planta carnívora; Fugu, con una copa con forma de pez globo; Lost in Traslation, un homenaje a Tokio y a la película homónima; o The Pipe, que se presenta en una pipa de cristal.

Entre los Signature figuran los conocidos Drive Me Crazy, con cava; Scented Negroni, fuerte, intenso y de final amargo; Under the Sun, con sirope de mandarina y zumo de lima; o Wasabi Mule, con un toque japonés.

Cóctel Carnyvore
Carnyvore. Foto: Dry Martini.

Además, cócteles más clásicos como Bloody Mary, Mojito, Caipirinha, Manhattan o Pisco Sour y también combinados sin alcohol como Ipanema o Virgin Colada.

Todos los cócteles se pueden maridar con caviar prémium de hasta cinco tipos: persicus, beluga, osetra iraní, osetra 00 ahumado y amur Osetra.

Punto de encuentro social

Con aforo para 90 personas, Dry Martini busca no solo ofrecer buenos tragos, que también, sino ofrecer esa cultura del bar como lugar donde se comparten momentos y se intercambian reflexiones, un foco de la vida social y cultural.

Dry Martini. The Bar
Dry Martini. The Bar.

Por eso organizará encuentros que reúnan a intelectuales, artistas o músicos del panorama nacional e internacional.

“Los bares son dinamizadores de las relaciones sociales, amorosas, de amistad, etc. La parte emocional es fundamental en la hostelería y, para mí, en la coctelería especialmente. El equipo debe percibir qué necesita el cliente en cada momento; una mirada o un gesto debe ser suficiente para que captemos en qué punto se encuentra y qué necesita de nosotros. Los bares son iglesias; la barra, el altar; el barman, el sacerdote; los clientes, feligreses, y el cóctel, la ofrenda”, concluye de las Muelas.

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