Madrí y Hermanos Pollo, dos nuevas (y deliciosas) razones para volver al Mercado de San Miguel

Es imperativo encontrar un hueco y dejarse caer por el precioso Mercado de San Miguel en Madrid para probar las 2 nuevas propuestas gastro que firma Grupo Arzábal

Madrí y Hermanos Pollo. Foto: Grupo Arzábal.

Una barra castiza y cañí repleta hasta arriba de bravas, croquetas, torreznos y mejillones tigre, con sus raciones de oreja bien crujiente o de callos a la madrileña. A la vuelta, pollo en todas sus versiones, desde el contramuslo rustido con salsa cítrica al brioche de tinga de pollo a las alitas fritas al limón. Son Madrí y Hermanos Pollo, las dos nuevas propuestas gastronómicas que estrena el madrileño Mercado de San Miguel.

Sí, se sigue poniendo a tope, especialmente los fines de semana. Sí, también se siguen viendo muchos turistas, pero merece la pena -y mucho- darle otra oportunidad a este mercado, uno de los más bonitos de Madrid y que, damos fe, ha disparado en los últimos tiempos la calidad de su oferta.

Los responsables, entre otros, son Iván Morales y Álvaro Castellanos, alma y corazón de Grupo Arzábal que, además de estar detrás de conceptos ya consolidados como la taberna Arzábal en la zona del Retiro o el precioso restaurante en un invernadero dentro del Reina Sofía (uno de los más bonitos en el interior de un museo en Madrid), apostaron también por este centenario mercado en el mismo centro de Madrid.

Los pinchos de Madrí. Foto: Grupo Arzábal.

El primer mercado gastronómico de Madrid

Pionero en la tendencia de mercado puramente gastronómico, el magnífico edificio en hierro proyectado por Alfonso Dubé y Díez como mercado de abastos e inaugurado en mayo de 1916, abrió la persiana en 2009 como templo gourmet, llegando a recibir más de 10 millones de visitantes al año.

En 2018 una vuelta de tuerca al concepto provocó el cambio de manos de muchos de sus 30 puestos y, en paralelo, el incremento notable de la calidad de sus propuestas. De ser un mercado puramente “para guiris” comenzó a seducir de nuevo a los madrileños a golpe de sabor, de la mano de reconocidos chefs.

Ahí están los helados artesanales de Joan Roca en Rocambolesc, los arroces tradicionales de Rodrigo de la Calle en Paella, las carnes de primera de Prrimital, los panes gourmet de Madreamiga (detrás están la panadera Begoña San Pedro, la chef Clara Villalón y el cofundador de Grosso Napoletano, Hugo Rodríguez de Prada), las ostras de Daniel Sorlut, los pescados y mariscos fresquísimos de El Señor Martín, los ahumados de Domínguez o el paraíso hecho queso de Quesoba.

Acceso principal del Mercado de San Miguel.

También en aquel momento se unieron los dos primeros conceptos de Grupo Arzábal: La Croquetería y Arzábal Market. Dos éxitos que Morales y Castellanos amplían ahora con sus nuevos conceptos: Madrí y Hermanos Pollo.

La taberna castiza llega al mercado

“Tenemos un entorno maravilloso que es el mercado y una oferta que, ahora sí, puede presumir de calidad”, apunta Iván Morales.

Por poner contexto a la palabra éxito que mencionábamos, basta decir que Grupo Arzábal despacha, cada día, alrededor de 4.000 croquetas y 1.000 litros de cerveza solo en el Mercado de San Miguel. De hecho, para hacer frente a este volumen cuentan con unas cocinas centrales en la zona de Vallecas con hasta 3 personas dedicadas íntegramente a preparar croquetas, que se fríen en el mercado.

Madrí. Foto: Grupo Arzábal.

Con la misma inquietud y estética cañera que les define, presentan Madrí como una taberna castiza de siempre “pero a la que no te da vergüenza llevar a nadie”. Es decir, pinchos y bocados clásicos, pero sin cabezas de gambas por el suelo.

Solo en sus dos puestos en el Mercado de San Miguel Grupo Arzábal despacha cada día 4.000 croquetas y 1.000 litros de cerveza

Sus cañas maravillosamente bien tiradas se degustan frente a azulejos que aquí rinden homenaje a Madrid y algunos de sus personajes emblemáticos, desde La Veneno al repartidor de delivery pasando por el que se disfraza de dibujo animado en Sol en un mural creado por el arquitecto y dibujante David Cárdenas Lorenzo, autor también del mural de Lina Morgan en la estación de La Latina de Madrid.

“Queremos transmitir a quien venga a visitarnos lo que es Madrid y parte de su gastronomía”, señala Morales.

Foto: Grupo Arzábal.

Lo que se ve en los mostradores va ya en esa línea: patatas en dados de color dorado y torreznos en su punto perfecto de fritura se combinan con pinchos más elaborados, como la brocheta de chistorra y salsa de yema, el Rock & Roll de rabas con mayonesa cítrica o el pincho de ensaladilla rusa, encurtidos y anchoa, y raciones como los callos, la oreja con salsa brava, los gambones al ajillo o las croquetas de cocido.

Un concepto, Madrí, que se expandirá en pocos días con un nuevo establecimiento en la T4 satélite del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, nos anticipan.

Todo al pollo

El segundo de sus nuevos conceptos es Hermanos Pollo, un puesto especializado en pollo en todas sus versiones con el que introducen nuevos sabores en el mercado.

Nacido como delivery durante la pandemia y con un local en Modesto Lafuente que pronto acogerá un nuevo restaurante de Arzábal, Hermanos Pollo salta ahora al mercado con una carta que incluye desde pollos asados in situ a platos como el contramuslo rustido con salsa cítrica, el pincho de Rillette de oca, mostaza y encurtidos, el minibrioche de tinga de pollo o la miniburger de pollo frito con salsa tártara.

Hermanos Pollo. Foto: Grupo Arzábal.

Además, brochetas de pollo variadas y diferentes opciones para compartir, como las alitas de pollo fritas al limón, el contramuslo crujiente de pollo o el croquetón de pollo asado, entre otras.

Los dos nuevos puestos de Grupo Arzábal en el mercado giran en torno a un concepto claro: disfrutar de los sabores de siempre en un contexto relajado y cercano. Los precios, en rango asequible (tenemos 4 croquetas de pollo asado por 8,50€, el mejillón tigre por 2,2€, la ración de torreznos por 14 y la de bravas por 8) y el horario ininterrumpido siete días por semana.

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