Las mejores terrazas de hoteles para un verano ideal en Barcelona
Al atardecer, por la noche o incluso al mediodía, disfrutando de la brisa que llega del Mediterráneo, estos hoteles renuevan sus propuestas de comidas, cenas y cócteles

Ya estamos en temporada de terrazas para disfrutar de las brisas y la vista panorámica. Foto: Hotel Intercontinental
Dicen que el verano es sinónimo de terraceo. No hay nada que discutir, una de las mejores formas de esquivar el calor estival es aprovechar que en las alturas la temperatura es más suave, que corre el aire, y que los hoteles ofrecen una variada selección de platos y bebidas para disfrutar sin agobios. Pero como hay mucho para elegir, vamos a ofrecer nuestras recomendaciones en dos entregas.
Preparaciones locales o del mundo, creaciones que honran a la tradición o la vanguardia, cócteles de autor o clásicos, para cenar o tapear, bajo la sombra o debajo de las estrellas: estas son las opciones, y cada uno que elija lo que más le gusta.
El Palace
En otras ocasiones, la terraza del hotel El Palace (Gran Vía 668) ha invitado a huéspedes y visitantes a viajar por los sabores de Suiza, Andalucía, Cataluña, y ahora, es el turno de Oriente Medio. Hasta finales de septiembre, durante las noches, su Rooftop Garden ofrece el Jardín Libanés, un abundante y variado despliegue de entrantes y platos del país del cedro, creados por el chef Paul Haddad.
La propuesta completa, que oscila entre los 75€ y los 95€ (sin bebidas), presenta 10 preparaciones iniciales como el hoummus (crema suave de garbanzos con tahini), el moutabal (crema ahumada de berenjena), la mouhamara (dip de pimientos rojos asados y nueces), las ensaladas taboule y fattoush, el falafel con salsa de sésamo o las croquetas kébbe kraas, entre otros.
Le siguen dos alternativas: para los que prefieren carnes, hay brochetas de pollo marinado, carne de cordero o de ternera adobada; costillas de cordero y brocheta de verduras. Para los que optan por sabores del mar, tienen suprema de lubina asada con arroz basmanti al comino.
Y de postres, el mohalabihe (flan), el mahmul (pastelito de pistacho) o la baklawa soirée (dulce de frutos secos). Si les parece mucho, también está la opción de pedir platos sueltos.
En la terraza de este tradicional hotel, mantienen la carta de cócteles de autor (para las noches calurosas, no se pierda el kaffir mojito o el potente l’olivera), además de una docena de combinados tradicionales y algunos sin alcohol. Y sin olvidar su exclusiva selección de vinos, cavas y destilados.
Pero si estamos hablando de Oriente Medio, es lógico que también tengan una carta de shishas, con más de 40 sabores disponibles, para fumar mientras se ve el atardecer en el mar de tejados de Barcelona.
Hyatt Regency Barcelona Tower
Este hotel de estética futurista diseñado por el británico Rafael Rogers, ubicado en la entrada de Barcelona -si uno viene del aeropuerto- presenta, por segundo año seguido, su propuesta Fuego Terrace & Grill, que estará instalado hasta el 1 de septiembre en su espacio Axis, en la planta baja.
El concepto es muy simple, pero a la vez sabroso: comer carnes, pescados, mariscos o verduras a la brasa terminados de cocinar al estilo yakiniku, o sea una pequeña parrilla al estilo japonés. Detalle: para evitar sustos de brasas chispeantes, los carbones llevan encendidos más de media hora, y solo queda echar los cortes para que se terminen de calentar.
En la terraza del Hyatt Regency el restaurante de verano Fuego ofrece carnes a las brasas rematadas en una parrilla japonesa
En la pequeña parrilla, se pueden probar carnes de buey, cerdo (¡muy recomendado!) o pollo; de productos de mar como langostinos, pata de pulpo o lomo de atún; y para los veganos, de setas y verduras.
Si la idea es salir de la brasa, hay cocottes de corvina asada con ñoquis salteados con setas; y la pluma ibérica con puré de boniato asado.
Pero no se pierdan de vista a los entrantes, sobre todo a la exquisita berenjena en tempura con salsa de yogur y picada, los boquerones marinados en vinagre, el salmorejo de palmitos con aguacates o el tartar de salmón marinado, entre otros.
Para beber, en Fuego hay una docena de vinos blancos, tintos y espumosos de gama media y alta, y una veintena de cócteles clásicos y sin alcohol, para que uno maride la parrillada como quiera.
Intercontinental
La terraza del hotel Intercontinental se divide en dos sectores: mirando hacia el centro de Barcelona, está 173 Rooftop Terrace, con una piscina balinesa con tumbonas (por 65€ se puede tener un pase diario) y un sector de bar con una interesante carta de cócteles, tapas y platos ligeros.
Esta terraza tiene varias actividades veraniegas: los martes y jueves de 16:00 a 19:00 presentan tardes temáticas, las primeras (Tacos & Margaritas) dedicadas a México, y las segundas (Ceviche & Pisco) centradas en Perú. Además, de 19:00 a 22:00, los martes hay espectáculos de rumba, los jueves de jazz y soul, y los sábados son de Night Lives, con grandes éxitos del pop.
La otra parte de la terraza, con vistas al MNAC, hasta el 24 de septiembre se presenta como Montjuïc Pop-Up Summer Restaurant, un espacio gastronómico para cenar, literamente, bajo las estrellas; porque a la que cae el sol se abren las mamparas que hacen de techo y se deja que la brisa corra a sus anchas.
Allí se ofrece una carta relativamente breve, para no marear al comensal: una docena de entrantes y otros tantos platos principales; de los que unos cuantos se elaboran en la brasa circular que se encuentra a un lado.
Para abrir el apetito, se sugieren ensaladas como la de tomate o la César, las ostras al natural, el ceviche de lubina con choclo y boniato, las gambas rojas de las costas catalanas, las zamburiñas a la plancha o los rigatoni con salmón ahumado.
Ya en platos más potentes, a la barbacoa se cocinan cortes como el solomillo de ternera, el chuletón de 1 kg de vaca madurada, las costillas de cerdo o la presa ibérica. También hay otras variantes cárnicas como las tiernas costillas ibéricas a baja temperatura, el mar y montaña de albóndigas estofadas y el steak tartar de solomillo.
Ahora bien, si uno es más del club de los productos de mar, puede optar por la lubina de costa, el lomo de rodaballo, los calamarcitos de playa o el pulpo braseado anticuchero con pastel de choclo.
La carta de vinos presenta una veintena de referencias de DO como Alella, Conca de Barberá, Rueda, Penedès, Rías Baixas o Priorat; y también se pueden pedir los mismos cócteles de 173 Rootop Terrace.
Borneta
Una nueva terraza en Barcelona: el hotel Borneta celebra su primer año de vida con la apertura de un nuevo espacio gastro en su azotea. Se trata del 180° Rooftop Bar, que compensa su pequeño tamaño con bonitas vistas sobre el pulmón verde del Parc de la Ciutadella.
Su propuesta gastro refleja la carta del restaurante y la coctelería Volta, con platos para compartir como las croquetas de bacalao con pimiento asado, el tartar de salmón con remolacha y aguacate, la focaccia con verduras a la parrilla o la hamburguesa de ternera con kale crujiente.
Además de platos para compartir y cócteles, en la terraza del hotel Borneta los sábados por la mañana se ofrecen clases de yoga
Si se trata de tomar un cóctel, atención a las propuestas del bartender Giorgio Savini, como el brisa ahumada (con tequila, chipotle y soda de pomelo), el negroni mediterráneo (con ginebra infusionada en aceite de oliva y tomillo limón) o el Espresso Martini.
Pero no todo son platos y bebidas: en el 180° Rooftop Bar cada sábado a las 9:00 hay clases de yoga, barre e HITT, para seguir apostando por ser un hotel “que sea epicentro de experiencias transformadoras en el Born”, apuntan.
Bonavista
Otra nueva terraza: con 500 m2 y una capacidad para más de 200 personas, podemos afirmar que es una de las más grande (al menos en superficie) de la capital catalana. Inaugurada en la primera semana de julio, la terraza del hotel Moxy Barcelona (Mallorca 1-23) presenta una colorida estética inspirada en el pop de los años ’70.
Como espacio es lo que sobra, en Bonavista presumen que se puede ir sin reserva, que seguro hay sitio. Además, las generosas dimensiones le permiten contar con un restaurante, una coctelería, y hasta una zona lúdica con minigolf y curling.
Su carta es de inspiración mediterránea, con platos como las tortillas (ojo a la de buey de mar y a la carbonara), el cóctel de gambas, la ensaladilla escabechada, ensaladas (de tomate o verde), entrepanes, pescados y mariscos como el crudo de pezlimón o el pulpofrito; carnes como el roast beef de verano o el magret de pato, y arroces como el de salmonetes o el de secreto ibérico.