La mejor forma de celebrar el año nuevo vietnamita en Barcelona

El 1 de febrero Vietnam recibió al año nuevo. La ceremonia del Têt se puede realizar en el restaurante Món Viêt con un despliegue de platos tradicionales y pequeños gestos ceremoniales

Platos típicos de Vietnam para celebrar la llegada del Têt. Foto Marta Amat

Hemos hablado mucho del Año Nuevo chino y su simbología con el tigre, pero otros pueblos de Asia que se rigen por el calendario lunar también celebran la llegada del año nuevo. Uno de ellos es Vietnam.

La cultura de este pueblo del Sudeste Asiático, con miles de años de historia, ha tenido una fuerte influencia de su vecina China; así como de Francia por los 200 años de ocupación, que terminaron en la Guerra Civil que desembocó en el conflicto que todos conocemos por las películas.

Este cruce de culturas se traslada, lógicamente, a la gastronomía; y se pueden descubrir en el restaurante Món Viêt de Barcelona (Sepúlveda, 94).

Los bánh têt, pasteles de arroz típicos del año nuevo. Foto Marta Amat

Cómo celebrar el año nuevo vietnamita

Estos días este local presenta platos que recuerdan a la celebración del Têt, como se conoce al año nuevo.

En Vietnam para el año nuevo se acostumbra regalar dinero en sobres rojos, estrenar trajes llamativos y sonreír en todo momento

Si uno quiere empaparse de las tradiciones vietnamitas debería recordar que para la llegada del año nuevo se acostumbra a obsequiar dinero en pequeños sobres rojos, se procura mantener la sonrisa como norma de etiqueta y expresión de buenos deseos y se estrenan trajes que quizás a ojos occidentales puedan ser demasiado llamativos (los colores rojo y amarillo son los favoritos).

También se visitan templos y pagodas, pero en Barcelona este último paso está un poco complicado.

La abundancia de platos caracteriza a las mesas vietnamitas. Foto Marta Amat

Viaje por la gastronomía vietnamita

Con esta primera aproximación se puede realizar un viaje gastronómico por los sabores vietnamitas.

La cocina de este país se ha forjado, como decíamos, por las influencias china y francesa; adaptado a las circunstancias de su historia.

Como una forma de evitar las hambrunas han adaptado la filosofía taoísta del ying y el yang para buscar el equilibrio entre ingredientes; con un predominio de los vegetales y el arroz frente a las carnes rojas, aves y pescados.

Canelones al vapor bánh cuón. Foto JP Chuet-Missé

Invocar a la abundancia

Como en tantas partes del mundo la tradición vietnamita de su año nuevo establece que se prepare un carrusel de platos, entre entrantes y principales, para como prólogo de un año de abundancia.

Como una forma de invocar la abundancia en Vietnam las mesas celebran el Têt con un abundante despliegue de platos

Así lo vimos en el Món Viêt, donde empezaron a colocar platos y más platos en la mesa al punto que ya casi no había lugar donde acomodarlos.

Entre las preparaciones típicas de estas festividades estuvo el bánh têt, un pastel de arroz relleno de panceta y envuelto en hojas de bambú, con una textura gelatinosa que quizás no parezca agradable pero que al probarla se cambia de idea.

Ensalada de oreja de madera. Foto JP Chuet-Missé

Los entrantes vietnamitas

En el desfile de entrantes pudimos degustar los nem fritos (rollitos de cerdo y verduras, que se deben comer con una hoja de lechuga y otra de menta), los rollos frescos nem cuon (canelones de pasta de arroz relleno de cerdo y verduras) y la ensalada de orejas de madera, variedad de hongos tiernos con cacahuetes.

A diferencia de la cocina de países vecinos como Tailandia, en Vietnam suelen dejar los picantes aparte para que el comensal sazone a gusto.

Langostinos luc lac. Foto JP Chuet-Missé

Los platos principales

Pero algunos platos sí son salteados en condimentos como el jengibre y la pimienta negra, como el pulpo bach tuoc nuong, para lo que hay que estar precavido.

Ese fue otro de los platos principales que desfilaron y que se encuentran en la carta de Món Viêt, como el pollo al vapor ga hap (filetes con salsa de jengibre, cebolleta oriental y sésamo), la panceta de cerdo thit kho (que se presenta caramelizada y con salsa agridulce) y los langostinos luc lac (salteados con pimientos de trigo y cúrcuma).

En estas fechas se acostumbra regalar dinero en sobres rojos. Foto Marta Amat

El café a la vietnamita

De postre, además de una fuente de frutas con las tradicionales galletas de la suerte, degustamos un che sundae, una interesante mezcla de ingredientes como las frutas tropicales yaca dulce y lichi, jengibre confitado, gelatinas, leche de coco y helado de sésamo.

Y no podía faltar el café, donde la dueña del local Anh-Van Chac lo sirvió al modo de su cultura: en un pequeño vaso con una base de leche condensada se vierte agua en un recipiente metálico donde se filtra el café. Es muy dulce, pero que hay que probarlo.

Frutas y galletas de la suerte de postre. Foto JP Chuet-Missé

La tercera generación dedicada a la gastronomía

Anh-Van es la tercera generación de una familia que llegó a España desde Vietnam para dedicarse a la gastronomía.

Sus padres Cun Pau Chac y Xoi Kiu Sam se conocieron en Madrid y aterrizaron en Barcelona para abrir un restaurante que se multiplicó con tres locales: Capitol I, II y III; este último rebautizado Capitol de Vietnam y que marcó el debut empresarial de Anh-Van.

En 2017 dio el salto en solitario, o casi, porque en la apertura de Món Viêt contó con su pareja Carles Amat.

Decorado como si fuera un local de comida callejera en pleno Hanói, se convirtió en uno de los restaurantes recomendados para probar la auténtica cocina vietnamita. Y donde se pueden descubrir tradiciones como la ceremonia del Têt.

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