Vinos de Alicante: historia, tradición y sabor en cada botella
Alicante no solo es un buen destino por sus playas o por su gastronomía, ¡también cuenta con un vino que ha conseguido enamorar a los expertos!

Las instalaciones de las Bodegas Bocopa en Alicante. Foto: Bocopa
La provincia de Alicante es mundialmente conocida por sus playas, su clima cálido y su destacada gastronomía, especialmente por sus arroces y turrones. Sin embargo, más allá de estas delicias, hay un elemento que destaca por su calidad y tradición: el vino alicantino. Alicante ha cultivado una relación estrecha con la vid desde hace más de 500 años, y hoy en día sus vinos son reconocidos a nivel nacional e internacional por su carácter y autenticidad.
La rica historia vitivinícola de Alicante
El origen del vino de Alicante se remonta al siglo XVI. Fue en 1510 cuando el Rey Fernando el Católico otorgó a la ciudad de Alicante el privilegio exclusivo de producir y vender su vino, prohibiendo la entrada de vinos de otras regiones. Esta medida fue crucial para establecer la reputación del vino alicantino en la península y sentó las bases para lo que siglos más tarde se convertiría en la Denominación de Origen Alicante.
A lo largo de los siglos, el vino de Alicante ha evolucionado, pero ha mantenido siempre una esencia ligada a la tierra mediterránea. A lo largo de este tiempo, diversas personalidades han alabado la calidad de los caldos alicantinos. Por ejemplo, el viajero alemán Jerónimo Münzer, que visitó Alicante en 1492, ya mencionaba la importancia y calidad de sus viñedos.
Hoy en día, Alicante es una de las provincias españolas con una cultura vinícola vibrante, gracias a su clima privilegiado y a la diversidad de sus suelos, que permiten cultivar una amplia gama de variedades de uva. Las comarcas de Medio Vinalopó y Alto Vinalopó son algunas de las zonas más destacadas, donde el cultivo de la uva Monastrell ha encontrado un hogar ideal para producir vinos de gran carácter.
Bodegas Bocopa: embajadora de los vinos alicantinos
Uno de los grandes referentes en la producción de vino de la provincia es Bodegas Bocopa, un nombre que ha sabido llevar la tradición vinícola de Alicante a lo más alto. Con una amplia gama de vinos que van desde tintos con cuerpo hasta frescos blancos, Bocopa se ha convertido en sinónimo de calidad y sabor mediterráneo.
Entre los vinos más destacados de la bodega se encuentran el Laudum Monastrell y el Laudum Crianza. El primero es un tinto elaborado con cepas viejas de la variedad Monastrell, que provienen de viñedos de más de 40 años. Este vino, con su cuidada crianza de cuatro meses, es perfecto para acompañar tapas, carnes rojas y quesos, y representa una de las mejores expresiones de la uva Monastrell, la reina de los viñedos alicantinos.
Otro de los vinos emblemáticos de Bocopa es el Marina Alta, un vino blanco elaborado a partir de la uva Moscatel de Alejandría. Este vino es fresco, aromático y muy fácil de beber, ideal para acompañar pescados, mariscos y platos ligeros de la gastronomía mediterránea. Su popularidad entre los locales y turistas ha hecho que sea una opción recurrente en los mejores restaurantes de la provincia.
Los vinos de Alicante no solo se disfrutan en las casas y bodegas, sino que también tienen una fuerte presencia en los restaurantes de la provincia. Establecimientos como La Esencia del Nonno, en Sant Joan d’Alacant, y La Cañada Playa, en Guardamar del Segura, son solo algunos ejemplos de cómo la gastronomía local se enriquece con los productos de kilómetro cero, haciendo del vino alicantino el complemento perfecto para sus platos.
Vinos con sabor a tierra y mar
Alicante, con su clima soleado y su tierra rica en minerales, ofrece unas condiciones óptimas para el cultivo de la vid, y esta conexión entre tierra y mar se refleja en los vinos que produce. Desde los tintos robustos de Monastrell hasta los blancos frescos de Moscatel, cada botella cuenta una historia de siglos de tradición y pasión por el buen vino.
Además, los vinos alicantinos no solo son apreciados por su sabor, sino también por su versatilidad en la mesa. La combinación de estos caldos con la cocina mediterránea crea una sinergia única que los amantes del buen comer y beber valoran enormemente.
Más de 500 años después de que Alicante comenzara su viaje en el mundo del vino, sus productos siguen sorprendiendo y deleitando paladares en todo el mundo. Los vinos de Alicante son mucho más que una bebida: son una expresión de la tierra, la historia y la cultura mediterránea. Para aquellos que buscan una experiencia enológica única, un recorrido por las bodegas y viñedos de Alicante es una invitación a descubrir una de las joyas mejor guardadas del sur de España.