Street art: el nuevo arte de Roma no está en ningún museo

Alejados de los museos y las zonas más conocidas de Roma, barrios como Ostiense, Tor Marancia y el Pigneto despliegan nuevos circuitos artísticos que tienen el arte callejero como protagonista

Ostiense es uno de los bastiones del arte callejero en Roma. Foto: Antonello Nusca | EFE.

Hay casi tantas formas de descubrir Roma como personas se acercan a ella. Del arte romano al renacentista, descubriendo sus fabulosos museos, tras los pasos de los más grandes artistas que, como Miguel Ángel, Rafael, Bernini o Caravaggio, hicieron de ella su hogar y su principal lienzo, rastreando la cultura egipcia o las curiosidades de sus fuentes o paseando por los lugares que el cine convirtió en escenarios inolvidables.

Sin embargo, lejos de los grandes monumentos y rincones del centro histórico (y también lejos de las hordas de turistas que los habitan) existen otros circuitos que tienen en donde los protagonistas son espectaculares grafitis que están convirtiendo barrios periféricos en auténticos museos al aire libre.

El mejor street art de Roma

Es el caso de barrios como Ostiense, Tor Marancia, el Quadraro, el Pigneto, San Basilio o Tor Bella Monaca, en muchas ocasiones áreas marginales que emergen como gigantescos lienzos de arte callejero.

A veces de forma espontánea y otras veces por decisión de las instituciones, que encargan este tipo de obras para acabar con la imagen de degradación de las calles, la ciudad cuenta con cerca de 330 grafitis de interés artístico reunidos en un mapa (Street Art Map) elaborado por el organismo local de turismo.

Arte urbano en Ostiense

Hasta una treintena de estos murales se localizan en Ostiense, uno de los primeros barrios en hacer del street art su sello.

De pasado industrial, este barrio obrero que languidecía en el deterioro ha logrado renacer como una de las zonas más animadas e interesantes de Roma, donde abundan clubes y restaurantes, galerías de arte y espacios de encuentro.

Grandes fachadas lucen coloridas obras de artistas como Iena Cruz, autor Hunting Pollution, el considerado el mural verde más grande de Europa, ya que fue realizado con Airlite, una pintura ecológica especial que captura las sustancias contaminantes y las destruye gracias a una reacción similar a la fotosíntesis de la clorofila de las plantas. Según sus responsables, actúa como un pulmón verde capaz de purificar el aire como un bosque de 30 árboles.

En Ostiense Iena Cruz pintó el mural verde más grande de Europa, capaz de purificar la misma cantidad de aire que 30 árboles

Ubicado en la via del Porto Fluviale, en unos de los cruces con más tráfico y contaminación, se extiende por dos fachadas de un mismo edificio una enorme garza tricolor, una especie en peligro de extinción, que acaba de atrapar una presa en un mar contaminado.

‘Hunting Pollution’ en Ostiense. Foto: Yourban2030.

El proyecto data de 2018 y contó con el apoyo de la ONG Yourban2030, que espera que la experiencia se pueda repetir en otros lugares, siempre con el mismo mensaje: «el desarrollo sostenible es posible y el arte puede ser portador de conciencia colectiva».

En 2020 en este barrio, Yourban2030 también financió la obra Outside In, otro grafiti verde, en este caso obra del artista callejero holandés JDL, que es un homenaje al movimiento LGBTQ+ y a la figura de La Karl Du Pignè.

Museo al aire libre en Tor Marancia

El barrio de Tor Marancia, con sus barriadas de viviendas populares idénticas que datan de los años 40 del pasado siglo, fue el elegido para el proyecto Big City Life por el que 22 artistas callejeros transformaron por completo la cara de este suburbio a golpe de sprays y aerosoles, logrando convertirlo en un verdadero museo al aire libre, ahora en el radar de turistas y amantes del arte.

Entre los monumentales murales (la mayoría ocupa fachadas completas de edificios), destacan el Bambino Redentore (El niño redentor), un grafiti creado por el artista callejero francés Seth y que representa a un niño en una escalera de colores mirando al horizonte. Recuerda a Luca, un chico que vivía en ese distrito y que falleció tras un accidente mientras jugaba al fútbol.

Nostra Signora di Shanghai, del artista Mr.Klevra, que representa a una virgen de estética bizantina, y Veni, vidi, vici, de Lek & Sowat, un homenaje a una de las frases más famosas de la historia pronunciada por Julio César tras su victoria en la batalla de Zela y que significa literalmente “Vine, ví, vencí” con el que se rememora el antiguo esplendor de Roma y su fascinante historia son otras buenas muestras del arte urbano en Tor Marancia.

‘Nostra Signora di Shanghai’, del artista Mr.Klevra. Foto: Antonello Nusca | EFE.

Arte con mensaje

En el Pigneto, un barrio alternativo que ha vivido un auténtico auge en los últimos años, también el arte callejero es el protagonista con sus obras entre las que destacan las dedicadas a Pier Paolo Pasolini.

En la calle Fanfulla da Lodi está el mural de Omino 71, que creó el rostro de Pasolini con una máscara de superhéroe y las palabras «Sé los nombres».

En esa misma calle se puede ver también un mural con el rostro de María inspirado en la película El Evangelio según Mateo, realizada por el artista romano Sr. Klevra y obra de Maupal.

Combatir marginalidad con arte

Próxima al Pigneto, el multicultural barrio de Tor Pignattara es otro de los distritos convertidos en los últimos años en lienzo de los artistas urbanos.

Coffee Break. Foto: Etam Cru.

En sus calles, antes vinculadas a la criminalidad, han firmado artistas como de renombre como Sten&Lex, Solo, Diavú, L’Atlas, Dulk, Jef Aerosol, pionero en el uso del esténcil, C215 o el dúo polaco Etam Cru, autor de un espectacular mural de 35 metros de altura de nombre Coffee Break, que muestra a un hombre saliendo de un basurero con un café en la mano.

También aquí puede verse el mural del español Antonio Segura Donat, conocido como Dulk, que representa un animal fantástico a medio camino entre un panda y un zorro. Sus colores vivos y su dulce mirada saludan desde la calle Antonio Tempesta.

San Basilio y Quadraro

Al noreste de Roma, también el residencial barrio de San Basilio comenzó a colorear sus fachadas a partir del año 2014 con el proyecto Globe San Ba, que ha dejado un conjunto de murales que representan flores, pavos reales o criaturas fantásticas. Dos de ellos, que representan la desequilibrada relación del hombre y la naturaleza, los firma al artista español Liqen.

Agostino Iacurci y Hitnes son otros dos de los artistas que han contribuido al cambio en San Basilio.

‘El Renacer’, en San Basilio. Foto: Liquen.

Acabamos esta ruta en el barrio de Quadraro que, en realidad, fue uno de los pioneros en apostar por el arte urbano en Roma.

Aquí tomó vida, en 2010, el Proyecto MURo – Museo de Arte Urbano de Roma, una iniciativa del artista David ‘Diaù’ Vecchiato para crear un verdadero museo de arte urbano al aire libre que hoy cuenta con más de una veintena de obras creadas por destacados artistas.

MURo es un proyecto site-specific; es decir, diseñado para favorecer la relación de los autores con el barrio, de modo que se integren totalmente en el tejido social y beban de sus ideas y sus historias para crear sus obras.

Nacido en Quadraro, el proyecto se extendió después a otras zonas de Roma como la citada Tor Pignattara, y se nutrió de otras grandes iniciativas como GRAArt (17 grandes murales alrededor del Grande Raccordo Anulare) y POPSTAIRS (5 grandes escaleras pintadas en Roma).

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