Galway: música, historia y cultura en el oeste de Irlanda

A orillas del río Corrib, en el occidente de Irlanda, la pequeña ciudad de Galway posee una cultura vibrante y es uno de los mejores lugares para escuchar música en directo en el país

Si ya conoces Dublín no puedes perderte Galway. Foto: Stephen Duffy | Turismo de Irlanda.

Irlanda es mi segunda casa. Al menos creo que me gané el derecho a llamarla así tras haber vivido casi 10 años en la mágica Isla Esmeralda. Aunque habité durante todo ese tiempo en Dublín, me escapé decenas de ocasiones a una pequeña ciudad que se asoma a las aguas del Atlántico, en la parte central de la costa oeste del país. Se trata de Galway.

Las diferencias entre Dublín y Galway son tangibles. En ambas encontrarás una importante mezcla cultural, pero mientras la capital es una gran urbe donde la gente va a trabajar y ganarse la vida, Galway es una pequeña localidad repleta de estudiantes, en la que merece la pena disfrutar del arte, la cultura y un buen número de hermosos paisajes que se encuentran a tan sólo unos minutos en coche –o barco- del centro.

Ambas tienen su atractivo, pero si ya conoces Dublín, Galway debe ser, sin ninguna duda, tu siguiente destino en Irlanda.

Galway es conocida como la ‘Ciudad de las Tribus’. Foto: Stephen Power | Turismo de Irlanda.

La ciudad de las Tribus

Galway es antigua y gaélica. Lo noto en el ambiente cada vez que llego a ella. Uno de esos lugares cuya historia estuvo definida por unas cuantas familias poderosas –en concreto, catorce– que dominaron el comercio y la política del lugar durante varios siglos (entre el XIII y el XIX).

Por eso aún se le llama a Galway, cariñosamente, ‘La ciudad de las Tribus’.

El legado de esas 14 familias o tribus sigue estando muy presente en las calles, antiguas fortalezas e imponentes edificios históricos de la ciudad.

Una prueba de ello es el viejo callejón llamado Kirwan’s Lane, uno de mis favoritos en Galway. Pasear por él es como entrar en una máquina del tiempo.

Kirwan’s Lane en Galway. Foto: Stephen Power | Turismo de Irlanda.

Se encuentra en la parte que quedaba dentro de las antiguas murallas medievales de la ciudad, y a él se asoman un buen número de rústicas casas de piedra, cuyas fachadas aún presentan elementos propios de las viviendas de los siglos XVI y XVII.

Hace tiempo que la mayoría de ellas dejaron atrás su papel de viviendas para convertirse en pubs, restaurantes, cafeterías y tiendas de artesanías.

Una gran prueba de esta mezcla entre lo antiguo y lo nuevo la encontrarás en el pub Busker Browne’s, en el que además de música en vivo, también hallarás restos de un antiguo convento dominicano, que fueron donados por John Kirwan en 1686.

La música como forma de vida

He vivido algún concierto que merecía la pena en el Busker Browne’s, pero lo cierto es que las oportunidades para disfrutar de la música vivo en Galway son casi incontables. Es algo que esta ciudad lleva en la sangre.

En el barrio latino de Galway se vive y se respira música. Foto: Stephen Power | Turismo de Irlanda.

Para poder comprobarlo, sólo tienes que pasear por una de las partes más coloridas y carismáticas de Galway: el Latin Quarter.

No falla, en casi cualquier urbe del mundo, el barrio latino es aquel en el que pasan cosas y los sentimientos salen a flor de piel.

El barrio latino de Galway está formado por una maraña de calles adoquinadas que se extienden, en forma de garfio, por la orilla oeste del río Corrib, entre el Puente de O’Briens y el Spanish Arch.

Paseando por aquí, encontrarás alegría, música, sonrisas, los mejores pubs, tiendas y restaurantes de la ciudad y a una auténtica legión de artistas callejeros que te sorprenderán con verdaderos conciertos al aire libre, números de magia, acrobacias y desternillantes (siempre que domines el inglés, claro está) monólogos.

Los artistas callejeros son multitud en Galway. Foto: Brian Morrison | Turismo de Irlanda.

Pero no sólo merecerá la pena observar a los artistas, sino que también es toda una experiencia fijarse en los transeúntes. Y es que no hay mejor manera de conocer el pálpito de una ciudad que sentarte en una de las esquinas más icónicas de la misma y dedicarte a observar a la gente. Cómo viste, cómo se relaciona, qué hace.

En el Latin Quarter hallarás turistas, estudiantes y gente local, todos mezclados en pura armonía y siguiendo, como en el cuento de ‘El flautista de Hamelín’, el sonido de la música en directo.

Quizás ese sonido les lleve a Seven Bridgestreet, uno de los pubs con mejor live music en esta parte de la ciudad. No lejos de aquí, en la histórica plaza de Eyre Square, el pub An Pucán (llamado así en honor a los botes tradicionales que se usaban los pescadores del cercano parque nacional de Connemara) es tu lugar si quieres escuchar música tradicional irlandesa.

Pub An Pucan. Foto ©Martin Mc Guire.

Una ciudad cultural

En el año 2020, Galway tuvo la alegría (aunque bastante mitigada por la pandemia) de ser elegida Capital Europea de la Cultura. Se puede apreciar esta cara de la ciudad visitando lugares como el Museo de la Ciudad de Galway, alojado en un moderno edificio situado junto al río.

La entrada es gratuita y podrás dar un paseo por la arqueología, el arte, la historia natural y el pasado de las gentes de Galway. Si eres un amante de la fotografía, no te pierdas la magnífica colección de instantáneas que documentan la historia de la ciudad desde 1950 en adelante.

Otro museo interesante, por su rareza, es el de la Torre de Vigilancia de Pescadores (Fisheries Watchtower museum). Ya el edificio en sí es único en Irlanda. Se trata de una torre construida en 1853, en estilo neorománico que fue utilizada para vigilar la posible pesca ilegal en el río Corrib.

Fishery Tower Museum, Galway. Foto: Kelvin Gillmor | Turismo de Irlanda.

Tras una importante renovación, el museo abrió sus puertas en 2015 y contiene una interesante muestra sobre la historia de la pesca en la zona.

Las islas de Aran, un lugar en el que el tiempo se detuvo

Aunque caminar por las calles de Galway puede resultar tan absorbente que quizás no quieras dejar la ciudad, te aconsejo que hagas un esfuerzo para despegarte de ella y tomar uno de los barcos que te lleva a las islas de Aran.

Estas ínsulas se encuentran en el punto exacto en el que las aguas de la bahía de Galway se mezclan con las del océano Atlántico.

Sobre sus verdes campos, delimitados por bajos muros de piedra, se encuentran algunas granjas desperdigadas. La dura gente que habita las islas se aprovecha del arduo trabajo –y la fe– de sus ancestros, quienes estuvieron arando y enriqueciendo las tierras con algas marinas. Ahora, ese bello paisaje campestre es también fértil.

Merece la pena conocer las Islas de Arán. Foto: ©Gareth McCormack.

La vida en las islas Aran es totalmente rural y tranquila, siendo complicado encontrar otro lugar así en Europa. Parece que el reloj se detuvo en algún momento del siglo pasado y una prueba de ello es que el viejo gaélico sigue siendo la lengua más hablada entre los lugareños.

Es la guinda del pastel de una visita a Galway. Uno de los lugares más encantadores que puedes conocer en Irlanda.

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