Cinco experiencias que solo podrás tener en Girona este otoño

Desde los paseos por el bosque urbano de la Devesa a las caminatas por las murallas, pasando por el descubrimiento de sus tiendas boutique y de su pasado medieval, Girona es una ciudad que merece una escapada

Girona vista desde el puente Eiffel. Foto Laurence Norah – PTCBG

Es la ciudad con uno de los barrios judíos medievales mejor conservados de España. Una de las mecas de las tendencias gastronómicas del país, un lugar donde las tiendas presumen de un diseño ejemplar, en que unas antiguas murallas se convierten en una fantástica pasarela por los tejados y patios. Esta es Girona.

Esta ciudad del norte de Cataluña es ideal para una escapada de fin de semana, la mejor forma de atrapar sus variadas propuestas con calma.

Muy bien comunicada con Madrid y Barcelona con trenes de alta velocidad o de media distancia y autopistas, es una ciudad para recorrer a pie sin prisas. Y si se trata de ejercitar las piernas, nada menos que empezar con el paseo por sus murallas.

La magia de contemplar Girona al atardecer. Foto Jordi Renart – PTCBG

La muralla medieval

Las murallas que datan de la época romana, pero que se fueron ampliando hasta el siglo XIV, han protegido fielmente a Girona durante centurias.

Estos muros que llegan a los 60 metros de alto se rehabilitaron como un interesante trazado peatonal de poco más de dos kilómetros, donde lentamente se va ascendiendo junto al terreno mientras se ven los tejados y cúpulas de Barri Vell a un lado y las urbanizaciones que trepan por las sierras del otro.

Vistas de la muralla medieval. Foto Maria Geli – Pilar Planagumà | PTCBG

En algunos sectores es posible tener mejores perspectivas desde las antiguas torres de defensa, y en la caminata se ven edificios emblemáticos como la Catedral de Girona, las residencias de las familias nobles o eclesiásticas como el Palau Episcopal o la Plaza de los Apóstoles.

Si se inicia el recorrido desde el Pont de Pedra, se termina en los jardines que está detrás de la Catedral, que en otoño son un recomendado lugar para desconectar.

El barrio judío

El antiguo Call es uno de los barrios judíos ejemplares de España, no solo por sus angostas callejuelas y pronunciadas escalinatas se encuentran en excelente estado de conservación, sino por la abundancia de sitios para revivir la importante cultura de este pueblo en la historia medieval de la ciudad.

El Call es uno de los barrios judíos mejor conservados de España, heredero de la importante cultura hebrea medieval de la ciudad

Así se puede ver en sus pequeñas tiendas que venden libros y mapas históricos, postres y otras perlas gastronómicas de la época del sefarad.

Escalinatas del Call. Foto Oscar Vall | | PTCBG

Un sitio que hay que visitar es el Museo de la Historia de los Judíos, ubicado en una antigua sinagoga. Además de ver tapices, manuscritos, joyas, elementos decorativos de las viviendas y los templos, también se pueden descubrir una colección de lápidas hebreas medievales provenientes del cementerio de Montjuïc.

Hablando de museos, cabe recordar que esta ciudad catalana tiene seis museos que permiten conocer la historia y el arte de la ciudad, como el del Cine, el de Historia de Girona (que se remonta a las épocas romanas), el de Arqueología, el del Tesoro de la Catedral, el de Arte y la Casa Masó, con su legado de las pinturas noucentistas de Rafael Masó.

De compras por Girona

Habíamos tocado las tiendas del pasado judío, pero el cuidado y cariño que se pone en sus escaparates se replica en todos los comercios del Barri Vell y del Eixample.

Así se pueden encontrar tiendas centenarias que presumen de elegancia modernista como la Farmacia Saguer, las que junto al río Onyar conservan restos arqueológicos, las que presentan innovadores diseños artesanales como las cerámicas de Helénica o las librerías centenarias como la Geli (que tiene un pasadizo secreto que se usó como refugio en la Guerra Civil).

Tiendas de Girona. Foto Rene Gonkel – PTCBG

En estas épocas, además de contemplar la belleza de las tiendas decoradas, hay que dar una vuelta por los mercadillos navideños como el de la Plaza de la Independencia que ofrecen toda clase de artículos relacionados con estas fiestas así como productos gastronómicos típicos de la zona.

Delicias gastronómicas

Girona es el reino de los hermanos Roca, donde el Celler fue elegido numerosas ocasiones como el mejor restaurante del mundo, y que convierte a esta ciudad en un destino gastronómico en sí mismo.

El restaurante Normal, el hotel boutique Casa Cacao (atención a su brunch) y el futuro complejo del Castell de Sant Julià de Ramis son algunos de los sitios que conforman su grupo gastronómico.

El Celler de Can Roca. Foto Wim Jansen

Los hermanos Roca han convertido a Girona en un destino gastronómico de importancia mundial

Además del universo de los Roca, la ciudad cuenta con numerosos restaurantes de calidad, pero también hay que pasar por el Mercado del Lleó, donde se concentran 60 paradas donde se puede probar desde los quesos, dulces y embutidos de las comarcas vecinas como frutas, carnes, pescados y verduras que son buscadas tanto por los residentes como por los cocineros de los prestigiosos restaurantes de Girona y alrededores.

Pulmones verdes

Si alguien hizo la recomendada Vía Verde del Carrilet habrá llegado, ya en la última etapa, al parque de la Devesa.

Paseo del parque de la Devesa. Foto Hecktic Travels

Este es un pulmón de 40 hectáreas que en otoño se tapiza de hojas marrones de los árboles que crecen junto a los ríos cercanos, así como de los 2.600 plátanos pueden llegar a los 60 metros de alto (varios con más de 170 años de vida), y que conforman hermosos paseos naturales que se integran con las Riberas del Ter.

Además de este parque urbano, el más grande de su tipo en Cataluña, también se puede conocer el Parque de Sant Daniel; el de Galligants y la montaña de la O; así como las huertas de Santa Eugènia y las dehesas de Salt.

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