Power Electronics cambia de opinión: ahora aleja el fantasma de su traslado a EE.UU.

Daniel Soler, CFO de la compañía valenciana, estima que la facturación del año alcanzará los 1.400 millones de euros, un 60% en EE.UU.

Instalaciones de Power Electronics

Instalaciones de Power Electronics

Power Electronics enfría la hipótesis de un traslado de su actividad a Estados Unidos. Si hace unos meses la compañía amenazaba con llevarse el 60% de la producción de su planta valenciana al país norteamericano si se aplicaban aranceles, ahora el discurso es bien distinto. En referencia a la situación económica y comercial actual, con los continuos vaivenes de Donald Trump, Daniel Soler, CFO de la compañía valenciana, ha afirmado: «Nuestro proyecto de expansión de Estados Unidos venía ya de antes y la situación que ha sucedido en 2025 lo ha parado un poco».

Así lo ha manifestado Soler en el marco de una mesa redonda en el Foro Empresarial España–EEUU, celebrado en Cámara Valencia. ‘Desde la experiencia: Estrategias para invertir en EEUU’ ha contado, además de con el CFO de Power Electronics, con el director comercial de Zummo, Carlos Castejón, el CEO de Das Audio, Manuel Peris, el presidente de Importaco, Toño Pons, y ha estado moderada por la directora ejecutiva de la Spain-U.S. Chamber of commerce, Gemma Cortijo.

El director financiero de Power Electronics ha recordado que la apuesta por Estados Unidos no es nueva. “Somos exportadores. Nos implantamos en EE.UU. en 2014, sobre todo en California y Arizona, con grandes inversiones en grandes plantas fotovoltaicas”, ha explicado. “Estados Unidos representa el 60% de nuestra facturación y vamos a cerrar el año en 1.400 millones de euros. Tenemos unos 560 empleados allí”, ha detallado.

Soler ha subrayado que el mercado estadounidense encaja muy bien con el ADN de la empresa. “Es un mercado muy competitivo, pero valora cualidades que encajan muy bien con nuestra organización. Hemos invertido siempre mucho en I+D, no copiar, y ser pioneros en el mercado. También hemos hecho una gran inversión”, ha destacado.

Sin embargo, el contexto reciente ha cambiado las prioridades. El directivo ha reconocido que lo que hace unos años se veía como la evolución natural -reforzar la presencia industrial en EE.UU. para acompañar el peso de las ventas- hoy se contempla con mayor cautela. “El mayor desafío en EE.UU. ha sido cultural. Con los aranceles todo ha sido muy difícil. Aceleramos exportaciones sin saber lo que iba a pasar después… Ha sido muy complicado y lo hemos absorbido internamente”, ha admitido.

A ello se suma el diferencial de costes. “Además, el coste laboral allí es muchísimo más caro que en España. Con lo cual, pensamos que ni todo aquí ni todo allí. Hay que elegir muy bien dónde está el equilibrio”, ha señalado.

Soler ha explicado que el proyecto de expansión industrial en Estados Unidos venía de antes, pero la situación vivida en 2025 y la incertidumbre regulatoria han frenado los planes. “El proyecto de expansión en Estados Unidos venía de antes y todo esto lo ha parado un poco. Esta visión de corto plazo que no se sabe hacia dónde van a ir hace que hayamos parado un poco la parte de inversión en capex. Esta situación lo cambia todo. No vemos que estén preparados para que invirtamos allí, están cambiando su modelo industrial”, ha afirmado.

El CFO ha remarcado que Power Electronics no toma decisiones estratégicas solo por una ayuda puntual o por una coyuntura concreta. “Nosotros tampoco hacemos inversiones o tomas de decisiones por una situación muy concreta o por una subvención. Tienes que tomar decisiones que tengan sentido en el largo plazo, sobre todo en inversiones en Estados Unidos”, ha argumentado.

En este contexto, la compañía ha decidido modular su hoja de ruta. “Esta visión tan de corto que no sabes por dónde se va a mover nos ha hecho parar un poco. Seguimos avanzando con nuestro proyecto, sabemos que tenemos que seguir con esos procesos de automatización y sí que estamos lanzando algunas inversiones para poder llevar allí y empezar a dar nuestros primeros pasos”, ha explicado Soler.

El gran condicionante está en la cadena de suministro y en el empleo asociado. “Para producir allí, desarrollar una cadena de suministro para ese incremento es brutal. Entonces, al final, nuestros empleos indirectos son más de 30.000 personas, que la mayoría están en España. Desarrollar y tener eso en Estados Unidos… No están preparados. Están empujando hacia una dirección que en nuestro sector no vemos que estén preparados para poder nosotros avanzar allí”, ha advertido.

Los data centers, una gran oportunidad para Power Electronics

Pese a ello, el mercado estadounidense sigue siendo clave para el crecimiento futuro de Power Electronics. “Hay una necesidad de expansión en energías renovables y está creciendo mucho la necesidad de desarrollar almacenamiento para data centers. Eso nos abre una puerta a seguir creciendo en el sector”, ha subrayado Soler.

En cambio, una de las grandes apuestas iniciales está hoy en pausa. “En la parte del vehículo eléctrico teníamos bastantes expectativas en EE.UU., pero está bastante parado”, ha reconocido.

La guerra de aranceles golpea a Importaco

Por su parte, Toño Pons, presidente de Importaco, proveedor de Mercadona, ha recordado que el acercamiento de la empresa al mercado estadounidense llegó de la mano de la ampliación de su catálogo. “Conocimos Estados Unidos cuando empezamos a extender nuestra gama de productos. Traemos de California nueces, almendras, pistachos…”, ha señalado.

El directivo ha subrayado que el desafío ya no es solo importar materia prima, sino adaptarla a las necesidades de los mercados donde venden. “Nuestro reto es que desde California nos adapten los productos para los mercados en los que vendemos, especialmente a Europa”, ha explicado.

La guerra comercial entre Washington y Bruselas les ha pasado factura: “En la guerra de aranceles padecimos bastante porque en el caso de las almendras era uno de los productos con los que Europa iba a contestar. Cada vez que Trump comenta algo afecta, y a nosotros nos afecta sobre todo en el tipo de cambio. Es una montaña rusa”, ha advertido.

En el caso de Zummo, especializada en soluciones de exprimido de zumo fresco, la apuesta por el mercado estadounidense también es de largo recorrido. “Nos implantamos en EE.UU. en 2005, hace 20 años. Actualmente, el mercado de Estados Unidos representa entre un 20 y un 25% de la facturación de la empresa”, ha indicado Carlos Castejón, director comercial de la compañía.

Castejón ha explicado que la reacción de Zummo a la imposición de aranceles fue anticiparse con stock para garantizar el suministro. “Cuando vimos lo que sucedía con los aranceles, fuimos de las empresas que empezamos a enviar inventario para allá. Cualquier contenedor que pudiéramos enviar era poco”, ha relatado. Con el paso del tiempo, el impacto ha sido más moderado de lo que temían en un principio: “Con el paso de los meses, hemos visto que no ha sido tan negativo. Hemos subido precios, pero no tenemos pensado subirlos más”, ha apuntado.

DAS Audio, por su parte, ha convertido Estados Unidos en uno de sus principales mercados estratégicos dentro del sector del sonido profesional. “Estados Unidos representa aproximadamente un 33% de nuestro negocio. Abrimos hace 25 años en Miami. En nuestro caso, fue como puerta de acceso también al mercado latinoamericano”, ha explicado Manuel Peris, CEO de la compañía.

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