Ayuso y Mazón impulsan un corredor mediterráneo con Lisboa y Zaragoza, que relega a Cataluña
La opción madrileña y valenciana consiste en sumar a regiones por que la competencia mejora la economía, un modelo que choca con el independentismo catalán que requiere beneficios exclusivos como tener la llave logística de las infraestructuras logísticas
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al president de la Generalitat, Carlos Mazón, participan en la II Cumbre Empresarial Comunitat Valenciana-Comunidad de Madrid. EFE/ Chema Moya
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Carlos Mazón e Isabel Díaz Ayuso comparten la idea de que la competencia es buena. Abogan por la colaboración entre territorios. Tienen el deseo de incorporar competidores porque los entienden como incentivadores de la economía. Suman a Lisboa y a Zaragoza al entramado logístico que une Valencia y Madrid y que se se sitúa en el marco del Corredor Mediterráneo. La suma de actores, que es la apuesta de Ayuso y Mazón, resta exclusividad a Cataluña, que quedaría relegada por el auge del resto de territorios de España.
El presidente de la Comunidad Valenciana dijo: “Hay que ganar para poner en marcha la plataforma del futuro de Madrid y Valencia. Esto va de que España tenga cada vez más territorios competitivos y no menos».
La presidenta de la Comunidad de Madrid afirmó: “No nos van a dividir a las comunidades autónomas. El Gobierno intenta dividir pero no lo van a conseguir”. La respuesta llegó cuando se le preguntó por la financiación autonómica pero el argumento de Isabel Díaz Ayuso entronca con lo que previamente había dicho Carlos Mazón.
«Cuando otro territorio de España compite, no se llora: se compite con él. El objetivo es que cada vez haya más territorios competitivos y que lo hagamos desde la coordinación y la unión», es la propuesta de Mazón.
Trasladado esto a las infraestructuras, la visión global e integradora del Partido Popular en Madrid y Valencia es ampliar el alcance de las redes logísticas. El origen del movimiento para sumar comunidades autónomas a un frente común tiene en AVE, el lobby de Juan Roig y Vicente Boluda, el impulso inicial.
La plataforma #QuieroCorredor enlaza las autonomías de Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña por un bien común. Pese a que su ‘leit motiv’ es el Corredor Mediterráneo, es decir, unir los territorios bañados por dicho mar, su alcance es superior.
Josep Vicent Boira, como comisionado del desarrollo del Corredor Mediterráneo y gurú de AVE para los temas ferroviarios y logísticos, abrió el II Encuentro Empresarial entre la Comunidad Valenciana y Madrid organizado por Conexus sentando las bases con una serie de datos críticos para entender lo que ayer sucedió. «Uno de los ejes logísticos más importantes de España es Valencia-Madrid, eje que, quizá no lo sepan, desde julio de 2021 es parte integrante de la red transeuropea de transporte», explicó. También el eje Sagunto-Teruel-Zaragoza forma parte de la misma red unida al corredor mediterráneo.
Estos ramales del corredor Mediterráneo hacia Madrid y Zaragoza no son en absoluto baladís ya que permiten atraer hacia el Puerto de Valencia el tŕafico de prácticamente todo el país. La industria del centro de España tiene su salida natural por Valencia, como ayer Ayuso defendió, mientras el sur está unido con Valencia vía el Corredor Mediterráneo.
Con el eje Sagunto-Teruel-Zaragoza, que ayer en el acto empresarial entre Valencia y Madrid se mostró como estratégico, el tráfico del norte de España tiene al llegar a Zaragoza, con la misma distancia kilométrica, que elegir entre el Puerto de Barcelona o el de Valencia.
La postura de Madrid es fortalecer su puerto seco, y por ello Ayuso lo nombró junto a su deseo de mejorar la conexión con Lisboa, lo que reforzaría su geolocalización que le beneficia a nivel logístico. El desarrollo del Puerto de Valencia, puerto natural de Madrid, se refuerza si su posición logística se acompaña con capacidad de entrada y salida de mercancías de ultramar. De ahí la necesidad de la ampliación norte, que aportará conectividad.
La postura de Mazón es que en el medida de que más comunidades autónomas incrementen su generación de riqueza, mayor uso del puerto de Valencia tendrán, lo que redundará en beneficio de los valencianos. Por eso existe conexión entre Ayuso y Mazón en el deseo de crecer hacia Zaragoza y Lisboa.
La conexión ayer se fortaleció cuando Ayuso dio el paso de defender la condonación de la deuda para los valencianos, un camino que se basa en la condonación del FLA que Madrid no ha utilizado y que, por lo tanto, no puede hallar beneficio en la exploración de esa senda.
Este espaldarazo vino a acompañado de apoyar una quita valenciana pero no una quita catalana. Igualmente, el desarrollo del puerto seco de Madrid y del puerto de Valencia supone que los tráficos se movilicen fuera de las fronteras autonómicas de Cataluña. ERC ha mostrado su frontal oposición a que el Valencia vea ampliado su puerto mientras busca potenciar el de Barcelona.
Los independentistas tienen la estrategia de que el Corredor Mediterráneo sea una vía en la que Cataluña tenga la llave para poder cortarlo. De ahí viene el miedo a nivel estratégico que tiene la cesión de las vías por las que circulan las cercanías, ya que también son utilizadas por las mercancías y abren la puerta a que Cataluña pueda bloquear la exportación del resto de España.
La alternativa que defiende Mazón y Ayuso consiste en sumar territorios conectados. Esto está lejos de la voluntad separtista de los privilegios a costa del perjucio del resto. El independentismo catalán requiere de una estrategia contraria a la de Ayuso y Mazón, que parte de añadir dinamismo económico alrededor de Madrid y la Comunidad Valencia para que dicho crecimiento se convierta en crecimiento y generación de riqueza a modo de círculo virtuoso.
