Siete miembros de Podem en la Comunidad Valenciana dimiten con duras acusaciones a la dirección

Los dimisionarios denuncian una vulneración de los principios básicos del partido: la transparencia, los derechos de los trabajadores, el feminismo y el ecologismo

Dalmau dejará este viernes la Conselleria de Vivienda. Foto: EFE.

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Unidas Podemos está viviendo uno de sus momentos más críticos y la Comunitat Valenciana no escapa a esta crisis. El anuncio de la salida del conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, ha reforzado a Pilar Lima como líder del partido regional, lo que ha disgustado a algunos morados.

Siete miembros de Podem en la región han presentado su dimisión. Cristian Santiago, María García Sandoval, Rafael Mercader, Anabel Mateu, Moisés García, Ainhoa Alberola y Noelia Olivares son los integrantes que han decidido salir del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV), el máximo órgano de dirección del partido.

Estos han acusado a Lima de «hacer una ejecutiva monocolor, contraria a la unidad y la integración que exigía la militancia». En esta línea, han apuntado que «38 votos no pueden expulsar a 2.200 inscritos», aludiendo a los votos que tuvo de diferencia en la última asamblea contra Naiara Davó.

«La Coordinadora General, renunciando al diálogo y al acuerdo, ha incumplido el proyecto que presentó a la militancia y su palabra de no expulsar a los otros dos dirigentes: a Naiara Davó, cesada hace 8 meses de la sindicatura de Les Corts, y ahora a Rubén Martínez Dalmau de la Vicepresidencia«, relatan.

«No podemos ser cómplices del derrumbe interno»

De esta forma, Lima ha causado «un daño irreparable para la unidad, la fortaleza y la reputación» del partido. Para ellos, el mandato de Lima se traduce en la «imposibilidad de debate, la falta de transparencia y el incumplimiento de los acuerdos». «La deriva ya se percibe imparable«

«Pese a que hemos intentado todo lo posible para revertirla, actualmente no hay ninguna opción real de detenerla», admiten. «No podemos ser cómplices del derrumbe interno, político y ético que se están llevando a cabo desde la actual dirección».

Lima ignora los valores fundacionales del partido

Pero las acusaciones no terminan ahí, también se ha señalado la «vulneración de derechos laborales«, el incumplimiento de la política interna del feminismo y medioambiental. Algo que hasta ellos mismos califican de «inasumible» en un «espacio político que enarbola la defensa de los mismos».

Asimismo, apuntan a una pérdida de competencias en órganos como el CCV, que debe ser «el máximo órgano de toma de decisiones».

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