Fujitsu presenta el primer ERTE en España por culpa del coronavirus

El fabricante aplicará un plan de despidos temporal para la totalidad de la plantilla en su fábrica de Málaga por la falta de piezas procedentes de China

Los efectos económicos del coronavirus en España están siendo enormes. La enfermedad contagiosa se cobró la cancelación del Mobile World Congress y también está provocando despidos

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Mientras los expertos insisten en que no hay que temer en España por el coronavirus y en que el sistema sanitario está preparado para hacer frente a la enfermedad, la actividad económica continúa infectándose. En la aldea global, el efecto mariposa es ya más que una simple teoría. El parón económico chino golpea de lleno a la actividad en la Península Ibérica con el primer expediente de regulación de empleo –temporal, eso sí– presentado en el país por culpa del virus. Es en la fábrica de Fujitsu en Málaga.

«No hay nada que temer», pero el Covid-19 ya se cobró la cancelación del Mobile World Congress en Barcelona, precipitó el desplome de las bolsas como no se veía desde el brexit y siembra dudas sobre la importaciones procedentes del gigante asiático. Ahora da un paso más: ya golpea de forma directa al empleo en el país.

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la planta malagueña del fabricante japonés se firmó la pasada semana y afectará a 336 trabajadores, prácticamente la totalidad. No será un caso aislado: fuentes de la industria temen que el recorte pueda ser el primero de un largo goteo de ajustes laborales por la falta de componentes. «La cadena de suministro está rota», resumen. Al menos por el momento, no hay mascarillas que valgan para proteger la economía, convertida hasta el lunes en la principal víctima del coronavirus en España.

El ERTE de Fujitsu Ten –participada por las japonesas Fujitsu y Denso Ten– afectará a 336 personas

«Con el fin de neutralizar el impacto del coronavirus, y neutralizar la falta de actividad temporal», Fujitsu Ten «considera necesario» presentar el recorte de plantilla, que afectará los trabajadores, explica la empresa en un documento oficial.

Según los informes a los que ha tenido acceso Economía Digital, sindicatos y dirección de llegaron a un acuerdo el pasado 18 de febrero para aplicar un ERTE para 336 empleados de la fábrica de Málaga, especializada en la elaboración de componentes de coche y cajeros automáticos. A pesar de estar ya firmado, la suspensión no entrará en vigor hasta el 2 de marzo, aunque podría aplazarse algunos días si se consigue mantener la producción. Se alargará hasta el 17 de mayo.

Las razones esgrimidas por la cúpula no dejan lugar a dudas: «El brote de coronavirus está causando graves perjuicios relacionados con el transporte de mercancías desde el país asiático (…) dicha falta de materiales provocará la interrupción y parada de muchas de las líneas de producción de la fábrica, tanto de automoción como de cajeros automáticos, e imposibilitará que los trabajadores continúen con su actividad».

El ERTE de Fujitsu afectará a Toyota, PSA, General Motors y Caixabank

Con una fuerte dependencia de los proveedores chinos, Fujitsu asegura que su cierre también afectará a las tres grandes marcas para las que trabaja: Toyota, PSA y General Motors. El contagio también impactará en Caixabank, para los que el fabricante japonés elabora cajeros automáticos. Según sus previsiones, entre el 2 y el 16 de marzo sus líneas de producción se iban a quedar sin los componentes necesarios para funcionar.

Sin embargo desde la sociedad añaden que, de no haber sido ellos, lo más probable es que hubiera sido uno de sus clientes el que hubiera apretado el gatillo del ERTE: «Dependemos de la llegada de pedidos y en caso de parada de líneas de producción de coches por falta de suministro, los clientes dejarían de pedir nuestros productos, lo que nos obligaría a parar incluso teniendo capacidad».

Los problemas en el sector de la automoción ya son recurrentes, por lo que no hubiera sido extraño. Por ejemplo: Audi también presentó un ERE temporal de 16 días en su fábrica de Bruselas, en Volkswagen ya admiten sotovoce que se verán obligados a cerrar turnos en sus centros de Alemania en las próximas semanas y Nissan tuvo que detener su producción en una de sus plantas japonesas por la dificultad de encontrar componentes procedentes de China.

El golpe en los próximos días a la actividad portuaria por el coronavirus rondará el 30%, según los estibadores

Y si Fujitsu Ten ya teme por el desabastecimiento, la dinámica para la industria irá a peor. Fuentes cercanas a Puertos del Estado explican a Economía Digital que las afectaciones por el virus surgido en la ciudad de Wuhan (China) no dejarán ver su dimensión real en el transporte de mercancías hasta «la novena semana del año». Es decir: entre la actual y la próxima. Tras varias semanas de falsa normalidad el volumen de trabajo en las instalaciones portuarias decaerá. ¿Cuánto? Las voces consultadas mantienen la incógnita, pero garantizan que “la rebaja de carga será notable”. “El impacto se verá ya en los próximos días, pues el tiempo que tardan los barcos en llegar al Mediterráneo desde el país asiático es de 21 días y un mes», explican fuentes cercanas a las infraestructuras portuarias. 

Para hacerse una imagen de lo que está en juego, solo es necesario mirar a los datos publicados por el ICEX: en 2019, el 9,1% del total de las importaciones y el 2,3% de las exportaciones fueron con el Estado presidido por Xi Jinping. Según la  Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (ANESCO), el descenso inicial rondará el 30%.

Las dificultades de suministro no tienen visos de solucionarse de manera inmediata. A falta de encontrar proveedores alternativos, la propia Fujitsu asume que la hipotética reanudación del transporte de mercancías en las próximas semanas acarreará «la necesidad de superar la congestión de puertos y navieras» a la que se enfrentarán por el ingente volumen de pedidos atrasados.

El coronavirus, implicado en otros recortes en España

El de Fujitsu Ten –participada al 45% por Fujitsu y al 55% por el grupo japonés Denso Ten— es el primer gran ajuste laboral sellado por el impacto del coronavirus, pero se estima que no será el última. La semana pasada, la firma de componentes gallega Trèves ya propuso hacer coincidir el ERTE que aplica anualmente desde hace varios años con el probable desabastecimiento de piezas procedentes de China. Por el momento, no trascendieron ni fechas ni número de afectados por el recorte.

También hace unos días, Magneti Marelli presentó un ERTE para toda la plantilla de su planta de Barberà del Vallés (Barcelona), especializada en el trabajo con faros LED. Según explicó la propia empresa, los despidos se justifican por «motivos de producción» aunque el coronavirus es también un factor colindante en el tijeretazo, que se aplicará durante 60 días entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre y afectará a los 493 trabajadores.

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Carles Huguet

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