La Airef recorta el PIB de 2025 al 2,3% y cree que el Gobierno tendrá que hacer ajustes para cumplir con Bruselas

La Autoridad Fiscal rebaja las proyecciones de crecimiento al 2,3% y al 1,7% en 2026 debido a la incertidumbre

Archivo – La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha recortado sus previsiones de crecimiento económico tanto para 2025 como para 2026 por la incertidumbre económica vinculada a la guerra comercial desatada por Estados Unidos y estima que, para cumplir con los compromisos presupuestarios con Bruselas, el Gobierno tendrá que adoptar ajustes para 2027 y 2028, ya que la tendencia actual haría incumplir las reglas fiscales europeas.

El organismo que preside Cristina Herrero calcula que el producto interior bruto (PIB) avanzará un 2,3% este año, dos décimas menos que en su proyecciones de hace solo un mes, y un 1,7% el que viene, tres décimas menos, con una progresiva desaceleración hasta 2029, cuando cerrará con un alza del 1,5%.

«El escenario macroeconómico y las previsiones se enmarcan en un clima total de incertidumbre comercial y arancelaria, que se tienen que reflejar en las previsiones tanto de la Airef como del Gobierno», ha señalado Herrero durante la presentación de su informe de seguimiento del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo, presentado este miércoles.

Si en abril la Airef mejoró sus proyecciones con respecto al escenario de octubre, ahora vuelven a rebajarlo por el «deterioro de los presupuestos exógenos» de la economía mundial. Frente al 2,6% del crecimiento que estima el Gobierno para este año y el 2,2% para el que viene, la Autoridad Fiscal apunta que el Ejecutivo calcula un comportamiento de la demanda nacional (particularmente, la inversión) mucho mejor, lo que compensaría el deterioro en el sector exterior.

Herrero no se ha ahorrado críticas al Informe de Progreso Anual que elabora el Ministerio de Economía, ya que ha considerado que no contiene toda la información que debería para garantizar que sea una herramienta eficaz de seguimiento de las reglas fiscales. «Si el Plan Fiscal Estructural tenía grandes deficiencias en el contenido como para que pudiéramos considerarlo un Plan de medio plazo, el contenido no cumplía con esas expectativas de planificación de medio plazo, el informe de seguimiento sigue sin cumplir con esas expectativas como para que podamos decir que hay una auténtica orientación», ha lamentado.

También ha rechazado que el Gobierno no les pidiera el aval para el escenario macroeconómico hasta 2028, ya que en octubre, cuando sí lo hizo, solo diseñó unas proyecciones hasta 2026. «Cuanto menos, por la incertidumbre que rodea el momento y porque este escenario macro puede ser utilizado por el Estado y las comunidades autónomas para la elaboración de sus presupuestos y su planificación presupuestaria plurianual», ha señalado.

La variable clave del nuevo marco de reglas fiscales es el crecimiento de gasto primario (sin contar intereses) neto de medidas de ingresos. Si bien el cierre de 2024, con un alza de este guarismo inferior a lo que se había previsto anteriormente, genera un ‘colchón’ de medio punto del PIB, la Airef estima que este año crecerá el 4,5%, por encima del 3,7% comprometido y por encima del 4,1% que estima el Ejecutivo, una vez incluido el gasto del Plan de Seguridad y Defensa.

En un escenario de políticas constantes, los compromisos para 2025 y 2026 se cumplirían, pero a partir de 2027 y 2028 serían necesarias medidas adicionales: es decir, ajustes (recortes) en el lado del gasto, o subidas de impuestos para calzar los ingresos.

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Álvaro Celorio

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