Los trabajadores fijos a tiempo completo alcanzan un récord histórico y rozan los 10 millones

El número de indefinidos se dispara tras la reforma laboral y ya representan casi el 50% del empleo total

Los fijos a tiempo completo rozan los 10 millones. ECONOMÍA DIGITAL

Mes a mes, el mercado laboral español va consolidando un cambio histórico: los puestos de trabajo temporales son ya casi residuales y los empleos indefinidos cada vez tienen una proporción mayor en el tejido productivo. De hecho, este mes de septiembre se ha alcanzado un récord histórico en el número de personas con un contrato indefinido a tiempo completo, los de mayor calidad, y se encuentran a apenas 500 cotizantes de rebasar el umbral de los 10 millones.

Los datos de afiliación a la Seguridad Social del mes de septiembre, publicados esta semana, arrojan que ya hay 9.999.505 trabajadores que tienen un empleo indefinido a tiempo completo. Por ponerlo en perspectiva, esto supone el 46% del empleo total en nuestro país (21.697.665 millones de afiliados, según los últimos datos).

Pero, además, si la creación de empleo en los últimos doce meses se sitúa en 499.459 nuevos puestos de trabajo, 312.957 son en esta categoría contractual. El 62,7%, casi dos de cada tres afiliaciones.

Como muestra el gráfico sobre estas líneas, los puestos de trabajo indefinidos a tiempo completo han pasado de ser algo más de 6,7 millones a principios de 2018 a rozar los 9,9 millones en el último mes del que hay registros. Si sumamos los contratos a tiempo parcial, la suma total está por encima de los 12,5 millones de empleos fijos frente a los poco más de 8 millones que había en 2018.

Y sí, el mercado laboral ha ganado tamaño. En enero de 2018 eran casi 18,3 millones los afiliados a la Seguridad Social y en septiembre de 2026 son casi 21,7 millones. El empleo ha aumentado un 18,7% en este periodo, pero es que los indefinidos fijos han crecido a un ritmo casi tres veces superior: el 49%.

El punto de inflexión fue la reforma laboral de 2022. El Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió con Bruselas, como parte del programa de los fondos europeos, a abordar cambios en el mercado de trabajo que permitieran recortar la temporalidad galopante que había en nuestro país y que hacía que más del 20% de los empleos tuvieran una duración determinada, o al menos lo fueran en apariencia.

El pacto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la patronal y los sindicatos limitó al máximo los casos en los que era posible un contrato temporal y eliminó de raíz el de obra y servicio. Para las actividades estacionales, se priorizó una figura que ya existía, la del fijo discontinuo, que genera una relación laboral más estable que se activa en los ‘picos’ de actividad, como las temporadas turísticas o las tarea de recolección en el campo.

La evolución es radical. El mercado de trabajo pasó de tener 7,7 millones de empleos indefinidos a tiempo completo en diciembre de 2021 a 7,9 millones en marzo de 2022, cuando expiró el plazo para que las empresas se adaptasen al nuevo marco normativo. Desde entonces, en poco más de dos años se ha ganado dos millones más de empleos en esta categoría. Sumando los parciales y los fijos discontinuos, que también son indefinidos, son cerca de 13,5 millones.

Ahora bien, la reforma no ha erradicado de golpe la precariedad en el mercado laboral. Como ya informó ECONOMÍA DIGITAL, el cierre de septiembre supuso la destrucción de 155.000 puestos de trabajo de un plumazo, que se compensaron parcialmente por la reactivación de 120.000 fijos discontinuos (la mitad en el sector de la Educación).

Muchos de estos fijos discontinuos (han pasado de ser poco más de 300.000 a alcanzar picos de más de un millón de trabajadores) deberían tener contratos indefinidos, pero se les da de baja en vacaciones para no pagar esas cuantías. Además, la prioridad de las relaciones de trabajo indefinidas también ha provocado que se disparen los despidos en el periodo de prueba, lo que parece indicar que existe cierto fraude con contratos en apariencia fijos pero que esconden relaciones laborales determinadas y se evita el pago de una indemnización.

El nuevo plan de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, aprobado hace unas semanas, insta a que refuercen las actuaciones sobre los fijos discontinuos para evitar el «fraude» en el uso de esta figura contractual y también en el caso de los despidos en periodo de prueba.

De hecho, la propia Díaz, que este jueves presentó la nueva estrategia del organismo, cifró en 33.000 los contratos fijos discontinuos que se habían convertido en indefinidos ordinarios solo en lo que va de año, a lo que hay que sumar 26.000 falsos temporales que también se convirtieron en fijos.

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Álvaro Celorio

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