Florentino Pérez (ACS) rescata in extremis parte del proyecto M6 en Australia de 1.200 millones
La constructora española acuerda con Nueva Gales del Sur concluir las obras de superficie del M6, mientras mantiene paralizada la excavación subterránea por problemas geológicos
Florentino Pérez, presidente de ACS.
ACS ha logrado salvar parte del contrato del macroproyecto M6 en Sídney (Australia) al pactar con el Gobierno de Nueva Gales del Sur la finalización de las obras de superficie, aunque la construcción del túnel —la parte más compleja y costosa— seguirá paralizada por tiempo indefinido.
El acuerdo, sellado el pasado 30 de junio, permite a la compañía española mantener parte de la actividad y de los ingresos previstos, al tiempo que evita un parón total que habría supuesto un golpe mayor a su negocio en el país.
La decisión llega tras meses de tensiones entre Transport for New South Wales (TfNSW) y la sociedad conjunta M6 D&C JV, integrada por las filiales de ACS, CPB Contractors y UGL, junto a un socio local.
El consorcio fue contratado para ejecutar la Fase 1 del túnel de la autopista M6, un enlace subterráneo clave para aliviar el tráfico en el sur de Sídney.
Sin embargo, en 2024, los equipos de obra se toparon con condiciones geológicas muy distintas y más adversas de lo previsto, lo que obligó a detener la excavación en varios tramos.
En mayo de este año, la joint venture concluyó que el proyecto no podía completarse según los términos originales y declaró el contrato «frustrado por aplicación de la ley» (frustrated by operation of law).
Este concepto legal implica que, por causas imprevisibles y ajenas a las partes, el contrato se vuelve imposible de cumplir. A partir de ese momento, el consorcio consideró extinguidas sus obligaciones. TfNSW no comparte esta interpretación y ha impugnado la decisión.
Mientras la disputa sigue su curso, el nuevo acuerdo del 30 de junio introduce un cambio de guion: se retomarán las obras de superficie —accesos, intersecciones y otros trabajos no subterráneos— bajo un contrato independiente, mientras que la construcción del túnel se mantiene congelada a la espera de encontrar una solución técnica y comercial para superar los problemas geotécnicos.
El pacto evita que ACS y sus socios tengan que desmovilizar por completo al personal y la maquinaria, y les permite seguir facturando por trabajos reales, aunque mucho más reducidos que los previstos en el diseño original del M6.
Según ha comunicado la compañía, los ingresos registrados incluyen los servicios prestados antes de la notificación de extinción y las tareas de desmovilización de los frentes de túnel.
Australia, mercado clave de ACS
Australia es uno de los mercados internacionales más relevantes para ACS, especialmente en el negocio de infraestructuras. El grupo, presidido por Florentino Pérez, opera en el país a través de CIMIC, que a su vez controla CPB Contractors y UGL.
Los grandes contratos de obra civil en el territorio australiano representan una parte significativa de la cartera del grupo, y movimientos como este son seguidos de cerca por analistas e inversores.
El futuro del túnel M6 dependerá de las conversaciones que mantengan ACS, sus socios y TfNSW en los próximos meses. Sobre la mesa, opciones que van desde rediseñar tramos de la obra hasta negociar una compensación económica si la excavación resulta inviable en las condiciones actuales.
La empresa reconoce que, aunque no lo espera, el resultado final podría diferir de la posición contable reflejada a cierre del ejercicio.
Para el Gobierno de Nueva Gales del Sur, el M6 es una pieza central de su plan de transporte metropolitano. La primera fase del túnel debía conectar la M8 con la zona de President Avenue en Kogarah, reduciendo de forma significativa los tiempos de viaje y descongestionando la red de carreteras urbanas. El retraso en la construcción supone también un impacto político y social, dada la elevada inversión pública comprometida.
Para ACS, el reto será mantener su posición en el mercado australiano mientras negocia una salida beneficiosa para el segmento de túnel, sin que la disputa erosione su reputación ni sus relaciones con las autoridades locales.