Intersport Francia asume el control de su filial española tras una compra de 300.000 euros
La operación cierra meses de incertidumbre y pone fin al concurso de acreedores de la central española

Intersport no sale bien del concurso de acreedores
Intersport España cambia de manos. La filial francesa de la cadena de equipamiento deportivo ha formalizado la compra del negocio en España por 300.000 euros, una cifra simbólica para una operación con un fuerte trasfondo estratégico. Con esta adquisición, Intersport Francia asume el control de la marca, parte de los activos y una gran parte de la plantilla de la empresa española, que llevaba meses sumida en un proceso concursal y de reestructuración interna.
El acuerdo, que todavía necesita la aprobación judicial definitiva, representa un paso decisivo en el intento de salvar la actividad y la red de tiendas de la compañía en el mercado español. Fuentes cercanas al proceso han confirmado que la francesa fue la única oferta firme presentada al administrador concursal, un hecho que ha facilitado la operación, pero también deja entrever la compleja situación económica que atravesaba la empresa.
Una compra estratégica para reforzar el mercado europeo
La entrada de Intersport Francia no es una maniobra improvisada. Desde hace meses, la filial gala seguía muy de cerca el devenir de su homóloga española, e incluso mostró interés por la compañía antes de que esta entrara en concurso de acreedores. En aquel momento, las conversaciones se centraron en una posible adquisición de activos y licencias, pero la operación se frustró porque la filial española no aceptó transferir la deuda acumulada, que superaba los 14 millones de euros.
Con el tiempo, la situación financiera se deterioró. La empresa intentó sin éxito aprobar un plan de viabilidad que implicaba una quita de hasta el 70% de la deuda con bancos y proveedores —entre ellos, BBVA, Banco Sabadell, Nike y Puma—, pero la falta de consenso entre acreedores llevó a la compañía a iniciar la liquidación.
Ahora, con la llegada de la filial francesa, se abre una nueva etapa en la que Intersport busca consolidar su presencia en el sur de Europa y reordenar su red de tiendas bajo una gestión más eficiente y homogénea.
Un rescate con alcance limitado, pero con futuro
El acuerdo no contempla la absorción de la totalidad de la plantilla, aunque una parte importante de los trabajadores conservará su empleo. Este punto ha sido clave en las negociaciones, pues la prioridad tanto del administrador concursal como de la matriz suiza ha sido preservar el conocimiento y la experiencia del equipo que ha mantenido viva la marca en España.
La operación incluye, además, la adquisición de la marca Intersport, parte de los proveedores y activos logísticos, así como la integración progresiva del personal clave dentro de la estructura francesa. Según fuentes del proceso, la intención es que la filial española funcione como una extensión operativa de Intersport Francia, compartiendo recursos, sistemas de compra y políticas comerciales.
Este nuevo modelo podría permitir un ahorro de costes y una mejor capacidad de negociación con las grandes marcas deportivas, uno de los principales objetivos del grupo desde su fundación en 1968, cuando diez centrales de compra europeas decidieron unirse para ganar fuerza ante gigantes como Adidas o Nike.
El final de un proceso concursal largo y difícil
La entrada en concurso de acreedores en marzo de 2025 marcó el principio del fin para la antigua estructura de Intersport España. La compañía acumulaba deudas entre sus tres sociedades —Intersport S.L., Intersport Retail One S.L. e Intersport CCS S.A.— y las pérdidas se habían disparado tras varios ejercicios de caída de ventas y aumento de costes operativos.
Durante el verano, el equipo directivo intentó evitar la liquidación con distintos planes financieros que implicaban renegociar la deuda y mantener parte de la red de tiendas abierta, pero los acreedores no aprobaron la propuesta. Ante ese bloqueo, el administrador concursal optó por dividir el negocio en varios lotes: uno principal (la marca y la central de compras, ahora adquirida por Intersport Francia) y otros catorce menores correspondientes a tiendas y franquicias repartidas por distintas regiones, como Galicia, Canarias o Cataluña.
La venta de estos lotes todavía sigue en proceso, aunque se espera que la nueva estructura francesa facilite la continuidad de algunas tiendas bajo la enseña Intersport, con nuevos acuerdos de franquicia o integración directa.
Intersport Francia: un socio natural para la reconstrucción
El interés de Intersport Francia no es casual. El mercado español representa un puente estratégico entre el sur de Europa y el norte de África, y una zona de alto potencial de crecimiento para el grupo. Además, la filial gala es una de las más sólidas dentro de la red internacional, con un modelo de gestión eficiente, más digitalizado y con fuerte inversión en e-commerce.
En este sentido, los planes inmediatos incluyen modernizar la estructura tecnológica del negocio español, mejorar la logística y reimpulsar el canal online, donde Intersport España había quedado rezagada frente a competidores como Decathlon o Sprinter.
La compañía francesa también ha transmitido su intención de mantener la identidad local de la marca en España, apostando por un modelo mixto de tiendas físicas y venta digital, con una estrategia de proximidad y especialización en deporte técnico y outdoor.
Una nueva oportunidad para Intersport España
La compra por 300.000 euros no solo es un rescate financiero, sino una oportunidad de relanzamiento. Intersport Francia tiene previsto invertir en los próximos meses en marketing y en la recuperación de la confianza de los consumidores, con una comunicación centrada en la calidad, el servicio y la cercanía.
Si todo avanza según lo previsto, la integración jurídica y operativa podría completarse a lo largo del primer semestre de 2026, momento en el que Intersport España pasará oficialmente a operar bajo el paraguas francés.
El mercado deportivo en España, altamente competitivo y en constante evolución, se prepara así para el regreso de un actor histórico que busca reinventarse. Y aunque el precio pagado por la operación es modesto, el valor simbólico y estratégico de este movimiento marca el inicio de una nueva era para Intersport en la península ibérica.