Nocilla prepara un nueva receta por si se queda sin aceite de girasol

Idilia Foods asegura que tiene garantizado el suministro del producto, aunque asume que le tocará hacer frente a un incremento de los costes por la guerra de Ucrania

Nocilla y Colacao son las dos marcas principales de Idilia Foods.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Cuando en verano de 2018 Idilia Foods cambió la receta de la Nocilla poco podía imaginar que tres años y medio después, una guerra entre Ucrania y Rusia azotaría el suministro mundial de aceite de girasol. La firma catalana abandonó el aceite de palma y lo sustituyó por el aceite de girasol, que reducía en un 40% las grasas saturadas del producto. Debido a la invasión, hoy el cereal escasea, por lo que la empresa tiene un plan B por si se queda sin: una nueva receta con aceite de coco o aceite de soja como reemplazo.

Fuentes de Idilia Foods, el grupo alimentario que comercializa Nocilla y Colacao, aseguran a Economía Digital que su red de proveedores le garantizó el suministro de aceite de girasol a pesar de las dificultades para importarlo desde Ucrania. Del mismo modo que ocurría con la mayor parte de la industria alimentario, la compañía obtenía un alto porcentaje de este alimento procedente del país que preside Volodímir Zelenski.

En la empresa asumen que el aceite de girasol que reciban en las próximas semanas llegará con un importante incremento de costes al que tendrán que hacer frente. Está por ver como podrá transmitir esta subida al precio final de venta al consumidor. Más cuando la italiana Nutella, su gran rival, mantiene el uso de aceite de palma en su fórmula.

«Nuestra prioridad es asegurar el suministro de nuestros productos a nuestros clientes y, actualmente, éste está garantizado», explican desde la organización. «Nos hemos anticipado y disponemos de stocks y –asumiendo fuertes subidas de costes– estamos abriendo fuentes de suministro alternativas de aceite de girasol, para asegurar la continuidad en el servicio», añade.

La empresa no obstante mantiene un seguimiento «exhaustivo» de la situación en Ucrania y su influencia en las exportaciones de aceite de girasol. Por ello, su departamento de innovación ya trabaja en una receta alternativa en el caso de que se convierta en misión imposible rentabilizar la compra de la actual grasa. Entre las opciones en las que se trabaja está el aceite de soja y el aceite de coco, señalan.

«Confiamos en que no tendremos que variar la receta de ningún producto de la gama de Nocilla. Aun así, estamos explorando otras formulaciones del producto que no alteren su sabor y textura, con alternativas al aceite de girasol», advierten. A pesar de la escasez de aceite de girasol no está sobre la mesa volver al aceite de palma.

Nocilla se pasó al aceite de girasol en 2018

El de palma es el aceite vegetal más utilizado del mundo, entre otras cosas por su precio, pues es más económico que el de girasol y el de colza. Sin embargo, a finales de 2016 las autoridades sanitarias europeas incluyeron el ingrediente en la lista de productos potencialmente cancerígenos debido a su proceso de elaboración a altas temperaturas.

En verano de 2018, Nocilla revolucionó su receta original en busca de un aceite más saludable y lo sustituyó por aceite de girasol alto oleico y manteca de cacao, que reducen el 40% las grasas saturadas del producto.

El director general de la empresa, Ricardo Anmella, explicaba entonces a Economía Digital que se trataba de un proyecto en el que la compañía lleva tres años trabajando. “Un requisito indispensable para hacer el cambio era que el sabor y la textura fuera exactamente igual que antes, y lo hemos conseguido”, señalaba el ejecutivo. Además, el nuevo aceite «tiene menos grasas saturadas incluso que el de oliva», presumía.

Para poder producirla, Idilia Foods invirtió 15 millones de euros en una nueva fábrica en Parets del Vallès junto a la que ya fabricaba el Cola Cao. Comenzadas en enero de 2017, las obras acabaron hace en junio de 2018 y añadieron 11.000 metros cuadrados a un complejo que ya suma 30.000 metros cuadrados.

Carles Huguet

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp