Estrategia sin red, red sin estrategia
España no necesita más promesas, necesita planificación realista. Y una transición que no sea solo verde, sino también segura, eficiente y económica
España no necesita más promesas, necesita planificación realista. Y una transición que no sea solo verde, sino también segura, eficiente y económica
Resulta que ahora el libre comercio no era tan mala idea. Que el proteccionismo sí tiene costes. Que devaluar monedas para ganar competitividad puede terminar en fuga de capitales, tensiones sistémicas y shock financiero global…
Cuando Trump grava las importaciones europeas, encarece la vida de sus propios ciudadanos. Y si Europa responde con la misma medicina, hará exactamente lo mismo: perjudicará a los suyos
La liberalización del comercio con Tailandia podría desencadenar una ola de importaciones de atún con bajo coste regulatorio. El impacto sobre la conserva gallega sería estructural: precios hundidos, pérdida de empleo e incentivo a la deslocalización. La UE debe decidir entre coherencia o concesión
Galicia es una de las grandes perjudicadas, porque recibe una condonación de deuda por habitante inferior a la media, pero al mismo tiempo tiene que asumir un incremento de la deuda estatal igual al del resto
Hemos creado un país donde abrir una empresa, gestionar un negocio o simplemente cumplir con las obligaciones legales se ha vuelto un deporte de alto riesgo
Mientras que EE UU pisa el acelerador de la desregulación y la revisión del gasto público, Europa sigue oteando el horizonte, esperando quizá una estrella que le señale el camino correcto
La falta de coherencia y previsibilidad fiscal no solo afecta a las empresas, sino también al ciudadano medio, que no tiene muy claro por dónde andar en términos de coste energético, acceso a la vivienda y movilidad
Lo que tiene que quedar claro es que el problema no es el objetivo, que nadie discute: aprovechar los recursos de Galicia para abaratar la factura energética de los gallegos y fortalecer la economía local
Hay que pensar en términos económicos antes que en réditos políticos, y eso parece no coincidir con los actuales intereses de nuestra clase dirigente