¿Boom de inversores? Alcoa, Vestas y Barreras se precipitan al cierre con casi 20 compradores interesados

A pesar de que, por el momento, su futuro es incierto, administraciones y empresas destacan la existencia de potenciales inversores tanto en el astillero como en las plantas de A Mariña

Reunión de la mesa industrial de Vestas - CONCHI PAZ

Reunión de la mesa industrial de Vestas – CONCHI PAZ

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Muchos potenciales inversores pero, de momento, pocas certezas. Las plantas de aluminio primario de Alcoa y de Vestas en A Mariña así como el astillero vigués Hijos de Barreras afrontan una crisis sin precedentes a pesar de que, a lo largo de los meses, mucho se ha hablado de potenciales inversores. Casi una veintena, si se tienen en cuenta los anuncios realizados este lunes tanto por la Xunta de Galicia como por los dueños de la compañía naval. No obstante, en los tres casos, existen muchas más derivadas a solucionar para despejar su futuro.

Vestas

Este lunes, la conselleira de Emprego, María Jesús Lorenzana, indicó que la Xunta ha identificado hasta ocho posibles compradores para la planta de turbinas eólicas de Viveiro que Vestas pretende cerrar antes de que acabe el año. La dirigente política no aportó nombres, si bien explicó que, inicialmente, el Gobierno gallego configuró una lista de un centenar de empresas nacionales e internacionales como “eventuales interesados” en la fábrica de Chavín, de los cuales quedan, en este momento, ocho potenciales inversores como “los más viables”.

No obstante, apunta la conselleira que el tiempo juega en contra. Asegura Lorenzana que la negativa de Vestas a dilatar el proceso de negociación del ERE –solo aceptó ampliarlo en cuatro días hábiles, hasta el 5 de noviembre— deja un escaso margen de maniobra para las negociaciones. “La propia empresa reconoció que en periodos parecidos se necesita de meses para llevar a buen fin las negociaciones”, dijo tras la reunión de la mesa industrial por el futuro de la planta, de la que dependen 115 empleados solo de modo directo. «Son cuatro días, cuatro días en un procedimiento de estas características aportan muy poco, por no decir cero», añadió.

Hijos de Barreras

Por otro lado, al menos existen nueve inversores interesados en el astillero vigués Hijos de Barreras y que han remitido a la compañía los llamados manifiestos de interés y ofertas indicativas (no vinculantes), según confirman fuentes de la compañía naval. El plazo para presentar ofertas terminaba este lunes.

A partir de ahora se abre una nueva fase del proceso de venta del histórico astillero, en la actualidad en manos de la compañía Cruise Yatch YardCo, que contrató a la consultora Kroll para el proceso de desinversión. Así, se realizará una criba para seleccionar a los candidatos finales.

Una vez confeccionada esa short list, los inversores interesados deberán presentar ya las ofertas vinculantes y se abrirá un proceso de auditoría (due diligence). En este trámite, han trasladado desde el astillero, se priorizará el plan industrial que los compradores presenten.

La consultora encargada de poner a la venta Barreras inició este proceso a finales de verano, con la distribución de un documento de venta entre decenas de empresas y potenciales inversores, nacionales e internacionales. Se trataba en su mayoría de astilleros y empresas vinculadas a las construcción naval, pero también firmas relacionadas con la eólica offshore.

Precio simbólico

La compañía no ha desvelado el precio de venta del astillero, aunque en el sector se da por hecho que, como en otros procesos similares, la cifra será simbólica debido a las altas cargas que pesan sobre el mismo, un rosario de deudas pendientes, patrimonio negativo y litigios con las compañías Havila y Armas por proyectos que no se llegaron a finalizar. Además, el precio variará en función de si los inversores se quedan con Barreras y con sus contingencias, o si solo están interesados en la unidad productiva.

La empresa, que ahora está gestionada por el fondo Kroll, se encuentra sin actividad desde que el Evrima abandonó su grada en la pasada primavera. De hecho, la práctica totalidad de su plantilla está afectada por un ERTE que se aprobó el pasado mes de julio (solo con el respaldo del sindicato UGT).

Alcoa

En el caso de la planta de aluminio primario de Alcoa sí que se conocen los nombres de los interesados en el histórico activo de A Mariña, si bien el proceso de venta se paralizó este verano al no alcanzarse un acuerdo entre la multinacional americana y el Gobierno central, que no aceptó la pretensión de los de Pittsburgh de que la compra fuese triangulada a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

En estos momentos, y con una huelga de por medio, las posiciones parecen enrocadas. El Ejecutivo insiste en que Alcoa está en condiciones de vender directamente a un tercero, mientras que la compañía propone quedarse al menos un año más al frente de la factoría y proceder a su venta directamente, una vez que el Gobierno haya puesto en marcha mecanismos que garanticen un precio eléctrico estable que haga “viable” a la aluminera.

Antes de paralizarse el proceso de venta, hasta seis compañías llegaron a interesarse por la planta de aluminio. De ellas, cuatro presentaron ofertas de compra. Tanto el gigante Trafigura como la siderúrgica vasca Sidenor anunciaron públicamente que habían presentado ofertas no vinculantes. Los otros dos potenciales inversores: el fondo americano Atlas, dueño de Aludium, que ya adquirió en el pasado a Alcoa las plantas de Amorebieta, en Vizcaya, y de Alicante, así como la de Castelsarrasin, en Francia, además del conglomerado británico GFG Alliance, dispuesto a competir con su división de aluminio, Alvance, a pesar de la crisis que experimentó su negocio siderúrgico tras la quiebra de GreenSill.

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