Crisis en el mayor operador de la sanidad privada gallega por la posible manipulación de las listas de espera
Ribera Salud, dueño de Povisa, Polusa y Juan Cardona, pone en marcha una auditoría y el nuevo CEO se aparta de la gestión del Hospital de Torrejón tras salir a la luz un audio en el que pide rechazar pacientes para aumentar la rentabilidad
Pablo Gallart, CEO de Ribera Salud, con el hospital Povisa de Vigo de fondo
El pasado mayo, el grupo valenciano Ribera Salud, que venía de protagonizar una rápida expansión en Galicia, dio un vuelco a su dirección con el cese del presidente, Alberto de Rosa, y la consejera delegada Elisa Tarazona. El movimiento se interpretó como la toma de control efectiva de Vivalto Santé de la compañía que había comprado a Centene y conllevó el nombramiento del director financiero, Pablo Gallart, como nuevo CEO. Si antes Ribera Salud tenía problemas para cuadrar los números, ahora el dueño del mayor hospital privado de Galicia afronta una grave crisis de reputación. Y orbita en torno al nuevo CEO.
El País publicó un audio de Gallart en el que instaba a la dirección del Hospital de Torrejón a rechazar pacientes para aumentar la rentabilidad, a dejar crecer las listas de espera si con eso se conseguía una mejora en los resultados. Ante la revelación, el grupo decidió poner en marcha una auditoría interna y el CEO decidió apartarse de la gestión del centro madrileño sin que ninguna consecuencia más grave le haya sobrevenido. De hecho, Ribera Salud especifica que la decisión de alejarse de un hospital concreto de los que maneja fue tomada por el propio directivo.
Las réplicas del comprometedor audio han llegado a Galicia, donde se extendió la preocupación por la gestión de hospitales que tienen conciertos con la Xunta y atienden a un número muy relevante de pacientes. El BNG ha urgido una investigación a fondo sobre el mayor de ellos, Povisa, reclamando una respuesta «enérgica» del Gobierno gallego. Ribera Salud también gestiona el Juan Cardona de Ferrol y el lucense Polusa, lo que convierte al grupo en el mayor operador de la sanidad privada gallega, por encima de Quirón, Vithas y HM. Presta atención sanitaria a más de 100.000 gallegos.
Una grabación «fuera de contexto»
Grupo Ribera ha enviado un comunicado a los medios de comunicación subrayando que la «prioridad máxima» de la empresa «son y seguirán siendo sus pacientes en todos y cada uno de los centros que gestiona, tanto públicos como privados». «La ética de los profesionales que integran la organización es incuestionable y su práctica diaria responde a un solo objetivo: cuidar de la salud de los pacientes con vocación de servicio», ha añadido.
«Las informaciones recientemente publicadas sobre unos extractos de una grabación de una reunión interna en el Hospital de Torrejón no reflejan el contenido íntegro de la reunión y se encuentran fuera de contexto. Aun así, en un ejercicio de responsabilidad empresarial, el consejero delegado Pablo Gallart ha solicitado voluntariamente desvincularse de la gestión del Hospital de Torrejón mientras el grupo lleva a cabo una auditoría», ha destacado.
Para la empresa, esta circunstancia «de ninguna forma puede poner en duda el trabajo que realizan los más de 9.000 profesionales del grupo Ribera en sus más de 100 centros de trabajo en los 6 países en los que opera». «En ningún centro del grupo Ribera se han producido prácticas contrarias al interés general de los ciudadanos», ha añadido la firma.
Los indicadores de Povisa
En cuanto a Povisa, subraya que el hospital vigués «mantiene unos indicadores asistenciales excelentes y un compromiso total con la Administración para ofrecer la mejor atención sanitaria a los ciudadanos». «El hospital está 100% comprometido con mantener estos estándares de calidad, como lo ha estado siempre y que son la seña de identidad del modelo Ribera. Además, el trabajo del centro está bajo la supervisión de la Administración con unidades de control encargadas de garantizar que la atención prestada es excelente», ha sentenciado.
Ribera Salud compró Povisa a Nosa Terra 21, el grupo familiar fundado por el fallecido José Silveira que también es el mayor accionista de la naviera Elcano. En aquel momento, el año 2019, el centro acumulaba pérdidas y había llegado incluso a declarar un preconcurso. Bajo los mandos de la empresa valenciana siguió acumulando números rojos a la espera de que el nuevo concierto firmado con la Xunta pueda devolver a la rentabilidad su actividad.
Ceses en Torrejón
El País publicó también que, tras hacer público el audio de Gallart, al menos tres directivos que denunciaron internamente al CEO fueron despedidos. Estos directivos se habrían opuesto a la estrategia propuesta por Gallart de aumentar listas de espera y descartar procesos no rentables al entender que generaban desigualdad de atención a los ciudadanos.