Da Cunha y Europastry: el negocio millonario de los grandes panaderos de Mercadona en Galicia

El grupo catalán que compró Ingapán, la panadería de Carral y la ourensana Forno do Lodairo ya abastecen a Mercadona, que ha decidido externalizar la fabricación de pan

Panadería de un supermercado de Mercadona

Panadería de un supermercado de Mercadona

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Mercadona anunció el pasado miércoles que abandonará progresivamente la elaboración propia de pan, el único producto que produce internamente la compañía de Juan Roig. Lo hace a través de la sociedad Fovasa, que dispone de 20 líneas de panificación en distintos centros logísticos del grupo de supermercados. La externalización, que permitirá liberar espacio en los almacenes, exigirá la incorporación de nuevos proveedores, que se sumarán a la veintena de panaderos que suministran ya a Mercadona.

Entre ellos está el grupo Da Cunha de Carral y la panadería Lodairo de Cea (Ourense), los dos proveedores que amplían la oferta de pan de la distribuidora valenciana en el mercado gallego. También abastece a la cadena de supermercados Europastry, el grupo catalán que engulló a la lucense Ingapán, aunque lo hace para los territorios de Cataluña y Canarias. La mayoría de proveedores de pan de Mercadona se incorporaron a partir de 2018, cuando inició un proyecto piloto para producir de manera externa más de 20 millones de kilos al año.

El mapa de proveedores que configuró entonces el equipo de Juan Roig parece situarse ahora con ventaja para absorber el volumen de negocio que asume hasta ahora Fovasa. Sin embargo, Mercadona no ha hecho público que empresas se encargarán de la elaboración de su pan y es probable que esta red de proveedores se amplíe con nuevas incorporaciones. La cadena dice que, una vez finalizado el proceso, mejorará en eficiencia y rentabilidad y también se elevará la calidad del pan.

Europastry, la multinacional del pan

De los panaderos de Mercadona con presencia en Galicia, dos alcanzan cifras millonarias, Da Cunha y Europastry, aunque el grupo catalán es de mucho mayor tamaño. Presidida por  Jordi Gallés, la compañía está presente en 80 países y cuenta con 22 fábricas repartidas por España (14), Estados Unidos (tres), Portugal (dos), Países Bajos (dos) y Rumanía. El pasado ejercicio facturó 845 millones y comercializó 347.400 toneladas de producto.

Europastry se hizo fuerte en Galicia mediante la compra de la lucense Ingapan en 2017. Primero se hizo con el 60% de las acciones para, dos años después, adquirir la totalidad del grupo gallego y sus plantas de Outeiro de Rei y O Ceao. Con más de 60 millones de facturación, Ingapan ya era proveedor de Mercadona con productos como las empanadas. Desde la operación, la firma catalana ha elevado un 40% su facturación, pasando de los 600 millones a los 845 millones actuales, aunque el récord de ingresos se produjo en el año previo al Covid, con 850 millones.

Da Cunha se hace fuerte en Galicia

El grupo de Manuel Da Cunha y María José Rodríguez Fidalgo llevó su pan a algunas de las principales cadenas de distribución que operan en Galicia, incluyendo Gadis, Carrefour o Alcampo además de Mercadona. Con base en Carral, villa de conocido prestigio en la elaboración de pan, Panadería Da Cunha facturó el año pasado más de 5 millones, con un relevante crecimiento desde los 4,3 millones del ejercicio anterior. La mayoría de los ingresos, 4,45 millones, proceden del mercado gallego, donde despliega una decena de tiendas en la provincia de A Coruña.

El grupo está compuesto por otras dos sociedades. La de control se denomina Panaderías Pereira Fidalgo, que en una reordenación accionarial realizada en 2020 se convirtió en el socio único de Panadería Da Cunha y de Fariñas das Mariñas. Esta última factura más de 3,5 millones anuales.

Da Cunha comenzó su andadura como una panadería de elaboración tradicional en Carral. La buena evolución del negocio permitió acometer inversiones para la apertura de una molinería y dar un salto en 2005, con la puesta en marcha de un taller de panadería dotado con 11 hornos. La posibilidad de expandirse al mercado español provocó nuevas ampliaciones de las instalaciones, en un modelo de negocio que ha pasado a ser industrial, pero que promete harinas de calidad, la elaboración cuidada y la cercanía de la antigua panadería artesana.

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