El otro freno a Copo para irse a Portugal: se llevó casi un millón con el PERTE del coche eléctrico

Cuenta atrás para el Grupo Copo. El histórico proveedor de la automoción gallega negocia con la Comunidad de Montes de Tameiga un nuevo acuerdo de arrendamiento para sus instalaciones en Mos toda vez que el contrato actual (que data de hace más de dos décadas) vence en agosto de 2025.

Ante las diferencias en las negociaciones. el fabricante de espumas para asientos de automóviles ha amagado con su hipotética marcha a Portugal, país en el que ya cuenta con dos filiales y casi 400 empleados en nómina. Son casi tantos como los que la empresa tiene en España a través de sus distintos centros de trabajo en el sur de Galicia y en Aragón, para los cuales recibió un empujón a comienzos de año.

Y es que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo concedió casi un millón de euros a la compañía en el marco del PERTE para el desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC). En concreto, la resolución publicada a comienzos de año revela que estas ayudas ascendieron a 940.000 euros, de los cuales algo más de la mitad fueron a parar al Centro Tecnológico de Grupo Copo.

Estas instalaciones dedicadas a tareas de I+D+i recibieron 503.440 euros de subvención en el marco de un PERTE VEC que el Gobierno ya ha anunciado que tendrá una segunda edición. Esta inyección cubre la mitad del presupuesto financiable de su proyecto. Se trata de una situación idéntica a la de Copo Galicia. La filial del Grupo Copo dedicada a la producción de absorbedores de impacto y de espumas flexibles y rígidas se embolsó 188.900 euros por esta vía.

A mayores, el grupo de automoción gallego también pescó en el PERTE VEC con su única filial española ubicada fuera de Galicia. Se trata de Copo Zaragoza. La firma con la que la compañía controla su planta aragonesa percibió 248.415 euros en ayudas para un proyecto con un presupuesto financiable de 496.830 euros.

Distanciamiento entre Copo y los comuneros

De esta forma, el histórico proveedor de la automoción en Galicia recibió una inyección antes de lanzar su órdago para dejar en el aire su continuidad en Galicia. Tras evidenciar su distanciamiento en las primeras tomas de contacto, Copo y la Comunidad de Montes de Tameiga no tienen todavía en el calendario una nueva fecha para reunirse y abordar el nuevo canon.

Este entrará en vigor una vez que en agosto de 2025 venza el contrato actual. Este fue acordado en su momento entre el Concello de Mos y la empresa. Sin embargo, una sentencia judicial dio la razón a los comuneros en su demanda para reclamar la titularidad de estos terrenos, motivo por el cual esta será la primera vez que se sienten en la mesa con el grupo de automoción para pactar un nuevo contrato de arrendamiento.

Mientras la empresa acusa a los comuneros de querer multiplicar el canon que abona anualmente (ligeramente inferior a los 40.000 euros), la Comunidad de Montes de Tameiga censura, por su parte, la «falta de voluntad» de negociación por parte de esta empresa en cuyo accionariado conviven la Xunta de Galicia, Abanca y otro proveedor de la automoción como Faurecia.

Y es que el Grupo Empresarial Copo, la matriz, está participada al 35,6% por Abanca y al 7,6% por Sodiga, el fondo de capital riesgo de la Xunta de Galicia, que además, tiene pendientes de cobro unos 400.000 euros por un préstamo participativo rubricado a principios de siglo. Grupo Empresarial Copo es, a su vez, dueña del 50% de Copo Ibérica, su buque insignia. Faurecia, histórico proveedor gallo de Stellantis, controla el otro 50% de las acciones de una Copo Ibérica que agita el fantasma de la deslocalización ante el choque en la negociación de su nuevo contrato de arrendamiento.