El plan del gran carpintero de Inditex: Cándido Hermida prevé volver a cifras preCovid este año

El histórico proveedor de Zara sufrió con la pandemia: sus números rojos se elevaron hasta los cuatro millones de euros y su cifra de negocio cayó más de un 16%

Momento de la concentración en la Plaza de Armas de Ferrol, parte de la jornada de huelga convocada por los trabajadores de Cándido Hermida / Cedida

Momento de la concentración en la Plaza de Armas de Ferrol, parte de la jornada de huelga convocada por los trabajadores de Cándido Hermida / Cedida

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No han sido pocas las veces, a lo largo de las décadas, que el empresario Cándido Hermida ha agradecido públicamente a Inditex, el gigante de Amancio Ortega, el papel que desempeñó en el crecimiento de la histórica empresa de carpintería, que se fue diversificando hasta conformar una plantilla cercana a los 600 empleados. Inmerso en los últimos tiempos en un sonoro conflicto por el despido de más de una veintena de empleados en abril de este año, las cuentas consolidadas del grupo, recientemente remitidas al Registro Mercantil, revelan el duro impacto de la pandemia en su negocio, si bien también evidencian las previsiones de pronta recuperación, cimentadas en la existencia de contratos ya cerrados.

El balance consolidado de Grupo Cándido Hermida, domiciliado en el polígono naronés de Río do Pozo, revela de forma clara el impacto del coronavirus en su cuenta de resultados. El ejercicio del coronavirus, la compañía vio cómo sus pérdidas netas pasaban de los 2,9 millones de euros contabilizados en 2019 a los cuatro millones de euros en números rojos. El resultado de explotación fue de 3,4 millones en negativo.

El golpe de la pandemia

La cifra de negocios de la sociedad también sufrió un considerable hachazo. De 50,4 millones de euros pasó a 34,1 millones, un 16,29% menos. Los administradores del grupo exponen en su informe de gestión que “en el resultado negativo ha influido significativamente el impacto de la pandemia, ya que el grupo se ha visto afectado directamente por las restricciones impuestas a sus principales clientes, que se han visto obligados a cierres y restricciones horarias”. Por otro lado, “las limitaciones a la movilidad geográfica han ocasionado la paralización de parte de los proyectos que se preveían ejecutar este ejercicio”.

Con un patrimonio neto de 12,6 millones de euros, el grupo acometió una reestructuración societaria que simplificó sus filiales, dejándolas en Industrias Cándido Hermida (fabricación de muebles y elementos de madera para la construcción), Cándido Hermida Constructora (obras de construcción, remodelación o rehabilitación de edificaciones), Inaval (carpintería metálica) y Cándido Hermida USA.

Según los datos aportados por el grupo, fue Industrias Cándido Hermida la filial que arrojó un resultado negativo mayor el año del Covid, con unas pérdidas que rondaron los 4,6 millones, seguida de Inaval, con números rojos de 540.000 euros. Cerraron el año fiscal en beneficios Cándido Hermida Constructora, con 742.000 euros y la filial americana, con 300.000 euros.

Debido a la situación pandémica, el grupo se acogió a un ERTE por fuerza mayor en marzo de 2020 que afectó a 492 personas de forma completa y redujo la jornada de otros 17 empleados.

Plan de negocio

No obstante, a pesar del reguero de pérdidas, las previsiones del grupo son positivas, al menos en cuanto a la recuperación de ingresos. Lo explican los administradores de la compañía, que en la memoria del ejercicio dan cuenta de un plan de negocio realizado en base “a estimaciones de las principales magnitudes, hipótesis de crecimiento, expectativas de negocio, reducción de costes y los hitos alcanzados en ejercicios anteriores”. Dicho plan se elaboró suponiendo una reapertura progresiva de la actividad económica “a partir del último trimestre de 2021”.

En ese escenario, el grupo prevé que acabará el ejercicio 2021 con un incremento de ventas hasta los 57 millones de euros, superando, por tanto, las cifras prepandémicas. El crecimiento de la cifra de negocio vendrá motivado por más ingresos procedentes de proyectos singulares de naval, así como del resto de proyectos de ese segmento de negocio. Además, y en base a la mejora de todas las líneas de negocio, la compañía prevé “un incremento progresivo de la facturación del grupo hasta alcanzar en 2025 los 64,6 millones de euros”.

Atendiendo al volumen de proyectos ya contratado en el momento de elaboración de las cuentas, la dirección del grupo estima que recuperará el nivel de ventas de 2019 e “incrementará progresivamente la cifra de negocio durante los años siguientes hasta llegar a niveles similares a 2017”.

Vuelta a beneficios

Apunta además que la reducción de gastos operativos del grupo derivará previsiblemente este año en un incremento del margen de contribución en 2021 hasta los 7,6 millones de euros y un ebitda (resultado antes de impuestos, tasas, amortizaciones y depreciaciones) que llegará a 1,5 millones. Según este plan, Cándido Hermida regresaría a la senda los beneficios después de impuestos en el ejercicio 2022.

Incluso en su hipótesis más pesimista sobre ventas proyectadas en el periodo 2022-2025, el grupo estima en la previsión recogida en su memoria anual que podría cerrar el año en curso con un ebitda de 1,1 millones.

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