Fiebre por la hidráulica en As Pontes: un grupo andaluz proyecta una macrocentral ‘vecina’ a la de EDP y Reganosa
El grupo andaluz Magtel se prepara para tramitar una central hidráulica reversible de 250 megavatios en As Pontes, que se suma a otra de 160 megavatios que proyecta en A Veiga
Imagen de la central hidráulica de Naturgy en Belesar, cuya concesión vence en 2038
Una firma andaluza redobla su apuesta por la energía hidroeléctrica en Galicia. El grupo cordobés Magtel se prepara para iniciar la fase de tramitación de una segunda central hidráulica reversible en territorio gallego.
Así se desprende de los últimos registros del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que revelan que Magtel impulsa este proyecto de 250 megavatios de potencia que se ubicará en As Pontes a través de su sociedad Amadorio Energía. El grupo liderado por la familia López Magdaleno complementa así una apuesta en la comunidad para la que puso su primera piedra el pasado mes de agosto.
Fue entonces cuando el grupo andaluz inició a través de su filial Santa Eulalia Energía el proceso de tramitación de su otra central hidroeléctrica reversible. Ubicada en el concello ourensano de A Veiga, las instalaciones contarían con una potencia de 160 megavatios y llevarían aparejada una inversión del entorno de los 157 millones de euros.
A falta de que la compañía deposite ante le Ministerio para la Transición Ecológica el borrador inicial del proyecto, todo parece indicar que la inversión será superior en el caso de esta central hidráulica en As Pontes, que se convierte en la segunda de este tipo que se proyecta sobre el concello de Ferrolterra.
Comparte concello con el macroproyecto de Reganosa y EDP
Y es que Reganosa y EDP anunciaron el pasado mes de junio su alianza para «convertir Ferrolterra en capital de la energía verde». Su hoja de ruta contempla la inversión de 780 millones de euros y la creación de más de 7.000 puestos de trabajo durante las obras de construcción y 400 durante la fase de mantenimiento a lo largo su vida operativa.
Su macroplan giraba en torno a tres iniciativas clave. Por un lado, ambas compañías construirán una planta para la elaboración de hidrógeno mediante electrólisis. Las instalaciones contarían con una potencia de hasta 100 megavatios, una cantidad ligeramente inferior a los 270 megavatios de capacidad que obtendría a partir de los cuatro parques eólicos que prevé desplegar en los municipios de As Pontes, A Capela, Xermade, Monfero, Valdoviño, Moeche, Cerdido y As Somozas.
A estos 370 megavatios de potencia se suman los otros 570 que las dos compañías contemplaban a través de una central hidroeléctrica de bombeo que emplearía como depósito inferior el propio lago y, como superior, un embalse de nueva creación.
El boom de las centrales hidráulicas reversibles
Los proyectos de Magtel, EDP y Reganosa no son los únicos de este tipo que se proyectan en la comunidad. Capital Energy, que promueve 40 parques eólicos de más de 1.000 megavatios de potencia en la comunidad, también ha desvelado sus planes para poner en marcha una central de bombeo de 366,5 megavatios de bombeo en As Encrobas, repartiendo sus instalaciones entre los ayuntamientos de Cerceda y de Carral.
Los promotores de este tipo de instalaciones conectan dos embalses a distintas alturas. Su objetivo es almacenar agua en los momentos de menor demanda y aprovecharla para generar energía en las horas de mayor consumo. Así, en las horas valle (principalmente por la noche o los fines de semana) la energía sobrante generada se usa para elevar el agua situada en el embalse en el nivel más bajo hacia la presa superior. El agua hace el camino inverso y desciende hasta la presa inferior en momentos de mayor demanda, generando así energía como una central hidroeléctrica convencional.
A este tipo de proyectos se refiere la propia Magtel en su última memoria anual (la del año 2020). “Proporciona flexibilidad al sistema energético y es clave para conseguir la neutralidad climática”, afirma la compañía.
El grupo, que en el pasado vio cómo la firma México-Minorbi (participada por el grupo andaluz) se veía salpicada por el Caso Aznalcóllar, logró estirar su facturación desde los 102 millones de euros en 2019 hasta los 116,3 millones en un 2020 en el que elevó su ebitda (beneficio antes de tasas, impuestos, amortizaciones y depreciaciones) de 15,4 a 15,7 millones de euros.
