Guerra laboral en Babcock, concesionaria de emergencias de la Xunta, en plena venta a Ancala

La práctica congelación salarial que sufre la plantilla desde hace siete años lleva a los técnicos de Babcock a retomar las movilizaciones antes del cambio de propietario

Helicóptero de Salvamento Marítimo de la Xunta, uno de los servicios gestionados por Babcock

Helicóptero de Salvamento Marítimo de la Xunta, uno de los servicios gestionados por Babcock / Xunta

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La principal concesionaria de servicios aéreos de emergencia en España, Babcock, afronta un nuevo conflicto laboral por la congelación salarial que sufren los trabajadores desde hace prácticamente siete años. El conflicto se reabre por el atasco en la negociación del convenio, por la acelerada pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación y también por el proceso de venta a Ancala Partners, que todo apunta a que heredará una situación que se prolonga desde años atrás.

El grupo británico anunció un acuerdo para traspasar al fondo el negocio de servicios aéreos de emergencia en varios países europeos, entre ellos España. Estos servicios incluyen el transporte sanitario urgente, la lucha contra incendios o los rescates en el mar. Babcock, heredera de la antigua Inaer, presta estos dos últimos para la Xunta, además de ser una de las empresas que desarrolla proyectos en el aeródromo de Rozas. La venta está solo pendiente de las autorizaciones reglamentarias.

Mensaje a Ancala

«El comité de empresa de la actual Babcock va a comenzar movilizaciones para dar a conocer a la sociedad, clientes, y actuales y futuros propietarios la situación en la que se encuentran, cara a concienciar a la directiva de la importancia de unas condiciones de trabajo dignas», explican los trabajadores de Babcock MCS Fleet Management en un comunicado. Esta filial engloba a los técnicos que se encargan de la reparación y mantenimiento de las aeronaves con las que la empresa presta servicio. En el primer semestre ya amenazaron con una huelga debido a la negativa de la empresa a actualizar los salarios. En la memoria quedan las protestas de 2019 cuando el operador británico propuso un recorte generalizado de sueldos en la plantilla debido a las pérdidas acumuladas.

Las raíces de las nuevas movilizaciones vienen de años atrás, de la propia venta de Inaer. El primer convenio laboral del grupo español de aviación se firmó en 2015, pero con la venta a Babcock, el acuerdo acabó en los juzgados por la denuncia de la parte empresarial. Desde entonces no se ha podido alcanzar un nuevo pacto laboral.

Pérdida de poder adquisitivo

«Tras lo que pareció ser un cambio de postura de la empresa hacia los trabajadores, la pasada primavera, la parte social retomó negociaciones con la esperanza de no tener que llegar a la huelga, ya que, con una subida de precios sin precedente, estas medidas deben ser la última opción. El problema es que la empresa Babcock, en fase de adquisición por el fondo de inversión Ancala Partners, simplemente ha dilatado una situación insostenible durante estos últimos cinco años, llevándola al extremo«, dicen los trabajadores.

Según el comité, Babcock ha incumplido en los últimos años una sentencia de la Audiencia Nacional respecto a los «dignos alojamientos de los trabajadores destinados en campaña». También acusa a la empresa de «intentar vulnerar el derecho a representación legal de los trabajadores». Finalmente, critican que haya mantenido la pérdida de poder adquisitivo de toda su plantilla, «con unas tablas salariales prácticamente congeladas más de 7 años, en un escenario de IPC acumulado superior al 19% en ese período».

Economía Digital Galicia

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