Room Mate: ni rescate, ni salida de Sandra Ortega, ni entrada de nuevos socios

La cadena hotelera de Kike Sarasola tendrá que esperar a 2022 para resolver su crisis, agravada por el Covid, y encontrar respaldo financiero ante la salida de la hija de Amancio Ortega

Sarasola

Kike Sarasola, presidente de Room Mate. Europa Press

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Room Mate finaliza 2021 con las mismas expectativas que cuando lo empezó. La cadena hotelera estrena el nuevo año pendiente de encontrar un socio que supla la anunciada salida de Sandra Ortega, quien tampoco ha conseguido deshacer una inversión que acabó en un duro enfrentamiento judicial con su número dos, José Leyte, hombre fuerte del grupo desde la etapa de su madre, Rosalía Mera.

Los movimientos internos son una de las consecuencias de las dificultades económicas que atraviesa la cadena, agravadas por el impacto del Covid. Los alrededor de 50 millones que Room Mate aspira a conseguir del fondo de solvencia de la SEPI estaban llamados a comenzar a arreglar los desequilibrios financieros, pero, también en esto, la compañía continúa a la espera. El dinero para reforzar la solvencia de las empresas más castigadas por la pandemia ha llegado a la Hotusa de Amancio López o a Soho Hotels, pero todavía no a Room Mate.

El año que Rosp Corunna perdió dinero y Sandra Ortega fue a los tribunales

Las razones para la salida de Sandra Ortega de una empresa que había respaldado con fuerza su madre podrían ser estrictamente financieras. Room Mate tenía un agujero patrimonial de 50 millones a cierre de 2019, ejercicio que acabó con 10 millones en pérdidas antes de afrontar el duro golpe de la pandemia, con el turismo cortocircuitado y los hoteles cerrados por las restricciones.

Sin embargo, el conflicto con su número dos, al menos una parte, también pivota sobre la inversión en la cadena hotelera. Una de las querellas que presentó la hija de Sandra Ortega contra José Leyte acusaba al directivo de falsificar su firma para avalar a Room Mate frente a la banca a través de las llamadas comfort letters, una suerte de garantía de pago mediante la que una empresa o matriz respalda o patrocina a otra cuando esta última solicita dinero a una entidad financiera.

Rosp Corunna controla el 30% de la empresa de Kike Sarasola, pero el vínculo entre ambos va más allá. Los préstamos concedidos por el holding coruñés para financiar la expansión de la cadena han derivado en una deuda de 26 millones. Además, Sandra Ortega es casera de varios hoteles gestionados por Room Mate por los que ingresa unos cinco millones al año.

Para colmo de males, el holding de la hija del fundador de Inditex acabó con 91 millones en pérdidas el año del Covid.

Los números de Room Mate y el rescate

Todavía sin medir el impacto del Covid en el balance de la compañía, los números de Room Mate mostraban la necesidad de respaldo financiero para proseguir con el crecimiento de la cadena. Además de las pérdidas de 10 millones de 2019, el patrimonio neto negativo por valor de 50 millones y los vencimientos de deuda del ejercicio –entre ellos un crédito aplazado hasta 2024 de Citi por valor de 54 millones–, la compañía de Sarasola encadenaba ejercicio en rojo y con un balance de difícil digestión para obtener apoyo financiero de la banca.

Hasta la pandemia, la facturación de Room Mate fue en crecimiento, pasando de los 49 millones de 2015 a los 98,4 millones de 2019, apoyada en la apertura de nuevos establecimientos. Sin embargo, en todos esos años acabó en números rojos y con patrimonio neto negativo. Era de 25 millones en 2015 y se duplicaba a cierre de 2019.

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