Innovar, no queda otra

Los finales de año son fechas de anuncios. Este del todavía latente 2025 no iba a ser menos, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, instó al Consello a que se iniciasen los trámites para poner en marcha la primera Estrategia de Innovación Empresarial de Galicia 2026-2028, con la pretensión de movilizar una cuantía superior a los 400 millones de euros. El objetivo de la estrategia será el de dotar de mayor competitividad al tejido productivo gallego y situar a la innovación en el centro del desarrollo de la comunidad autónoma de Galicia

Y eso de innovar, en qué consiste

Loable empeño, sin duda, pero no vaya a ser que lleguemos tarde. Hay quien ya se adelantó y en el primer semestre de 2026 tendrá aprobada su propia Ley para el avance de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, y esta no es otra que la comunidad autónoma de Andalucía.

Denominada como Ley Activa, se encuentra ya en tramitación para su puesta en marcha en la primera parte del año 2026. En coordinación con la denominada S4 Andalucía (la Estrategia de Especialización Inteligente para la Sostenibilidad de Andalucía 2021-2027), evolución de la anterior RIS3, se configura como el instrumento regional de planificación, ejecución, desarrollo y evaluación de las actuaciones públicas en materia de investigación, innovación y transición industrial, digitalización, capacitación, emprendimiento y cooperación para la especialización con una perspectiva transversal de sostenibilidad y lucha contra el Cambio Climático en el Marco Europeo de Cohesión 2021-2027. Es decir, tiene un marco propio y está en conexión con otro tipo de iniciativas de la Junta de Andalucía en materia de Innovación.

Esta Ley Activa supone, por lo tanto, una reforma integral de todo lo referente a la I+D+I en la autonomía, contando con nuevos órganos de gobernanza, fomentando y financiando la colaboración público-privada, la internacionalización y la perspectiva de género, así como afianzando lo prescrito por los criterios de la sostenibilidad integral. Todo ello, con el objetivo final de generar el marco transformador que permita a Andalucía afrontar los retos y los desafíos que plantea el actual siglo XXI, caracterizado por la innovación y la tecnología como fundamentos sociales y económicos de una sociedad más justa y redistribuida de manera más equitativa. Por ello, la normativa considera a la innovación como un elemento esencial para el desarrollo social y económico, modernizar la economía andaluza y conseguir afianzar en su tejido productivo al talento necesario para su afianzamiento.

Un paseo por Sevilla

Según los datos aportados por la RIS (Regional Innovation Scoreboard 2025), el barómetro bianual europeo de regiones con respecto a su posición ante la innovación, Galicia se encuentra en el puesto 146 de las 246 regiones analizadas, habiendo escalado nueve posiciones en los dos últimos años, situándose entre las 25 regiones europeas con mejor comportamiento en innovación. En el contexto ya propiamente español, Galicia pasó del octavo al sexto lugar, acercándose de este modo a regiones como Cataluña, País Vasco, Madrid, Navarra o la Comunidad Valenciana, consideradas como “fuertemente innovadoras”.

Aunque la situación actual es halagüeña, quizás echar un vistazo a quien ya tiene en marcha planes de fomento de la innovación para su aplicación inmediata ayude a contar con los máximos aciertos posibles. Esta nueva propuesta del afianzamiento de la innovación en Galicia deberá convertirse en una lanzadera propia para pasar al grupo de cabecera.

Propuestas para la construcción de un Sistema Innovativo Galego

Y es por ello que consideramos que para la configuración de un ecosistema empresarial realmente innovativo propiamente gallego se han de afrontar, al menos, cinco grandes retos tales como:

La creación de un verdadero Sistema Gallego de Conocimiento, conectado todos aquellos elementos del ecosistema económico y social que sostengan la innovación como un formato válido para la consolidación de un futuro realmente sostenible.
La apuesta por una Innovación Inteligente, orientando la innovación a un modelo no solo incremental de producción y productividad, sino también como una forma de afianzar la competitividad sostenida sobre la gestión de costes y no solo en el mero pero importante incremento de ingresos.
Atender a un planteamiento de cadenas de valor conectadas, configurándose para ello un verdadero Sistema de Valor, con base en la innovación.
Considerar la Innovación Continua, una orientación compuesta por la confluencia de tres elementos: detectar ocasiones, aprovechar oportunidades y transferir para transformar.
Convertir a la innovación en una verdadera Cultura Innovativa, configurándola en parte del ADN propio de la actividad empresarial e incluso aplicándola a la propia administración pública gallega.

Consideradas tanto la necesidad de integrar la innovación de manera sustancial en el ecosistema económico y social gallego, así como las inversiones que se van a realizar, y debido a que siempre es mejor aprender en cabeza ajena, recomendamos a los responsables de la iniciativa que se den varios paseos, al menos uno por Sevilla, antes de finalizar junio. Por aquello de los rigores de la canícula andaluza.