La eólica marina, una gran oportunidad para Galicia
Con el 43% de las Zonas de Alto Potencial (ZAPER) asignadas a nuestra región, estamos posicionados de forma privilegiada para liderar el desarrollo de esta tecnología
La reciente aprobación del Real Decreto que regula la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables en el mar, incluyendo la eólica marina, supone un paso crucial para el desarrollo de esta tecnología en nuestro país. Este nuevo marco normativo no solo es necesario, sino que llega en el momento oportuno para seguir avanzando en la transición energética, un cambio de modelo que garantice nuestra independencia energética y permita cumplir con nuestros compromisos de descarbonización, tan necesarios en la lucha contra el cambio climático.
Galicia está llamada a tener un papel destacado en el desarrollo de la eólica marina. Con el 43% de las Zonas de Alto Potencial (ZAPER) asignadas a nuestra región, estamos posicionados de forma privilegiada para liderar el desarrollo de esta tecnología. Las capacidades industriales y la experiencia que ya posee el sector eólico y naval en Galicia nos ofrecen una ventaja importante frente a otras regiones. La alianza entre Navantia y Windar en el astillero de Fene, y su participación en proyectos desde hace una década, cuando Iberdrola encargó las jackets para el proyecto Wikinger, es la punta de lanza de un sector que ya está generando empleo y riqueza en nuestro territorio. Galicia tiene un gran potencial, no solo por sus recursos naturales y su industria auxiliar, sino también por la disposición de un importante número de infraestructuras navales y portuarias, ideales para ensamblar y modularizar estructuras de grandes dimensiones.
Hay voluntad de avanzar en el desarrollo de las energías renovables respetando y coexistiendo con otras actividades clave para el tejido económico y social de las zonas costeras
Es importante resaltar que este Real Decreto incorpora criterios no económicos, que suponen un 30% de la evaluación en los concursos, centrados en la minimización del impacto ambiental, la generación de empleo local y la compatibilidad con sectores tradicionales como la pesca. Esto demuestra una voluntad de avanzar en el desarrollo de las energías renovables respetando y coexistiendo con otras actividades clave para el tejido económico y social de las zonas costeras. La experiencia en otros países del norte de Europa, como Reino Unido o Dinamarca, muestra que la convivencia entre la eólica marina y la pesca es posible, siempre y cuando se realice una planificación cuidadosa y se lleve a cabo un diálogo constructivo entre las partes interesadas.
Además, se contempla un diálogo público con los sectores afectados, esencial para evitar conflictos y encontrar soluciones que beneficien a todos. El desarrollo de la eólica marina no debe verse como una amenaza para la pesca, sino como una oportunidad para diversificar la economía y generar empleos en nuevas áreas. Se estima que la industria de la eólica marina en Galicia podría generar hasta 5.000 nuevos empleos en la próxima década, además de consolidar los 3.000 puestos de trabajo actuales.
El desarrollo de la eólica marina no debe verse como una amenaza para la pesca, sino como una oportunidad para diversificar la economía y generar empleos
El gran reto será cumplir con los plazos establecidos. El recién aprobado Plan Nacional Integrado de Energía y Clima fija para 2030 el objetivo de instalar entre 1 y 3 GW de eólica marina en España. Es evidente que, con los plazos que se manejan para los proyectos de esta índole, quedan muchos desafíos por delante. No solo en la celebración de las subastas, sino también en aquellos relacionados con el desarrollo del almacenamiento energético, la electrificación de la economía o la adecuación de la red eléctrica. Estos son problemas que no solo afectan a la eólica marina, sino a todo el conjunto de las energías renovables.
En definitiva, la eólica marina es una gran oportunidad para Galicia, capaz de generar empleo, riqueza y contribuir a la descarbonización de nuestra economía. Con un marco normativo claro y una planificación respetuosa con el medio ambiente y los sectores tradicionales, como la pesca, Galicia tiene la oportunidad de convertirse en líder en esta tecnología clave para el cambio de modelo energético. Está en mano de todos aprovecharla.