Reválida de un compromiso

La tímida incursión que hace ahora tres años inició Economía Digital Galicia en un entorno que aparentemente no era el suyo es hoy una sólida realidad que se ha convertido en obligada referencia si atendemos a su repercusión

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La tímida incursión que hace ahora tres años inició Economía Digital Galicia en un entorno que aparentemente no era el suyo es hoy una sólida realidad que se ha convertido en obligada referencia si atendemos a su repercusión. Un medio de comunicación, en este caso digital, con casi diez años en el mercado gallego y especializado en información económica y empresarial, iniciaba en aquel momento una travesía desconocida, no explorada: medir y testar el compromiso de las empresas gallegas con su tierra. Y hacerlo en cuatro ámbitos específicos como son el buen gobierno y la transparencia, el medio ambiente, el entorno más cercano, tanto social como cultural, y las personas que hacen posibles esos proyectos. Y siempre bajo la observancia de los criterios de ese gran paraguas que son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. El resultado, un año más, y van tres, lo tienen ante sí los lectores de Economía Digital Galicia.

La tercera edición del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida, que resulta también un ejercicio de compromiso por parte del equipo de Economía Digital Galicia, aporta en esta ocasión profundidad al análisis, una perspectiva que hasta ahora no habíamos alcanzado. La continuidad del proyecto permite armar un gran angular sobre los últimos tres años para poner todavía más en valor ese compromiso con lo más cercano y su evolución temporal. Hace tres años comenzamos “abordando” a unas empresas angustiadas por la incertidumbre del Brexit, pasamos después a conocer cómo se habían enfrentado a la pandemia, a los ERTES y al teletrabajo. Y llegamos a esta edición preguntando por la inflación y los cuellos de botella en las cadenas de suministro. Un retrato del pasado reciente, pura coyuntura, sin duda, que convive con esa foto fija del grado de compromiso recurrente de las empresas medido a través de multitud de variables que permiten mostrar avances. Ahí está la profundidad.

No son preguntas fáciles las que formula el Atlas Gallego de la Empresa Comprometida. Y son las respuestas de las propias empresas lo que permite construir un relato que toma distancia de la Responsabilidad Social Corporativa convencional

El peso de los proveedores gallegos en la cadena de valor, la paridad en los comités de dirección más allá de los consejos de administración, la I+D, las condiciones laborales bajo parámetros de prevención y seguridad, la conciliación real, los procesos participativos, la ética en la empresa, el idioma, la gestión ambiental y el uso de fuentes renovables, la relación con los stakeholders… No son preguntas fáciles las que formula el Atlas Gallego de la Empresa Comprometida. Y son las respuestas de las propias empresas lo que permite construir un relato que toma distancia de la Responsabilidad Social Corporativa convencional, entendida como fórmula de simple proyección en la sociedad, cada vez más cuestionada.

Grandes grupos multinacionales conviven en este análisis con empresas innovadoras sin aparentes complejos.

Son precisamente estos estándares de calidad, buscados premeditadamente por el equipo de Economía Digital Galicia, unidos a la endémica falta de transparencia que muestra la empresa gallega, lo que provoca que, solo aparentemente, la muestra pueda parecer limitada a simple vista. Sin embargo, una lectura sosegada nos dice que se trata de sesenta grupos empresariales y compañías participantes en el Atlas, con su dimensión consolidada en unos cuantos casos (cuenta de resultados y balance), con todas sus filiales y empleados. Grandes grupos multinacionales conviven en este análisis con empresas innovadoras sin aparentes complejos. Es un buen pellizco, en síntesis, del PIB gallego, que contrasta con esa nómina de compañías que todavía creen que el silencio es rentable y se resisten, por uno u otro motivo, a participar en un proyecto siempre exigente con los parámetros de transparencia. Por ello debemos valorar doblemente la participación en el proyecto de esos sesenta grupos empresariales.

En esta edición, de nuevo, hemos contado con el economista Marcelino Fernández Mallo, director técnico del Atlas, y el equipo liderado por Virgilio Costas Pumar, director de desarrollo del proyecto. A ellos y a los periodistas de Economía Digital Galicia se han sumado en esta ocasión los técnicos de Iberinform para realizar parte del trabajo de campo. El Atlas Gallego de la Empresa Comprometida crece, por tanto, y en sus dos versiones, castellano y gallego, se consolida como una de las patas sobre las que descansa Galicia Smart Business, un proyecto que cuenta desde este año con una iniciativa gemela, el Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, donde se dan la mano el medio ambiente y las siete ciudades gallegas. Otra muestra más del compromiso de Economía Digital Galicia que se suma a esta reválida.

Julián, Rodríguez Moscoso, director de Economía Digital Galicia

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