Feijóo y los barones culpan a García Egea del caos del PP en Madrid y Murcia

El presidente de la Xunta saca pecho por no aliarse con Ciudadanos como pedía Génova y teje alianzas con Juanma Moreno y Mañueco para influir en un futuro congreso del PP

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El volantazo de Ciudadanos ha puesto patas arriba el mapa político español y amenaza con espolear dos batallas internas: la de la propia formación de Inés Arrimadas, ayer en la foto de Colón y hoy abrazada al PSOE; y la que viene fraguándose en el PP desde tiempo atrás respecto al liderazgo de Pablo Casado.

El cambio de rumbo del partido naranja cogió a los populares ensimismados en ese debate y puede acabar con una pérdida importante de poder territorial, con dos mociones de censura en Murcia y Castilla y León y unas posibles elecciones en Madrid que cogen en mejor forma a Isabel Díaz Ayuso que a su propio partido.

Las iras de los barones se dirigieron públicamente a Ciudadanos e internamente a la directiva de Génova, especialmente a Teodoro García Egea, a quien Casado, conocedor de las quejas, volvió a mostrar su apoyo poniéndole como portavoz ante los focos y encargándole la valoración del terremoto político.

García Egea, en la diana

El secretario general dijo hace solo unas semanas que el de Murcia era un Gobierno “sólido” y “sin fisuras”, recordaban fuentes populares este miércoles. Barones del partido le reprochan, en realidad, casi todo al número dos de Casado, desde la estrategia que llevó al batacazo en las elecciones catalanas hasta la falta de control de los Gobiernos autonómicos que permitió que la ruptura de los pactos de gobierno pillara al partido por sorpresa, pasando por las tensiones con los territorios para tratar de controlar el aparato del partido con afines. El PP no solo afronta la convocatoria de la convención nacional sino también los congresos provinciales y autonómicos este año, si el coronavirus lo permite.

El cambio de posición de Arrimadas agrava las críticas, pues no hay que olvidar que, si el gran objetivo de Casado es reunificar el centro derecha en el PP, el primer paso en ese camino era absorber a Ciudadanos. Al menos en Murcia y Castilla y León tienen claro desde este miércoles que tampoco la aproximación a la formación naranja se hizo como debiera, pues hubiera evitado la ruptura de los acuerdos de gobierno.

Feijóo y el frente crítico del PP

En esta posición crítica está Alberto Núñez Feijóo, quien a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, agradeció que “Galicia esté al margen del caos” gracias a que votó “estabilidad”. El presidente de la Xunta se presentó a las elecciones no solo obviando el discurso de Casado, por aquel entonces lanzado en vociferante pugna con Vox por el lado derecho del tablero, sino que también se opuso a la alianza con Ciudadanos que ordenaba Génova.

El dirigente autonómico lleva tiempo enviando mensajes para que se respete la autonomía del PP gallego sin injerencias en el territorio, como impulsar paracaidistas a los congresos provinciales. En esta sintonía están también Alfonso Fernández Mañueco, que afronta una moción de censura en Castilla y León, y Juan Manuel Moreno. La afinidad entre los tres puede ser decisiva de cara a un eventual congreso del PP en el que Casado se juegue el liderazgo si enfrente se encuentra a un perfil moderado, como José Luis Martínez Almeida, uno de los que lleva tiempo en las quinielas de la sucesión.

La soledad de Casado

El presidente del partido, con Ayuso como prácticamente único apoyo territorial, tiene la posibilidad de enmendar el borrón catalán en Madrid si finalmente se celebran elecciones. La posibilidad de apartar a García Egea como sucedió con Cayetana Álvarez de Toledo no está sobre la mesa, según las fuentes consultadas. “Si te quitan a tu número dos después de quitarte a tu portavoz, o no estás liderando el partido o el próximo en caer vas a ser tú. O ambas cosas”, reflexionan las mismas fuentes.

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