Mas convoca las elecciones que convulsionarán a Cataluña (y España)

El 27S ya se ha llevado por delante a todos los candidatos que concurrieron a los comicios de 2012

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Le ha costado mucho llegar hasta esta casilla, pero Artur Mas convocará este lunes por fin las elecciones para el próximo 27 de septiembre. Unos comicios que han estado en el aire una y otra vez por culpa de las tensiones entre CDC y ERC y por las presiones del Gobierno central.

Al final, sí se pondrán las urnas. Para el presidente de la Generalitat, será un plebiscito independentista. Para el Ejecutivo central y una buena parte de la oposición, serán unas elecciones corrientes y molientes. No obstante, Mas no se arriesgará a hablar de plebiscito en el decreto de convocatoria, porque quiere evitar que sea impugnado.

Así, habrá elecciones. Y su resultado convulsionará el panorama político catalán (y puede que también el español), aunque nadie se atreve a hacer vaticinios sobre qué pasará a partir del día 28. De momento, el simple adelanto electoral ya ha actuado como un tsunami entre la clase política catalana

Ya no queda en primera fila ni uno solo de los candidatos que concurrieron a los últimos comicios celebrados en noviembre de 2012. El único que sobrevive, aunque con respiración asistida, es el propio Mas.

El líder de CDC se presentó a las elecciones del 2012 como una especie de mesías decidido a rescatar a Cataluña de las garras de España. La estrategia no tuvo éxito y su partido paso de 62 a 50 escaños, muy lejos de la mayoría absoluta que ansiaba y que se sitúa en el Parlament en 68 diputados.

Una lista conjunta

Su partido era entonces de CiU, una federación de la que ya no queda casi nada. Hace unas semanas, Convergència se divorció de Unió. Los primeros son independentistas. Los segundos, no. Mas sigue al frente de CDC, pero tras una serie de rocambolescas artimañas ha logrado no concurrir con esas siglas al 27S.

El ‘caso Pujol’ ha acabado con el partido. Los convergentes se renovarán, pero no de inmediato. De momento, han conseguido no tener que usar la marca CDC en las elecciones. Para ello, han impulsado una lista conjunta que aglutina a lo que queda de la formación fundada por Jordi Pujol, a ERC y a algunos de los críticos del PSC e Iniciativa.

Un candidato que carecerá de protagonismo

A cambio, Mas ha tenido que ceder el primer puesto de esa lista. El cabeza de cartel será Raül Romeva, ex eurodiputado de ICV, le seguirán unos cuantos activistas independentistas y Mas aparecerá en el cuarto puesto. El entorno del president asegura que ha pactado que, pese a ocupar ese número poco destacado en la lista, Mas volverá a presidir la Generalitat si la candidatura conjunta gana las elecciones.

Romeva no ve nada claro que exista ese pacto y eso puede complicar las cosas tras las elecciones. Pero por el momento, la campaña se plantea más que atípica, porque Mas, al no estar en primera línea, no podrá participar en los debates ni será el protagonista de las vallas electorales.

Junqueras no aguantó la presión

Tampoco Junqueras. El líder de ERC sustituyó a Joan Puigcercós en 2012. Le fue bastante bien y su partido, hasta entonces casi residual, se convirtió en la segunda fuerza del Parlament. Durante los últimos dos años, las encuestas han venido vaticinando un auge de los republicanos. Pero, de repente, ese crecimiento se estancó.

Junqueras no supo aguantar la presión y al final aceptó subsumirse a la lista conjunta ideada por Mas. Parece que cuenta con la promesa de que si esa candidatura gana será vicepresidente de la Generalitat, pero durante la campaña le pasará lo mismo que al president: no tendrá protagonismo.

Unió se presentará en solitario

Del divorcio de CiU quedó Unió. Josep Antoni Duran es todavía líder de la formación democristiana, que ha decidido presentarse al 27S en solitario. Pero Duran no será el candidato. Esa plaza le corresponde a Ramon Espadaler, que tratará de atraer hacia sus postulados a los votantes nacionalistas moderados.

El PSC se renovó tras la derrota de José Montilla en 2010. Celebró un  congreso del que salió victorioso el ex alcalde de Terrassa, Pere Navarro. Pero su liderazgo duro poco. El partido se fue deshaciendo como un azucarillo tensionado por los que querían acercarse más al PSOE y los que apostaban abiertamente por el independentismo.

Aparición en escena de la izquierda alternativa

Navarro protagonizó algunos episodios de incongruencia que llevaron a los socialistas a romper la disciplina de voto del grupo del PSOE en el Congreso. Al final, no aguantó tanta presión y dejó el cargo. Le sustituyó Miquel Iceta, que es un todoterreno, que conoce bien la formación y que es consciente de que el PSC se puede pegar una buena castaña este 27S.

Uno de los motivos que pueden influir en el retroceso de los socialistas es la aparición en la escena política de la izquierda alternativa. Si que es pot es una plataforma que congrega a Podemos y a otras fuerzas de la izquierda radical. A Si que es pot le ha costado encontrar un candidato. Al final, será un activista vecinal no demasiado conocido, Lluís Ravell, quien encabece el proyecto.

Iniciativa no pudo con el enemigo y se unió a él

Habrá que ver cómo funciona este aventura en las urnas. A Ada Colau le fue muy bien en las municipales con un experimento similar, pero Colau, a diferencia de Ravell, era muy famosa gracias a su lucha anti desahucios y sobre todo a sus intervenciones televisivas.

Si que es pot integrará también a Iniciativa. El partido de Joan Herrera sólo tenía dos opciones, o combatía al enemigo y se arriesgaba a desaparecer o se unía a él. Eso es lo que hizo, integrarse en la plataforma de izquierdas. Y eso ha comportado que ni Herrera ni su número dos, Dolors Camats, están en la lista. Otras dos víctimas del tsunami que ha sufrido la política catalana.

Rivera, atraído por los cantos de sirena de Madrid

Y aún queda otra formación de izquierda radical, que además es inequívocamente independentista. Se trata de la CUP. Los estatutos de esta candidatura impiden repetir mandato, por lo que su hasta ahora líder, David Fernández, dará paso a una cara nueva, la del periodista Antonio Baños.

En Ciutadans parecía que las cosas estaban más claras. Su joven líder, Albert Rivera, es cada día más conocido y popular. Era la cara ideal para confrontar al independentismo, pero Rivera se ha sentido atraído por los cantos de sirena que le llegaban desde Madrid y ha optado por intentar ocupar la Moncloa.

El estilo claro y directo de García-Albiol

Ha dejado como relevo en Cataluña a Inés Arrimadas, una abogada de Jerez de la Frontera, que lleva ya un par de años como diputada en el Parlament. Arrimadas ha iniciado una carrera mediática necesaria para darla a conocer al gran público, pero Rivera no se despegará de ella durante la campaña, pues en Ciutadans saben que su presidente es su principal valor electoral.

El último cambio en conocerse ha sido el del PP. Mariano Rajoy ha estado deshojando la margarita hasta el último momento. Al final ha decidido quitar de la primera línea política a Alicia Sánchez-Camacho, cuya carrera quedó tocada por el escándalo de La Camarga. La sustituirá Xavier García-Albiol, ex alcalde de Badalona.

Campaña con alguna sorpresa

La elección de García-Albiol está dando de qué hablar desde el primer día. El nuevo cabeza de lista del PP despierta la ira de la oposición y de algunos sectores sociales que lo vinculan al racismo. Además, su estilo claro y directo a la hora de hablar no deja indiferente a nadie. Con estos precedentes, la campaña de los populares promete dar más de una sorpresa. 

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