Salvemos Cabana: «Claro que es posible el equilibrio entre economía y medio ambiente»

El colectivo transmite un mensaje de "esperanza" fundamentado en el "trabajo de mucha gente para lograr un mundo mejor" y pide que Galicia apueste por un modelo de desarrollo sostenible en el territorio y perdurable en el tiempo

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Algunas ideas. Cuidar el medio ambiente es responsabilidad de todos porque atañe a todos. El respeto al territorio no entra en contradicción con el desarrollo económico. Son pensamientos ya casi clásicos, pero no tan comunes como parece. En el Día Mundial del Medio Ambiente, el colectivo Salvemos Cabana ha puesto estas ideas sobre la mesa y alguna más. Quizá la más transversal a todas que «el territorio donde vivimos es nuestro principal activo y los políticos deberían tenerlo claro».

La asociación entiende que con asumir esta idea «la situación cambiaría bastante», porque afecta directamente al modelo de desarrollo económico que se impulsa en cada zona, trascendiendo el tópico de que generar empleo y cuidar el medio ambiente son conceptos enfrentados. «Es importante crear puestos de trabajo, es lo que permite que la sociedad avance, pero también lo es proteger el medio ambiente. Si hacemos ambas cosas tendríamos empleos perdurables en el tiempo y en un entorno sostenible».

Las potencialidades de Galicia

No siempre se empuja en esta dirección, entiende Salvemos Cabana, que pone como ejemplo el proyecto minero de la multinacional canadiense Edgewater en Corcoesto, que aterrizó en Galicia bajo la promesa de generar centenares de empleos en el rural. «Son proyectos de corto horizonte temporal que generan un enorme impacto ambiental y además limitan otras actividades económicas», explican en referencia al impacto en las explotaciones agrarias de la zona que causaría la mina. «Este tipo de proyecto no compensa en absoluto», insisten.

Pero, ¿cómo se consigue? ¿Podemos crear empleo sin castigar el territorio? Para Salvemos Cabana hay que cambiar el chip. «Aspectos como la modernización agraria, la inversión en I D son medidas básicas», apuntan. «Podemos tener un equilibrio entre actividad económica y medio ambiente y generar empleo de calidad. Es posible, hay países que lo logran. Galicia tiene unas condiciones mejores que otros territorios y empujando en la dirección adecuada podríamos estar entre los mejores de España en este tipo de desarrollo», insisten.

Esperanza

Aunque admiten que Galicia, a pesar del potencial de su territorio, se ha desarrollado en ocasiones contra sí misma, la esperanza de un futuro mejor es manifiesta, tozuda, y está en la movilización de mucha gente por un objetivo común. » La esperanza existe, aunque a veces desde determinados círculos intenten convencernos de que no hay. Si no hubiera existido la esperanza de mucha gente no habría sido posible parar el proyecto minero de Corcoesto. La esperanza es la reacción de mucha gente», concluyen.

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