Amancio Ortega y KKR engordan su negocio de aparcamientos: Q-Park crece un 14% y prepara más compras

Un análisis de S&P vaticina que el grupo de aparcamientos superará los 1.000 millones de ingresos este 2025 y que ensanchará márgenes en los próximos ejercicios; advierte que espera que priorice el crecimiento "sobre el dividendo" a los socios, Pontegadea, KKR e Interogo

El fundador de Inditex, Amancio Ortega, durante el concurso de saltos internacional de A Coruña, enmarcado de manera excepcional en el Longines Global Champions Tour, campeonato referente del panorama hípico que afronta la primera de sus tres jornadas en Casas Novas.- EFE/Cabalar

El fundador de Inditex, Amancio Ortega, durante el concurso de saltos internacional de A Coruña, enmarcado de manera excepcional en el Longines Global Champions Tour, campeonato referente del panorama hípico que afronta la primera de sus tres jornadas en Casas Novas.- EFE/Cabalar

Hace ahora un año, Amancio Ortega desembarcó en el negocio de los aparcamientos con la adquisición de un 20% de la holandesa Q-Park. La operación, más allá de diversificar la cartera de inversiones del hombre más rico de España, que este año recibió 3.100 millones en dividendos de Inditex, volvió a reunir como socios a Pontegadea y KKR, antiguos compañeros de viaje en Telxius. La gestora estadounidense es el principal accionista de la compañía, mientras que Interogo, un fondo vinculado a los propietarios de Ikea, controla el 18%.

La entrada del holding de Amancio Ortega coincidió con un año de crecimiento de Q-Park, que cerró el 2024 con un avance del 13,3% en los ingresos, hasta los 938,8 millones, y de un 10,7% en el ebitda subyacente, que se quedó en los 256,6 millones. Todo indica que la compañía siguió por el mismo camino en este 2025, lo que le permitirá superar los 1.000 millones de ingresos. Un análisis realizado por Standard&Poor’s este diciembre, cuando mejoró el rating del grupo, desvela los primeros datos que apuntan en esa dirección.

Q-Park, que tiene en su órgano supervisor a Roberto Cibeira, el CEO de Pontegadea, y a Andrés Moreno, director de inversiones, incrementó su facturación un 14% en los nueve primeros meses del año, con un crecimiento orgánico del 3,9%. S&P señala dos factores relevantes para esta evolución: el principal deriva de las adquisiciones de empresas realizadas por el grupo holandés, que en los dos últimos ejercicios ha completado al menos seis compras, reparteidas entre Francia, Alemania y Reino Unido; el otro es el incremento de los precios por la inflación, pues ha podido aumentar las tarifas en un 1% en el 90% de sus instalaciones, según la agencia de calificación.

Las compras de Q-Park y los márgenes

Q-Park gestiona más de 5.000 aparcamientos, opera en 360 ciudades y cuenta con 7.000 puntos de recarga eléctrica. Y no deja de crecer. Entre sus compras más recientes están Bavaria Parkgaragen, con 26 aparcamientos y 174 estaciones de carga para vehículo eléctrico; Park One, la séptima empresa de gestión de aparcamientos de Alemania; o Britannia Parking Group, con 600 aparcamientos en Reino Unido. El furor comprador no es exclusivo de los holandeses, pues el sector está viviendo un relevante proceso de concentración, como se aprecia en la fusión de Saba e Interparking o en la absorción de la española Parkia por parte de Indigo.

Pues bien, S&P ve en la cascada de operaciones la fórmula para que Q-Park ensanche su margen de ebitda. «Tras la caída al 32%-33% en 2024-2025, prevemos que el margen ebitda antes de los ajustes de arrendamiento mejore gradualmente hasta el 35% para 2027. Creemos que esto será posible gracias a que la compañía mantiene su eficiencia operativa y su enfoque en el control de costes, junto con el historial de sinergias exitosas obtenidas de las adquisiciones», dice el análisis de la firma americana, que apunta a que el flujo de caja libre se mantendrá «saludable» en torno a los 100 millones.

Invertir 150 millones al año

S&P no prevé que Q-Park cambie su hoja de ruta con la llegada de Pontegadea y la nueva configuración accionarial. Espera que continúa buscando un crecimiento de oportunidad sin aumentar significativamente el apalancamiento y «priorizando el crecimiento sobre los dividendos«. De hecho, señala que pondrá el punto de mira en «pequeñas y medianas empresas que pueda integrar, creando sinergias y sin comprometer su balance». Estima que, con esta estrategia, podría invertir alrededor de 150 millones anuales, entre inversiones ordinarias y adquisiciones.

La family office de Amancio Ortega siempre invierte a largo plazo, pero algunas participadas dan rendimientos antes que otras. En su anterior aventura con KKR en Telxius, la filial de infraestructuras de telecomunicaciones de Telefónica, logró un retorno rápido gracias a la venta del negocio de torres de telecomunicaciones a ATC por 7.700 millones. Tras el megadividendo, el fondo norteamericano salió de la empresa y Pontegadea se quedó. El escenario que dibuja S&P para Q-Park es diferente, pues lo deja fuera de grandes operaciones y le presume una política financiera disciplinada para hacer pequeñas adquisiciones que vayan engordando su cartera sin endeudarse demasiado. Es decir, un camino largo para el fundador de Inditex, como los que suele hacer.

Las fortalezas de Q-Park

La cartera de aparcamientos de Q-Park tiene importantes fortalezas, a juicio de S&P, que destaca que un 45% son de su propiedad y que los contratos de arrendamiento son a largo plazo e indexados a la inflación. «Esperamos que el crecimiento de los ingresos siga reflejando su poder de fijación de precios y la alta ocupación debido a la amplia cartera en ubicaciones diversificadas y prósperas«, dice el análisis de la firma. Con este optimismo, apunta a que al reemplazar los contratos vencidos, la compañía «reforzará la calidad de sus flujos de caja». La localización en territorios «más ricos» y con «menos riesgo» es una ventaja competitiva de Q-Park frente a otros operadores, como MEIF5.

La comparación con Indigo, el dueño de Parkia, no es tan beneficiosa para la inversión de Amancio Ortega. Señala que ambos tienen una estructura contractual favorable que asegura «flujos de caja estables y relativamente predecibles a largo plazo». Sin embargo, Q-Park está más apalancada, con una relación de fondos generados por las operaciones (FFO) del 7% frente a la deuda, mientras que Indigo alcanza el 11%.

«Si bien lo consideramos poco probable, podríamos mejorar la calificación de Q-Park si la compañía alcanzara un FFO superior al 9% en relación a la deuda, acompañado de una mayor claridad sobre la estructura accionarial de la compañía en el mediano y largo plazo, junto con una política financiera que respalde métricas crediticias más altas», concluye S&P.

Comenta el artículo
Avatar

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta

SUSCRÍBETE A ECONOMÍA DIGITAL

Regístrate con tu email y recibe de forma totalmente gratuita las mejores informaciones de ECONOMÍA DIGITAL antes que el resto

También en nuestro canal de Whatsapp