Sánchez Camacho consigue ser la primera en declarar ante el Parlament
La presidenta del PP en Cataluña evita así responder a las cuestiones que Victoria Álvarez plantee ante la Comisión Anticorrupción

En una maniobra sin luz ni taquígrafos, el Partido Popular ha logrado alterar el orden del día de la comisión parlamentaria anticorrupción prevista para hoy en el Parlament de Cataluña. El objetivo: conseguir que la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, declare antes de que lo haga su ex amiga y ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez. Ambas, y el detective de Método 3 Francisco Marco, han sido citados por los grupos parlamentarios.
Munición contra el PP
Inicialmente, Marco tenía que declarar a las 9 de la mañana. Álvarez a las 13 horas y Alicia Sánchez Camacho a las 16. Ese orden del día no resultaba «cómodo» para el PP porque las sospechas apuntan a que Victoria Álvarez, efectivamente, lanzará toda su artillería contra Camacho y por lo tanto, va a poner sobre la mesa de la comisión abundante y picante munición contra la líder del PP.
Con esa modificación, instada al margen de los canales parlamentarios establecidos, el PP ha logrado que su líder declare a las 9 de la mañana, siendo la primera en hacerlo y, por lo tanto, librándose del trance de tener que declarar tras el ventilador que ya ha comprado y probado la ex novia de Pujol.
Miedo a Victoria
El PP tiene miedo a Victoria Álvarez. Teme su incontinencia verbal, su desparpajo, su falta de reparo en mostrarse como es: una mujer imprevisible y explosiva cuando cree tener argumentos sólidos de su lado.
Álvarez va a acusar a Camacho de urdir la grabación del restaurante La Camarga. La ex novia de Pujol va sugerir que Camacho y el diputado del PSC-PSOE, José Zaragoza, actuaron de común acuerdo y con el único objetivo de recabar el máximo de información confidencial sobre la familia Pujol.
La ex novia tirará de la manta
Álvarez no escatimará su habitual irreverencia para hablar de un complot contra ella. Reiterará que fue la cabeza de turco que PP y que el PSC la utilizó para hacerle la guerra sucia a los Pujol.
El PP sabe, o al menos supone, que le espera una tormenta de agrias acusaciones en la comisión del parlamento catalán que ellos mismos apoyaron. Por eso, esta semana se han multiplicado las reuniones secretas para intentar convencer, si no disuadir, a Victoria Álvarez para que dé un paso atrás y modere su discurso y sus incriminaciones.
El Partido Popular, muy nervioso
Pero no lo han conseguido. Quizá han provocado el efecto contario. Dicen que estas maniobras han soliviantado a esta mujer indomable (incluso para su abogado), para, incluso, dar una vuelta de tuerca a su discurso acusatorio.
Probablemente, Álvarez anunciará en sede parlamentaria que en breve va a presentar una querella criminal contra Camacho por revelación de secreto y delito contra la intimidad.
Esta jornada parlamentaria no va a resultar nada fácil para Alicia Sánchez Camacho.
Marco les tiene pillados
Mejor lo tiene Marco. El director de Método 3, empresa contratada para grabar la conversación de La Camarga, sabe que todos los grupos políticos que forman parte de esa comisión parlamentaria, al menos en alguna ocasión han contratado a su empresa de investigación para indagaciones innombrables.
Por lo tanto, no se espera que los señores diputados y diputadas sean displicentes ni excesivamente incisivos con el detective que, por otro lado, se guarda, por si acaso, algún as en la manga (como un contrato de confidencialidades suscrito con el PP), que esgrimirá si el grupo Popular le aprieta más de lo razonable.
Victoria Álvarez y Francisco Marco, antiguos enemigos, jugarán, ahora, al fair play.