La Generalitat se agarra al Mobile pese a la total incertidumbre sobre los eventos masivos

Ya empiezan a cancelarse festivales, los Juegos Olímpicos de Tokio están en el aire y reina la inquietud, pero el MWC se celebrará "sí o sí", según el Govern

Salida de asistentes de la última jornada del Mobile World Congress de 2019 en la Fira de Barcelona, el último que se pudo celebrar antes de la pandemia de coronavirus | EFE/TA/Archivo

Salida de asistentes de la última jornada del Mobile World Congress de 2019 en la Fira de Barcelona, el último que se pudo celebrar antes de la pandemia de coronavirus | EFE/TA/Archivo

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Este pasado viernes, unas horas después de que el mítico festival británico Glastonbury anunciase la cancelación de su edición 2021, la Generalitat de Cataluña sugirió que es prácticamente imposible que el coronavirus vuelva a suspender el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona. Ambos eventos reúnen a cientos de miles de personas; el primero se iba a celebrar entre el 23 y el 27 de junio, y el segundo sigue anunciado para arrancar el 28 de ese mes y extenderse hasta el 1 de julio.

Las declaraciones de Miquel Sàmper, conseller de Empresa, evocan un déjà vu, pues van en la misma línea de las que hicieron todos los dirigentes barceloneses, catalanes y españoles semanas antes de que se cancelara el MWC de 2020 el pasado 12 de febrero. La mayor feria de móviles del mundo se celebrará este año «sí o sí» en Barcelona y se harán «todos lo controles que hagan falta», ha asegurado Sàmper, que estima que hay «una altísima demanda de presencialidad».

Unas horas antes, los organizadores del Glastonbury confirmaron la que podría ser la primera de un rosario de suspensiones de festivales, congresos, ferias y demás congregaciones masivas previstas para la primavera y el verano. La experiencia dicta que, aunque la clase política diga «sí o sí», la pandemia manda. «Pese a nuestros esfuerzos por remover cielo y tierra, simplemente no podremos organizar el festival este año», lamentaron los responsables del festival inglés.

La noticia se interpretó con desánimo en el sector de los espectáculos, desde luego uno de los más golpeados globalmente por la necesidad de mantener las distancias y reducir los aforos al mínimo. Glastonbury es uno de cientos de festivales que han advertido al Gobierno británico de que necesitan saber este mes si tienen luz verde para iniciar los preparativos; es decir, exigen garantías de que no van a tener que cancelar a última hora por segundo año consecutivo.

Las quinielas de los eventos en 2021

La incertidumbre no solo planea sobre la industria de los conciertos y festivales. El Salón del Automóvil de Ginebra anunció que cancelaba su evento de 2021 desde el pasado junio, y ahora estudia celebrarlo a finales de la primavera, pero los organizadores no consiguen ponerse de acuerdo. El propio MWC 2021 iba a ser este próximo marzo, pero el pasado septiembre la organizadora GSMA decidió posponerlo al final de junio previendo una alta incidencia de Covid-19.

Una encuesta a organizadores de eventos publicada esta semana por el grupo estadounidense Northstar concluyó que solo el 10% prevé organizar alguna actividad presencial este primer trimestre y la mayoría cree que no se retomará cierta normalidad hasta el tercer trimestre o incluso hasta inicios de 2022. Lo sugerente del sondeo es que hace unos meses las previsiones del sector eran mucho más optimistas, pero las sucesivas olas pandémicas las han desinflado totalmente.

Tres de cada cuatro organizadores de eventos consultados por Northstar espera que la vacunación masiva lleve a la inmunidad de rebaño y que la inmunidad propicie un retorno a la normalidad en la industria. Es, sin duda, la posición más lógica. Pero, aunque muchos gobiernos han anunciado sendos planes para lograr una alta inmunidad este próximo verano, otros muchos expertos los han puesto en duda y prevén que la pandemia siga fuerte durante la mayor parte de este año.

Sàmper es uno de los que confía en que la vacunación avance a un ritmo óptimo durante los próximos cinco meses que permita celebrar el MWC a finales de junio. «Si tenemos que hacer tres PCR, las haremos; si tenemos que estar a dos metros de distancia, estaremos; si tenemos que llevar mascarilla, la llevaremos, pero tenemos que arrancar», ha asegurado en una entrevista con Efe, sugiriendo que los empresarios del sector tecnológico «están hartos» de reunirse a través de «pantallas».

Mobile, ergo fin de la crisis

Así como la cancelación del MWC 2020 marcó el inicio de la crisis económica por coronavirus, que por esa circunstancia afectó primero a los bolsillos que al sistema sanitario español, los empresarios creen que el próximo congreso en Barcelona marcará el inicio del fin del trance. Pero las señales que se suceden dan un mal presagio. Ahora mismo, incluso los Juegos Olímpicos de Tokio (del 23 de julio al 8 de agosto) están en tela de duda, según informaciones de The Times.

El Mobile genera casi 500 millones de euros y miles de puestos de trabajo en cuestión de días, y como en el resto de la industria de eventos en su desarrollo convergen decenas de sectores que lo tienen por uno de sus momentos más importantes del año. El director del gremio de restauración de Barcelona, Roger Pallarols, dijo a El País que 40 de esos millones «van a parar a bares y restaurantes», negocios especialmente afectados por las actuales restricciones.

Y es que, aunque el Mobile de este año, si se celebra, será «híbrido» entre presencial y virtual, el mismo Pallarols ha reconocido que la feria «sin gente no interesa a nadie». En 2019, el último año en que se pudo llevar a cabo, el MWC cerró con un récord de 109.000 asistentes. No solo nadie prevé que para finales de junio ya no haya que mantener la distancia o limitar aforos, sino que tampoco está claro que el público meta del congreso responda en masa a la convocatoria.

La propia organización del Mobile reconoce que las «circunstancias globales», que «monitorizan» constantemente, dictarán el recorrido de la edición de este año, según han transmitido al digital Capacity. La GSMA, por ahora, está volcada en el MWC de Shanghái, que tendrá lugar en la ciudad china entre el 23 y el 25 de febrero, exactamente un año después de la feria que no fue en Barcelona. Las medidas en Shanghái incluyen de controles de temperatura a dictámenes de salud.

Inquietud entre las empresas

En un año normal, la GSMA llegaría al Mobile teniendo ya todo el espacio de expositores vendido con un año de antelación. A comienzos de este año, pese a que la feria se organiza para que ocupe menos espacio de la Fira que en ediciones anteriores, aún está a la venta un 20% del espacio, lo que sugiere que no todas las empresas están confiadas en que la cita se vaya a producir o en que participar en la misma sea apropiado. Unos 20.000 metros siguen libres, informa El Español.

Las dudas sobre la fecha no se amparan solo en la pandemia, también en el calendario de la industria. Cuando se aplazó de marzo a junio se comentó que la nueva fecha elegida no suele ser buena para nuevos lanzamientos tecnológicos. Muestra de ello es que Samsung acaba de anunciar la gama Galaxy S21, una decisión que el director de investigación de CCS Insight, Ben Wood, vincula al aplazamiento del MWC, «que suele servir como escaparate para los nuevos dispositivos de Samsung».

Capacity cita a voces de la industria divididas entre el escepticismo y el convencimiento de que no irán a la feria o que la misma no se acabará produciendo. «Nos han dicho que sucederá en persona, pero creo que, leyendo entre líneas, se están preparando para una variedad de escenarios», dijo un operador. Un consultor añadió que «parece cada vez más improbable que el evento pueda llevarse a cabo en persona» a menos de que se acelere sobremanera la vacunación en el mundo.

Empresas como Ericsson, Nokia, Huawei, ZTE, Samsung, Telefónica o Microsoft están entre las confirmadas para el MWC de este año en la capital catalana. Algunas han transmitido a la prensa que no descartan cancelar si la pandemia lo amerita. El año pasado, tras un lento goteo de cancelaciones y un extenso debate público, el congreso se canceló a menos de dos semanas de celebrarse. La GSMA se ha comprometido ahora a implementar tecnologías para sortear los contactos físicos.

«Estamos planeando un evento presencial con audacia pero con cautela», dicen desde la asociación organizadora del Mobile, que ha acordado ya quedarse en la ciudad condal hasta 2024. «La salud y seguridad de nuestros expositores, asistentes, personal y gente de Barcelona siguen siendo nuestra máxima prioridad».

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