Los españoles arrasan con los test de antígenos en los pueblos fronterizos de Portugal

El precio de los test rápidos en el país vecino es hasta un 60% más bajo que en España, pero tras la alta demanda de las últimas semanas empiezan a escasear

Un profesional manipula test de antígenos del coronavirus, como los que se empezarán a utilizar en farmacias y clínicas dentales de Madrid/EFE

Un profesional manipula test de antígenos del coronavirus. Madrid/EFE

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Encontrar un test de antígenos en España resulta complicado en los últimos días, da igual la comunidad autónoma, por lo general están agotados en todas las farmacias y solo algunos madrugadores pueden tener suerte. Además, la fuerte demanda ha disparado los precios.  

Por eso hay quien aprovecha para cruzar la frontera, si vive cerca, y probar mejor fortuna. En nuestro país, los habitantes de Huelva, Badajoz, Salamanca, Zamora o Galicia pueden estar en el país luso en apenas unos minutos y allí estas pruebas son mucho más económicas. 

Portugal ya vivió esta situación durante 2020 con las mascarillas, cuando los precios en España estaban disparados. Hay que recordar que el Gobierno no bajó el IVA hasta noviembre, cuando la pandemia ya llevaba siete meses presente.  

El país vecino revive este escenario en 2021 pero con los test rápidos para detectar el Covid-19. Los portugueses tienen derecho a seis pruebas gratuitas al mes en farmacia, hasta hace solo unas semanas eran cuatro pero el repunte de contagios ha elevado el número.  

A diferencia de nuestro país, donde el Gobierno solo ha autorizado a las farmacias para la venta de test de autodiagnóstico sin receta, en Portugal también se permite la venta en supermercados. Es decir, la oferta es mayor y también por esta razón su precio es mucho más asequible. 

Y esto ha provocado que decenas de españoles acudan cada día al país vecino a comprar test, como ha podido comprobar Economía Digital. De manera que aquí también están escaseando. En Elvas, el primer pueblo fronterizo desde Badajoz (está a menos de 20 kilómetros de la ciudad extremeña) ya llevan semanas con los test agotados.  

En menos de 4 kilómetros hay tres grandes supermercados y este martes no se vendió ninguno por una sencilla razón: no había. En uno de ellos, Intermarché, explican que llevan sin recibir test desde hace dos semanas y cuando llegan no tardan en venderse ni un minuto, principalmente porque reciben un número muy reducido. “Solo cinco la última vez”.  

Ni siquiera los exponen en estanterías, la cajera los guarda como si fuera oro, y una vez abre las puertas el establecimiento ya hay algún que otro español en la cola para comprar. “Cada día vienen decenas de españoles preguntando por los test, solo cuestan 3,99 euros”. 

Y si, puede parecer una locura darse el paseíto a Portugal aun sabiendo que pueden estar agotados, pero “aprovechan y se llevan mascarillas”, comentan. Un paquete de diez mascarillas quirúrgicas apenas cuesta un euro.  

Solo a unos metros, prácticamente enfrente, hay otro supermercado, Pingo Doce. Aquí confiesan que el precio va fluctuando en función de los test que reciben. La mecánica es fácil, si son muchos los bajan y si hay pocos los suben, aunque en ningún caso han superado los cuatro euros, aseguran. 

En esta cadena llevan sin recibir antígenos desde hace diez días, coincidiendo con el aumento de demanda y la subida de contagios en todo el mundo. Unos metros más adelante está Continente, un establecimiento que está de suerte porque recibieron dos el lunes y la semana pasada, otros dos. “A los 5 minutos de abrir ya no quedaban”, y si, eran familias españolas, revelan. 

Los trabajadores de estos establecimientos explican que los ciudadanos de Elvas tienen suficiente con los test rápidos de farmacia financiados por el Estado, por eso, es más habitual ver a españoles en los supermercados. Más que nada, porque en Badajoz, las farmacias están vendiendo estas pruebas con precios que oscilan entre los 7 y 10 euros. 

«Se ha puesto tope a las farmacias»

Desde la empresa de distribución de medicamentos, Cofares, comentan que desde hace tres semanas, cuando los contagios empezaron a ascender en Extremadura, los test están prácticamente agotados. “Cuando llegan no duran ni un día y por eso se ha puesto un tope por farmacia, un máximo de cinco”. 

Además, «ahora también se están agotando cajas y cajas de mascarillas”, algo no visto desde los meses más duros de la pandemia, recuerdan. La situación que vive la región extremeña, es muy similar a la del resto de España.  

Hasta la fecha, solo la Comunidad de Madrid está ofreciendo un test de antígenos gratis en farmacia (desde el pasado 20 de diciembre) a sus habitantes, tal y como hizo en su día con las mascarillas. Pero el desabastecimiento de test hace que, aunque sea gratis, no todos los días haya y el cartel de “hoy ya no nos quedan más test” sea visible en las cristaleras de todas las farmacias.  

Una situación que ha llevado incluso a la reventa de antígenos en aplicaciones y páginas webs de segunda mano, por supuesto a precios desorbitados. En algunas ciudades se están optando al menos por hacer cribados masivos durante esta Navidad con el fin de evitar que se propaguen los contagios. 

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