Sánchez amenaza con reventar las municipales a Podemos y cuestiona sus leyes clave

La tensión en el seno de la coalición es creciente: el PSOE no para de enmendar proyectos de ley importantes para Podemos de cara a las próximas elecciones como Familias, Bienestar animal o Vivienda

El director de cine Pedro Almodóvar; la actriz y cantante Ana Belén; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asisten al homenaje que organiza el PSOE a la escritora Almudena Grandes, fallecida hace un año, este lunes en el Ateneo de Madrid. EFE/ Zipi

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El tic-tac del reloj ya resuena en Moncloa y el 2023, año esencial para poder revalidar el Gobierno, ya está a la vuelta de la esquina, pero sin demasiado espíritu festivo: la plancha se acumula para ambos socios de coalición y las agendas vuelven a chocar. Porque, una vez aprobados los Presupuesto Generales del Estado -la meta del presidente, Pedro Sánchez-hay una serie de leyes que aprobar antes de final de año -para poder confrontar directamente con el PP, el PSOE, y para vender su utilidad de cara a las municipales y autonómicas de mayo, Podemos- y la discrepancia y la tensión es total entre las dos fuerzas políticas.

Es un momento delicado para los integrantes del Consejo de Ministros, casi sin parangón en estos tres años de matrimonio, sólo comparable, quizás, a la crisis abierta con la subida del gasto en Defensa que tuvo lugar en verano. Las leyes que buscan articular la acción del Gobierno de cara a los próximos meses –Vivienda, Trans, Bienestar animal, Mordaza, Familias y Aborto, a la que se suman los flecos finales de la de Trata- son el epicentro de la relación entre PSOE y Podemos y cada una de las partes está marcando su terreno, con estrecho o nulo margen de negociación. Tanto, que existe la posibilidad de que alguna no salga adelante, aunque no de romper el pacto entre ambos.

Así lo aseguran fuentes de ambas formaciones a Economía Digital. Es cuestión ya de fuerzas: en el PSOE buscan «proactividad de Podemos», dado que «tienen 33 escaños y nosotros 120″. A pesar ello, fuentes del Gobierno insisten en que la coalición no se va a romper. De hecho, ponen como ejemplo las 174 leyes que se han aprobado hasta ahora, y que no se haya perdido «ni una votación legislativa». Sobre las acusaciones de electoralismo, Moncloa cree que «cada uno es libre de decir». «Hay que juzgar a este Gobierno por lo que hemos hecho», no por lo que se ha planteado.

En la misma línea se manifestó este martes la ministra portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: «La acción de este Gobierno no se puede valorar por los debates», arrancó Isabel Rodríguez. «Los españoles valoran el final de cada acuerdo de este Gobierno, la acción definitiva, estamos con cada una de nuestras decisiones yendo a mejorar la vida de la gente y a transformar. El Gobierno reivindica la acción, no el debate previo», adujo.

Crece la desidia en Podemos

Pero en Podemos crece la desidia día a día. Fuentes del partido morado suspiran cuando se le pregunta por la relación con el socio mayor. Ponen los ejemplos de la ley Trans -donde, tras aprobar el propio Consejo de Ministros en primera vuelta el texto, ahora se ha reabierto el debate sobre la autodeterminación de género por la insistencia de los socialistas en sus enmiendas parciales en pos de mayor «seguridad jurídica»– o de la ley de Familias, esencial para el Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra, secretaria general de Podemos, que llegó a anunciarse para este martes pero que finalmente el PSOE echó para atrás tras no ser capaz de consensuar la letra pequeña.

Sobre Familias, fuentes de Moncloa insisten en que «la ley de Familias no llegó a estar en el orden del día del Consejo». «Tenía observaciones», resumen las mismas voces, «pasó por el Consejillo [nombre coloquial de la Comisión General de secretarios de Estado y subsecretarios, el órgano previo que organiza el Consejo de Ministros y que se reúne los jueves]». Lo cierto es que la negociación hasta el último momento de la noche del martes con la ley de Trata -que no ha contado con la mayoría de aportaciones del Ministerio de Igualdad- propició la retirada del anteproyecto de Familias del orden del día, un movimiento del Ministerio de la Presidencia.

En el Gobierno son sintéticos con respecto a Familias: «Cuando haya acuerdo, se llevará al Consejo». Pero el resto de leyes que están sobrevolando a la coalición no gozan de mejor salud. La ley de Bienestar animal no parece que vaya a continuar su tramitación por el momento. Fuentes del grupo parlamentario de Unidas Podemos afirman que el PSOE se resiste a retirar la enmienda que deja fuera a los perros de caza de la ley de protección animal.

Vivienda y Mordaza se negocian informalmente

Lo cierto es que los grupos parlamentarios de UP y del PSOE se reunieron en la tarde del martes con el objetivo de sacar adelante la norma, que fue aprobada en segunda vuelta del Consejo de Ministros el pasado agosto, y que se encuentra bloqueada sin que se haya abierto aún la fase de Ponencia. En la reunión, según cuentan desde Unidas Podemos, «sólo se ha podido constatar que el PSOE persiste en su apuesta por dejar fuera de la ley de protección animal a los perros de caza, algo que es inasumible para Unidas Podemos y para la mayoría progresista que sostiene al Gobierno».

En cuanto a Vivienda, no hay nada nuevo bajo el sol. Si hace unas horas se apreciaba una «mejor sintonía», ahora ya no es tan así. Tanto, que ambas fuerzas y sus socios se encuentran negociando, sí, pero fuera del marco de Ponencia. En cuanto a la ley Mordaza no hay ningún cambio, aunque la ponencia sí está convocada pero las negociaciones están produciéndose fuera de ese ámbito, precisan las fuentes consultadas.

La única que ha conseguido salir a flote es la del Aborto, que este martes terminó su tramitación y se emitió el dictamen, por lo que sólo falta aprobarla en Pleno y ser enviada al Senado para entrar en vigor. La Comisión de Igualdad ha dado el visto bueno al texto final, que será sometido a la votación en las próximas semanas, y que ha concluido que se dará más facilidad a las menores que quieran interrumpir su embarazo. Así, las chicas de 16 y 17 años no necesitarán permiso paterno y las más jóvenes podrán pedir un defensor judicial si hay conflicto con sus padres

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