Esta es la cantidad de dinero en efectivo que se recomienda tener ante un nuevo apagón eléctrico
Al no depender de la infraestructura digital de los bancos, el dinero en efectivo se puede utilizar cuando los cajeros automáticos, los sistemas bancarios o los pagos electrónicos dejan de funcionar

La Península Ibérica se quedó a oscuras el pasado mes de abril, tras el apagón masivo que dejó sin electricidad al conjunto del país, Portugal e, incluso, algunos puntos del sur de Francia. El suceso se debió a una cascada de sobrevoltaje iniciada en el sur de España que se expandió de forma progresiva por el país, según se desprende del informe elaborado por el panel de expertos del Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E).
El apagón que la pasada primavera dejó sin electricidad a la Península Ibérica se debió a una cascada de sobrevoltaje iniciada en el sur de España
Meses después, el país aún está en riesgo de sufrir un episodio similar, después de que Red Eléctrica haya advertido al Ministerio de Transición Ecológica y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que ha detectado variaciones bruscas de la tensión en el sistema eléctrico peninsular español. A pesar de que se encuentran dentro de los límites establecidos, ha puntualizado que muestran un «elevado número de grupos convencionales conectados».
La importancia del efectivo
El Banco Central Europeo (BCE) ha recomendado la cantidad de dinero en efectivo que se debe guardar en casa ante emergencias como apagones, ciberataques o crisis financieras. En el informe ‘Keep calm and carry cash: lessons on the unique role of physical currency across four crises‘, remarca que la importancia del efectivo en momentos de incertidumbre.
La institución financiera ha enumerado las distintas ventajas del dinero en efectivo. Por ejemplo, ha hecho mención a la independencia del dinero en metálico de la infraestructura digital, lo que le permite conservar su valor cuando los cajeros automáticos, los sistemas bancarios o los pagos electrónicos dejan de funcionar.
Durante el apagón eléctrico de la pasada primavera, la facturación del comercio electrónico experimentó un desplome del 54% y el uso de la tarjeta bancaria se redujo un 42%
Una clara muestra de ello es lo sucedido durante el apagón eléctrico de la pasada primavera, cuando la facturación del comercio electrónico experimentó un desplome del 54% y el uso de la tarjeta bancaria se redujo un 42%. En contraposición, los billetes y las monedas en circulación continuaron siendo válidos y pudieron seguir utilizándose.
Cuánto efectivo se debe tener
El BCE evita concretar cifras a la hora de establecer cuánto dinero en efectivo se debe guardar, si bien hace referencia a las recomendaciones formuladas por países como Países Bajos, Austria o Finlandia, que aconsejan a sus habitantes contar con entre 70 y 100 euros en efectivo por persona.
Las autoridades de los países mencionados consideran que la cantidad es suficiente para cubrir necesidades básicas como la alimentación o la compra de medicinas durante un periodo de 72 horas, la cantidad de tiempo que calculan que sería necesaria para reestablecer la normalidad en caso de una interrupción grave.
El BCE sugiere contar con una cantidad moderada, accesible y adaptada al número de miembros de cada familia
Teniendo en cuenta que acumular grandes sumas de dinero en casa puede resultar inseguro, la institución financiera europea sugiere contar con una cantidad moderada, accesible y adaptada al número de miembros de cada familia.
Resiliencia del sistema bancario
El BCE ha puesto de relieve la importancia del dinero en efectivo como red de seguridad en el sistema bancario y ha remarcado que su disponibilidad inmediata permite garantizar la continuidad de los pagos en situaciones críticas y reforzar la estabilidad económica y la confianza ciudadana.
A la vez, ha destacado que el uso de dinero en metálico en emergencias evidencia que disponer de pequeñas reservas de dinero en casa aporta tranquilidad a los ciudadanos y contribuye a la resiliencia del sistema bancario frente a situaciones imprevistas como apagones eléctricos, ciberataques o crisis financieras.