El Corte Inglés se impone en la licitación del Ejército de Tierra: 24,2 millones por el suministro de uniformes

El Corte Inglés ha firmado una UTE junto a otras siete empresas para convertirse en el principal proveedor de vestuario de los miembros del Ejército de Tierra

El Corte Inglés, junto a otras siete empresas, ha sido adjudicatario del contrato de suministro de vestuario y equipamiento para los alumnos del Ejército de Tierra, en una operación valorada en 24,2 millones de euros, impuestos incluidos, de la mano de una operación que responsabilizará a El Corte Inglés de la vestimenta de los jóvenes alistados en el Ejército de Tierra.

Todo ello, de la mano de un contrato tramitado por el Ministerio de Defensa a través de procedimiento urgente, que contempla la fabricación y entrega de uniformes, prendas especiales, guantes, botas y ropa de combate destinados tanto a los nuevos alumnos de las academias militares como a los contingentes desplegados en operaciones.

La UTE liderada por El Corte Inglés para vestir al Ejército de Tierra

Un contrato que ha sido adjudicado a una Unión Temporal de Empresas o UTE, una figura jurídica que permite a varias compañías asociarse temporalmente para concurrir juntas a una licitación pública y ejecutar de manera conjunta un proyecto concreto. En este caso, El Corte Inglés lidera una alianza en la que participan siete compañías especializadas del sector textil y logístico: Fábrica Española de Confecciones, Iturri, Yuma, Manufacturas Aura, Calzados Plásticos Españoles, Lorpeland y Ghan Logística Gestión y Consultoría.

Entre estas ocho empresas, la presidida por Marta Álvarez coordinará la gestión general del contrato, aportando su experiencia en el suministro y distribución de uniformidad para organismos públicos, un área en la que acumula una trayectoria de más de tres décadas. Las empresas colaboradoras aportarán su capacidad de producción y especialización técnica, en campos que van desde la confección industrial hasta el calzado técnico o la logística militar.

En lo relativo a los detalles del acuerdo, tal y como consta en el pliego de condiciones publicado en la Plataforma de Contratación del Estado, el contrato tiene como objeto proveer el vestuario completo de los alumnos de nueva incorporación a las academias y centros de formación del Ejército de Tierra, así como suministrar el equipamiento necesario para los contingentes que participen en operaciones nacionales e internacionales.

Las prendas incluidas en el acuerdo abarcan uniformes de instrucción y combate, ropa técnica de abrigo, guantes de trabajo y botas de alta resistencia, todas ellas fabricadas conforme a los estándares de calidad exigidos por el Ministerio de Defensa. Se trata, por tanto, de un contrato estratégico que garantizará la disponibilidad de material textil y calzado militar durante los próximos meses.

El plazo de formalización del contrato se extiende desde el 31 de octubre hasta el 6 de noviembre de 2025, y su tramitación se ha realizado con carácter de urgencia para cubrir las necesidades inmediatas del Ejército en un momento de ampliación de efectivos y renovación de dotaciones.

Un acuerdo al que no se podría haber llegado sin una UTE de por medio

Ahora bien, es importante remarcar como punto clave de este acuerdo la fórmula de la UTE, una práctica habitual en la contratación pública española, especialmente en proyectos de gran envergadura o de carácter técnico. En esencia, una UTE es una asociación provisional de varias compañías que se unen con el objetivo de ejecutar un contrato específico, combinando sus recursos, conocimientos y experiencia.

Tras el acuerdo, una vez cumplido el objeto del contrato, la UTE se disuelve. Esta figura permite que empresas de diferentes sectores colaboren para afrontar proyectos complejos que, por volumen o especialización, resultarían difíciles de asumir de forma individual. En el caso de la adjudicación del vestuario militar, la participación de fabricantes textiles, firmas de calzado y compañías logísticas garantiza una cadena de suministro integral y eficiente, capaz de responder a los exigentes plazos del Ministerio de Defensa.

De vuelta a este caso concreto, este nuevo contrato supone un importante impulso económico para las empresas involucradas, en un contexto en el que la industria textil española busca diversificar su producción hacia sectores más estables y de alta exigencia técnica, como el equipamiento militar.

El Corte Inglés, a través de su división industrial, refuerza así su posición como proveedor de referencia para las administraciones públicas, no solo en uniformidad militar, sino también en la provisión de vestuario para cuerpos de seguridad, servicios de emergencia y otras instituciones del Estado, de la mano de un acuerdo con el que la marca presidida por Marta Álvarez vuelve a ubicarse como referente textil a nivel nacional.

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