José Elías (La Sirena): cuando veo 600 asesores cobrando del Estado, me hierve la sangre
El empresario denuncia el distanciamiento de la clase política con la realidad social y reclama que las prioridades del país se centren en lo urgente: vivienda, salarios y ayudas a las familias
El empresario español José Elías. Foto: José Elías en LinkedIn
El empresario José Elías, propietario del grupo La Sirena y una de las voces más críticas del panorama empresarial español, ha vuelto a generar debate con una nueva reflexión en su cuenta de LinkedIn, donde carga con dureza contra la clase política y la gestión de los recursos públicos. Su publicación, que ha acumulado miles de reacciones en pocas horas, arranca con una afirmación tajante: “El 90% de la gente no puede comprarse un piso. Pero ningún político habla de eso.”
Con esta frase, Elías pone el foco en lo que considera el mayor problema estructural de España: el acceso a la vivienda, una preocupación que, según denuncia, está completamente ausente del discurso político actual. “La mayoría de la gente que conozco solo quiere llegar a fin de mes, tener un poco de ocio y poder comprarse una vivienda. Eso es lo que de verdad preocupa, pero no lo veo reflejado en ningún discurso”, sostiene.
“Cuando veo 600 asesores cobrando del Estado, me hierve la sangre”
El punto álgido de su mensaje llega cuando el empresario catalán expresa su indignación por el gasto público destinado a asesores y estructuras políticas que, a su juicio, no aportan valor real al ciudadano. “Cuando veo 600 asesores cobrando del Estado, me hierve la sangre”, afirma, en un dardo directo al Gobierno y a las administraciones públicas.
Elías denuncia lo que considera una burocracia hipertrofiada, que destina millones de euros a mantener una estructura política “sobredimensionada”, mientras miles de familias luchan por llegar a fin de mes. En su opinión, el Estado debería enfocar sus recursos en resolver los problemas más urgentes: la vivienda, el coste de la vida y la falta de ayudas a los dependientes.
Lejos de un discurso teórico, el empresario recurre a su propia experiencia para dar fuerza a su argumento. En su publicación, recuerda que cuidó a su madre en silla de ruedas durante un año y medio sin recibir ni una sola ayuda pública. Esa vivencia, explica, le hizo confrontar la falta de empatía del sistema y la desconexión entre los que diseñan las políticas y quienes las sufren. “Cuidé de mi madre sin ayuda del Estado, y luego veo asesores cobrando sueldos públicos… es indignante”, afirma.
Elías denuncia que España ha convertido la administración pública en una máquina que se alimenta a sí misma, mientras las familias que más necesitan apoyo siguen esperando respuestas. “Lo importante puede esperar. Lo urgente no. Y lo urgente hoy es que la gente no puede pagar su piso ni llenar la nevera sin hacer malabares”, escribe, con tono firme.
El precio de la vivienda, símbolo de una crisis social
El discurso de Elías conecta con una realidad palpable: el precio de la vivienda se ha convertido en una barrera casi infranqueable para la mayoría de los españoles. Según los últimos datos del Banco de España, el esfuerzo medio para comprar una vivienda supera los 8 años de salario íntegro, mientras el precio del alquiler ha crecido más del 40% en la última década.
A esta situación se suma una inflación persistente en los alimentos y la energía, que ha reducido el poder adquisitivo de las familias y multiplicado la sensación de ahogo económico. El empresario alerta de que la clase media se está desintegrando, y que los políticos “prefieren mirar hacia otro lado, ocupados en debates que no cambian la vida de la gente”.
“Si los políticos bajaran al barro y escucharan a la gente, entenderían qué hay que arreglar primero”, apunta Elías, reprochando a los dirigentes su desconexión con la calle. A su juicio, el país necesita menos discurso ideológico y más soluciones prácticas para garantizar la dignidad de quienes trabajan cada día y aun así no pueden vivir con tranquilidad.

“Mientras ellos miran al norte, la gente va al sur”
En la parte final de su mensaje, el empresario utiliza una metáfora contundente para describir el desencuentro entre los gobernantes y los ciudadanos: “Mientras ellos miran al norte, la gente hace años que va al sur.”
Con esta frase, Elías resume el hartazgo y la falta de confianza que, a su juicio, están calando en la sociedad española. Considera que el discurso político se ha convertido en un juego de poder y titulares, alejado de las preocupaciones reales del ciudadano medio: tener un techo, un salario digno y algo de estabilidad.
Para el empresario, esa desconexión está alimentando un desapego creciente hacia las instituciones y una sensación de abandono colectivo, especialmente entre los jóvenes que ven cada vez más lejano el sueño de tener una vivienda propia o formar una familia.
Una voz incómoda pero necesaria
No es la primera vez que José Elías —uno de los empresarios más mediáticos del país y con inversiones en sectores como la energía o la distribución— lanza críticas directas al poder político. En anteriores publicaciones, ya había denunciado el exceso de trabas burocráticas, la lentitud del sistema judicial y la falta de estímulos a la inversión y el emprendimiento.
Sin embargo, su tono ha evolucionado hacia un mensaje más social, centrado en el deterioro del poder adquisitivo y la falta de oportunidades reales para la clase trabajadora. “Pagas, trabajas y cumples, pero tienes que pedir perdón por hacerlo”, escribió hace unos meses en otro post viral.
Este nuevo mensaje ha sido recibido con una mezcla de aplausos y críticas. Muchos usuarios de LinkedIn coinciden en que sus palabras reflejan “el hartazgo generalizado”, mientras otros cuestionan que un empresario con éxito pueda hablar en nombre de los trabajadores. Aun así, su publicación ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de revisar las prioridades del Estado y la eficiencia de su gasto público.
Un llamamiento a cambiar el rumbo
Elías no solo lanza una crítica, sino también una advertencia. “El desapego crece porque el sistema ya no escucha”, concluye. En su opinión, si no se produce un cambio de rumbo, España corre el riesgo de consolidar una brecha social que deje fuera a millones de personas.
“Lo urgente no puede esperar”, repite como lema. Para él, la solución pasa por recuperar el sentido común y volver a poner al ciudadano en el centro de las políticas públicas. Menos asesores, más ayudas. Menos burocracia, más empatía. El mensaje de José Elías puede gustar o incomodar, pero pone voz a una sensación compartida por muchos: la de que el país necesita menos discursos vacíos y más acción real.