Dónde comer en Pamplona: 7 restaurantes, bodegas y barras top

Empezando por sus pintxos y siguiendo por sus verduras y sus carnes, Pamplona es sinónimo de buen comer: estos son algunos de los mejores restaurantes de la ciudad para comprobarlo

Plato restaurante Enekorri

Restaurantes para acertar en Pamplona. Foto: Enekorri.

Decir que en Pamplona (y en general en toda Navarra) se come muy bien es casi una obviedad. Su estratégica ubicación, entre el Valle del Ebro y el mar Cantábrico, le regalan diferentes climas y paisajes, en especial fértiles tierras de donde surgen verduras de primera que nutren un recetario lleno de matices, enriquecido además por la influencia de las comunidades vecinas y también Francia.

Guisos, carnes de caza, alcachofas, espárragos, chuletones a la brasa, chuletillas de cordero, borrajas o sabrosos pimientos asados son solo algunas de sus puntas de lanza, que en la capital navarra compiten casi de igual a igual con sus pinchos, con barras que brillan a golpe de gildas, croquetas, tortillas o creaciones de autor, entre otras.

En esta ocasión, sin embargo, dejamos la ruta de pinchos para centrarnos en restaurantes, con una selección de locales que consiguen mezclar producto, tradición y vanguardia con el mejor savoir faire.

Pamplona y sus pintxos. Foto: Francis Vaquero | Turismo de Navarra.

Kabo

La sumiller Jaione Aizpurua y el chef Aaron Ortíz son los veinteañeros detrás de Restaurante Kabo, que este mismo año y cumpliendo cuatro de andadura se trasladaba del hotel Avenida al otro lado de la calle Zaragoza, ahora a un establecimiento a pie de calle (Zaragoza, 10).

El símbolo de la mariposa que en lengua masái les da nombre sigue cobijando el restaurante, que ha mejorado en confort y amplitud y que, pese su contemporaneidad, respira Navarra por los cuatro costados con una apuesta que se basa en el producto de temporada, la huerta y los pequeños productores locales.

Con un solo menú que cambia por temporadas, de 80 euros, el actual ofrece, entre otros platos, tomate feo de Tudela, pimientos de cristal con migas y huevo, cordero lechal, calabaza o corvina cocinados, eso sí, con técnicas vanguardistas y presentados en diferentes texturas y vistosos emplatados.

Plato del restaurante Kabo, Pamplona
El producto navarro es la estrella. Foto: Restaurante Kabo.

Merece la pena destacar Transformación, su postre estrella, que evoluciona ante los ojos del comensal y que es todo un espectáculo.

A ello se suma una propuesta de maridaje, también con protagonismo de los proyectos locales seleccionada de una bodega a cargo de Jaione con un centenar de referencias.

Rodero

Hasta tres estrellas Michelin lucen en la ciudad de Pamplona, una de ellas en Rodero (Emilio Arrieta, 3), que ostenta también dos soles Repsol.

Koldo Rodero, María Goretti y Verónica Rodero forman el equipo al frente de su cocina, todo un referente en la gastronomía de autor en Navarra. Una familia criada entre pucheros que siguió la tradición pero que reinventa su propuesta para sorprender con platos y elaboraciones siempre sinceros y basados en la mejor materia prima que, sin duda, ejemplifican la cocina navarra actual.

Plato Restaurante Rodero
Foto: Restaurante Rodero.

A pocos pasos de la turística Plaza de Toros, cuenta con carta y dos menús: Para gustar (87 euros) y Para degustar (120 euros).

Verduarte

En lo más alto del palacio de congresos Baluarte y con excelentes vistas sobre Pamplona, Verduarte es, como su nombre indica, todo un homenaje a las verduras navarras.

Nacho Gómara, nacido en La Ribera, precisamente la cuna de las verduras de la región, comanda una propuesta que extrae todo el potencial de estos productos presentándolos en todas las texturas, sabores y formas imaginables.

Plato Verduarte
Foto: Verduarte.

Con producto de temporada elaboran sus menús degustación de 10 pases (67 euros) que animan a dejar los prejuicios y a adentrarse por un recorrido por los sabores tradicionales unidos con las últimas tendencias gastronómicas.

Gaucho

Visita obligada si se quiere conocer la cultura de los pintxos en Pamplona, Gaucho (Espoz y Mina, 7) lleva desde 1968 mostrando al mundo la esencia de la gastronomía en pequeño formato.

Alicia, Pruden, Roberto y Mary, sus responsables en los últimos 30 años, cuentan incluso con varios libros publicados sobre la cocina en miniatura que practican y que se basa en los productos de calidad: verdura, carnes y legumbres que transforman con mimo y algún toque de creatividad en sabrosos pintxos.

Pintxo de huevo trufado en Gaucho
Imprescindible el pintxo de huevo trufado. Foto: Gaucho.

No se hacen reservas y suele estar a tope, pero merece la pena ir con tal de probar sus huevos trufados, su txangurro con calabacín, las croquetas de txistorra, la lasagna, el rillete de pato, la bombita o el foie. Un diez.

El Merca’o

Ubicado en el céntrico Mercado del Ensanche (Tafalla, 7) de la capital navarra, El Merca’o es una iniciativa de la familia Idoate detrás también del restaurante Europa, otro de los tops de Pamplona, que aquí opta por un concepto más informal, fresco y divertido.

Con acceso independiente desde la calle y toques vanguardistas en cuanto al diseño, el local cuenta con dos ambientes diferenciados: una barra donde se ofrecen pintxos muy elaborados que llevan esta tradición vasca tan querida en Pamplona un paso más allá, varios comedores de mesas bajas donde comer a la carta.

Restaurante El Merca'o
Foto: El Merca’o.

Con carta, menú del día (30 euros), de noche (34 euros) y de fin de semana (45 euros) esta propuesta parte también del producto navarro pero incorpora toques mediterráneos, latinos y orientales, siempre con la vista puesta en divertir y sorprender con platos ricos y saludables.

Bodegón Sarría

Con diferentes premios a sus espaldas, entre ellos el título de Mejor Bar de Pintxos de Navarra y Euskadi 2022, el Bodegón Sarría (Estafeta, 50) puede presumir además de haber inventado, hace más de una década, el hoy famoso ‘Juevintxo’ de Pamplona.

Era enero de 2011 cuando su propietario, Julián Galarza, inició el fenómeno social con un anuncio en el Diario de Navarra con una promoción de vino y pincho por 2 euros válida para los jueves. Varios locales más de esta misma calle se unieron a la iniciativa que, con el paso del tiempo, adoptaron muchos otros establecimientos: el Juevintxo había llegado para quedarse.

Bodegón Sarría, Pamplona
Foto: Bodegón Sarría.

Con estética de taberna neorrústica, decorado con jamones colgados y vinilos de los encierros, el corazón del establecimiento es su barra, muy bien surtida de pintxos fríos y templados, con especial atención a los productos navarros y los embutidos ibéricos.

Muy buenos el lagarto ibérico, la tortilla y el escombro, otra invención local y ya pintxo mítico en la ciudad que se prepara con las virutas que quedan tras pasar el embutido por la máquina de corte: jamón y chorizo ibérico en un bollo de pan blanco tostado: ¿qué podría salir mal? Pues eso, exitazo.

Enekorri

Otro valor seguro con cuatro décadas de trabajo a sus espaldas es Enekorri (Roncesvalles, 2).

Fernando Flores es quien, desde su apertura en 1984, jefe de cocina, y junto a María Jesús Liberal, que supervisa la sala, y Ángel Regueiro, gerente, articula una cocina que cede protagonismo a la materia prima, siempre de temporada y de la máxima calidad, y la trabaja con exigencia, sin artificios ni estridencias.

Plato de langosta en Enerkorri
Foto: Enekorri.

Las vertientes mediterránea y cantábrica se dan aquí la mano y toman forma en platos como las pochas frescas preparadas solo con verdura, atún marinado con cilantro, wasabi y brunoise de verduras, merluza de pintxo con emulsión de lima y espárragos verdes o menudicos de cordero al estilo tradicional.

Hay que destacar el mimo al vino, que consideran parte integrante de su gastronomía. Hasta 450 referencias componen su bodega, siempre en evolución, con todo tipo de denominaciones y añadas nacionales e internacionales.

a.
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