Cinco restaurantes para comer (muy bien) en Gijón

De cocina tradicional o más moderna, mirando al mar pero también al monte y los valles asturianos, visitamos cinco restaurantes para saborear Gijón

Gijón es un destino gastronómico de primer nivel. Foto: Kike Llamas | Auga.

Talante y talento de chefs, pero también de productores, guisanderas, hosteleros o reposteros han cimentado a lo largo del tiempo la reconocible cocina asturiana. Una cocina de paisaje, que enfatiza los productos de su despensa natural, de los pescados y mariscos del Cantábrico a los vegetales de temporada y las carnes de sus valles, y que va mucho más allá de la fabada, el pote o el cachopo.

El mar se hace especialmente presente en Gijón y basta un vistazo a las cartas de sus restaurantes para descubrir el contundente carácter marino que desde siempre ha marcado la personalidad de su recetario.

Raciones de chicharrinos, bocartinos (boquerones), parrochines y panchinos (besuguitos) en las sidrerías; platos de besugo, pixín (rape) o sargo que apenas necesitan más que el horno para realzar su sabor; gallo relleno de mariscos, congrio con arbeyinos (guisantes); y chopa a la sidra son algunas de las tentadoras propuestas, a las que se unen el calamar de potera en verano o el muy gigonés pulpín con patatines.

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Importante plaza marisquera, en Gijón no faltan langostas, bogavantes, percebes, almejas, quisquillas, andariques (nécoras), cigalas, centollos o ñocles, como se conoce a los sabrosos bueyes de mar, aunque si hay dos mariscos que reinan en Gijón son los sabrosos oricios.

El mar en un guiso. Foto: Gloria.

Más allá de los sabores salados del mar, Gijón tiene también un marcado gusto dulce. No por nada presume de ser una de las ciudades de España con más pastelerías por habitante. En los escaparates de sus confiterías luce la tarta gijonesa junto a tejas, florentinas o pelayos, y siempre hay que dejar hueco para postres como el meloso arroz con leche, la charlota, los frixuelos y las casadielles.

Salado y, como hemos visto, también dulce, Gijón es un destino gastronómico de primer orden que se descubre en sidrerías y restaurantes como estos que destacamos.

Auga

Directamente sobre uno de los espigones del puerto deportivo de Gijón, casi rozando el agua, Auga es un restaurante que enamora.

Casi sobre el mar, Auga. Foto: Kike Llamas.

Reconocido con una estrella Michelin, el feudo del tandem formado por el chef Gonzalo Pañeda y el sumiller y jefe de sala Antonio Pérez sorprende de un primer vistazo por la luminosidad de un comedor en el que predominan la madera y los tonos claros y que enamora por su terraza asomada al mar en la que el tiempo se desliza sin darnos cuenta.

Aquí la propuesta varía en función del mercado y la creatividad del chef, que parte de un profundo respeto tanto por la tradición asturiana, que actualiza con acierto, como por el producto.

El menú degustación (95 euros) incluye una selección de los platos de temporada, con propuestas como sus oricios con manzana, vaca y atún rojo marinados, su propia versión de la gamba ajillo, caldo de cocina con pies de cerdo y anguila ahumada, costilla de vaca confitada con soja y ravioli de quesos asturianos o, en el apartado dulce, sopa de queso de cabra con avellanas y miel.

Auga cuenta con una estrella Michelin. Foto: Kike Llamas.

El Recetario

Destacado con el sello Bib Gourmand que indica, dentro de la Guía Michelin, aquellos establecimientos que destacan por su relación calidad-precio (que habitualmente no sobrepasa los 35 euros), encontramos El Recetario (Trinidad, 1).

A la entrada del histórico barrio de Cimadevilla, se define como un “restaurante urbano de mercado”.

Bajo la batuta del chef Álex Sampedro y partiendo de principios de respeto al producto, El Recetario abraza la innovación sin complejos, desvinculándose de tópicos asociados a la gastronomía asturiana y apostando por una cocina actualizada.

Foto: El Recetario.

Guisos largos y gustosos como la carrillera de vaca guisada tierna y melosa, picoteos como torreznos que aquí se acompañan con aliño de yuca, sabores que suben de nivel como la lubina marinada al ajillo con remolacha e hinojo o albóndigas de merluza en salsa de gambas son algunos de sus propuestas atemporales, a las que se unen platos como el escabeche de bacalao, pil pil y aceituna o el bonito del Cantábrico curado en sal, escabeche de verduras y lechuga de mar.

Para disfrutarlos hay dos espacios: la barra a la entrada, pensada para compartir, y el comedor en el sótano. En cualquier caso, merece la pensa dejarse llevar por las recomendaciones fuera de carta. Precio medio: 30/35 euros.

Los guisos largos son una de las señas de El Recetario.

Farragua

También con el sello Bib Gourmand la Guía Michelin nos pasamos por Farragua (Contracay, 3), un local tipo bistró donde encontrar una cocina tradicional actualizada con detalles de fusión.

Al frente encontramos a Ricardo Señorán, un chef nacido en la localidad extremeña de Plasencia que, tras curtirse en cocinas como Peix & Brases (Denia), Marqués de Riscal (Álava), DiverXO Madrid o La Salgar, también en Gijón, se lanzó con su propio restaurante.

Pixin, ternera y bacalao. Foto: Farragua.

Como nombre escogieron el inusual término farragua, que en Extremadura significa desaliñado y que, además de apuntar a sus raíces, les sirve como apunta Señorán, “para poder expresar de forma muy personal lo que sentimos por la cocina y para seguir aprendiendo de esta profesión.”

Farragua ofrece diferentes menús -todos por cierto con nombres extremeños como ‘asina’, ‘mangurrino’, ‘el miajón’, centrado en casquería y platos como caracoles o cangrejos de río, y ‘dejalamío’ que significa famélico- que van desde los 39,90 euros a los 79’80 euros, con posibilidad de maridajes.

Farragua deja a pocos comensales indiferentes.

Diferente, sorprendente, desarrollado y muy rico, entre sus platos destacan la berenjena sedosa y el pil pil de verduras, el gazpachuelo, el curry de La Vera, o los mejillones con pimentón. También se lucen en pescados como el pixín y la xarda (en temporada) o el cordero verde de mar, un plato de la cocina extremeña de origen musulmán que elaboran con algas y plancton y relleno de tendones de ternera.

Gloria

De corte más tradicional aunque con una sala moderna y muy agradable, Gloria se ubica en el número 3 de la Plaza Florencio Rodríguez 3.

Gloria es al propuesta desenfadada de los hermanos Manzano. Foto: Gloria Gijón.

Urbano y desenfadado, el concepto gastronómico de los hermanos Esther y Nacho Manzano se basa en la cocina de mercado y las recetas tradicionales, que toman forma en tapas y adaptaciones de algunos platos populares o emblemáticos de sus restaurantes gastronómicos Casa Marcial o La Salgar.

Con tres espacios diferentes –barra, sala y terraza– y también con opción de llevar a casa, cuentan con diferentes opciones de menú: diario, de 23 euros y servido a mediodía, y Gloria, de 45 euros, que incluye platos como la ostra al natural o con aguachile de kiwi y lechuga, boniato asado con crema de limón, berenjena a la llama con sobrasada y queso varé o albóndigas de ciervo, pure de patata y trufa.

Foto: Gloria.

V. Crespo

Volvemos al ambiente marinero en V. Crespo que lleva dando de comer en el centro de Gijón (Periodista Adeflor, 3) desde 1994.

De acogedor local en decorado con motivos que nos llevan al Cantábrico es el lugar donde degustar una cocina tradicional que se actualiza y acomoda al producto de temporada.

Así, es posible degustar desde clásicos entrantes como buñuelos de bacalao, croquetas de jamón ibérico Sánchez Romero y salpicón de bogavante a la más innovadora manzana rellena de micuit de pato.

V. Crespo nos envuelve en ambiente marinero.

Entre sus platos de cuchara, sobresalen sus arroces, como el de pulpo y oricios, el de pitu caleya o el clásico caldoso con bogavante. Por supuesto, excelentes pescados como el rubiel al horno y la lubina salvaje, de intenso sabor.

Entre los postres se permiten algunas licencias, como el trampantojo de huevo estrellado con chocolate blanco. Además de la carta (precio medio 40 euros) sirve también un menú degustación de 59 euros con seis pases y dos postres.

a.
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