Así es el primer hotel espacial al que podremos viajar en 2025

La estación Pioneer, que podría ser realidad en 2025, combinará espacio para oficinas y alojamiento turístico de lujo para 28 personas. Este otoño se presenta en España

Orbital Assembly planea abrir el primer hotel espacial en 2025.

“Nuestra meta siempre ha sido hacer posible que una gran cantidad de personas vivan, trabajen y prosperen en el espacio”. La frase, del director de operaciones de Orbital Assembly, Tim Alatorre, está cada vez más cerca de convertirse en realidad. La compañía espacial estadounidense acelera para abrir en 2025 un hotel espacial que formará parte del primer parque empresarial habilitado por gravedad en el mundo.

Orbital Assembly no es la única empresa que participa de la nueva ‘carrera espacial’, una etapa que tiene el turismo como uno de sus objetivos principales y en la que compiten desde los multimillonarios fundadores de Amazon y Tesla, Jeff Bezos y Elon Musk con sus compañías Blue Origin y SpaceX respectivamente, al también magnate Richard Branson, que ya ha empezado a vender billetes para los viajes espaciales de su compañía Virgin Galactic.

Incluso la Estación Espacial Internacional (EEI) ha hecho sus pinitos en el turismo desde que recibiera al primer turista espacial del mundo, Dennis Tito, en 2001. Entre sus últimos planes, un reality en el que se escogerá el próximo viajero y un nuevo módulo que servirá para filmar películas y hacer conciertos.

Foto: Orbital Assembly.

Cómo será el primer hotel espacial

Sin embargo, mientras los principales objetivos de la EEI pasan por la investigación, los planes de Orbital Assembly van en otra dirección.

La compañía de construcción espacial con sede en Estados Unidos planea abrir el turismo espacial “no solo para decenas de personas, sino para miles durante la próxima década”.

Para ello lanzará dos nuevas estaciones con hoteles espaciales: la primera ya en 2025 y la segunda prevista para 2027.

El hotel espacial, sobre una rueda giratoria que orbitará alrededor de la Tierra, tiene un diseño similar al de un hotel en la Tierra, pero con vistas al Sistema Solar

La estación Pioneer, que estará operativa en poco más de tres años, tendrá capacidad para albergar hasta 28 personas.

Por su parte, la estación Voyager, con sus primeros componentes previstos para lanzarse dentro de 5 años, podrá albergar hasta 400 personas una vez que esté terminada. Las dos funcionará como gigantescas ruedas giratorias en órbita alrededor de la Tierra.

El hotel espacial de la estación Pioneer tendrá capacidad para 28 viajeros.

La compañía, que presentará este proyecto en la próxima edición de Sutus, el primer evento del mundo centrado en el turismo espacial y subacuático y que celebrará en Marbella su tercera edición los próximos 28, 29 y 30 de septiembre, ha desvelado ya imágenes de los proyectos, que sugieren diseños similares a los de un hotel en la Tierra, pero con vistas al Sistema Solar.

La gravedad como pieza clave

El propio Tim Alatorre expondrá el proyecto, que tiene una doble vertiente: por un lado, establecerse como un lugar de trabajo, fabricación e investigación. Por otro, convertirse en un destino clave para el turismo espacial.

Así, tanto la Estación Pioneer como la Estación Voyager, además del hotel espacial de lujo, contarán con oficinas e instalaciones de investigación en alquiler.

Dentro de la operación del hotel espacial, la gravedad es un elemento clave. Según el director de operaciones de Orbital Assembly, “para que esto sea posible, estamos desarrollando estaciones espaciales de gravedad artificial. La gravedad en el espacio alivia muchas condiciones médicas graves debido a la ingravidez, creando un entorno que promueve una mayor accesibilidad para el turismo”.

Además, apunta, “la gravedad reduce significativamente la frecuencia del reemplazo humano en órbita, lo que reduce el costo operativo anual, reduce el riesgo operativo y hace que el espacio sea más agradable”.

Orbital Assembly planea dos hoteles espaciales para 2025 y 2027.

Este futurista concepto consta de varios módulos conectados por ascensores que forman una rueda giratoria que orbita alrededor de la Tierra. Cerca del centro de la estación no habría gravedad artificial, pero a medida que desciendes hacia el exterior de la estación la sensación de gravedad aumentará.

De este modo, será posible utilizar duchas o comer y beber sentados en algunas zonas de la estación mientras que en los espacios de menos gravedad permitirán disfrutar “de las excentricidades espaciales”.

Democratizar el turismo espacial

El precio, claro, sigue siendo una de las barreras del turismo espacial (solo el viaje de un turista a la EEI se valora en 55 millones de dólares) lo que deja este tipo de viajes al alcance de muy pocos. Para Alatorre, esta barrera irá desapareciendo una vez que el turismo espacial gane fuerza.

“Estas estaciones van a dar a la gente la oportunidad de empezar a experimentar el espacio a mayor escala, más rápido”, afirma.

El ejecutivo, anteriormente CEO de la firma californiana de arquitectura Domum, señala, además, que estas zonas turísticas de las estaciones espaciales “no van a ser como ir a una fábrica o a un centro de investigación” sino que “debería sentirse como un sueño de ciencia ficción”.

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