La Unió anticipa una caída del 3% en la cosecha de cítricos por el impacto meteorológico

El aforo citrícola de la Comunitat Valenciana cae, se esperan unos 2,68 millones de toneladas, la sexta campaña consecutiva con una preocupante tendencia a la baja

Citricultor en los campos de la Comunidad Valenciana

Citricultor en los campos de la Comunidad Valenciana

La Unió Llauradora prevé una cosecha de cítricos en la Comunitat Valenciana de 2,68 millones de toneladas para la campaña 2025/26, lo que supone un descenso del 3% respecto al año anterior y encadena seis campañas con tendencia a la baja. La combinación de condiciones meteorológicas adversas, plagas, árboles envejecidos y costes de producción elevados amenaza los ingresos del sector, pese a que se espera fruta de calidad y buenos precios en origen. La organización agraria exige medidas urgentes de apoyo institucional para sostener la rentabilidad y competitividad del cultivo.

El informe técnico de La Unió, basado en observaciones de campo realizadas a finales de julio, apunta a un volumen total estimado de 2,68 millones de toneladas de cítricos en la Comunitat Valenciana, lo que supone un 3% menos que en la campaña anterior.

El secretario general de La Unió, Carles Peris, advierte de que el sector se encuentra ante una situación crítica: «Sería la sexta campaña consecutiva por debajo de la media que convierte en estructural y preocupante la tendencia a las bajas producciones».

«Aunque las producciones efectivamente van a ser limitadas, pero van a favorecer un calibre aceptable para la comercialización estable en los principales mercados ya que se espera una fruta de calidad», añade Carles.

Esta caída, aunque moderada, consolida una preocupante tendencia a la baja en la producción, que se arrastra desde hace seis años.

A pesar del retroceso, la región se mantiene como líder estatal en producción citrícola, si bien la pérdida de rendimiento en algunas explotaciones es cada vez más notable, especialmente en aquellas con arbolado envejecido y menor productividad.

La campaña se ha visto afectada por factores agronómicos y climatológicos clave. Tras una primavera húmeda que favoreció la brotación, la llegada temprana del calor extremo en junio provocó una elevada caída de frutos durante la “porgà”.

«Los motivos de la baja producción son la climatología adversa que parte de la superficie productiva es arbolado viejo con bajos rendimientos y alguna merma por afección de plagas, desde la organización solicitamos una linea de ayudas a la conselleria de agricultura con apoyo del ministerio de agricultura para la reconversión de explotaciones con el arbolado envejecido», pide Carles Peris en sus alegaciones.

Además, tormentas de pedrisco en algunas comarcas y el envejecimiento de buena parte del arbolado están lastrando el potencial productivo.

Cultivo de cítricos

A todo ello se suma la presión fitosanitaria, con plagas como el Schirtothrips aurantii, la mosca blanca, el cotonet de Sudáfrica y la araña roja, que han ocasionado mermas relevantes en distintas zonas productoras.

A pesar del menor volumen, La Unió prevé fruta de buen calibre y calidad, y observa cotizaciones iniciales positivas en origen. Esta circunstancia podría beneficiar al productor si se logra una comercialización ágil y sin sobresaltos de precios.

«También reforzar los controles fitosanitarios para evitar la introducción de nuevas plagas y enfermedades, campañas de promoción de forma continua y revisar el sistema de precios de entrada, en el caso de Egipto que introduce naranjas a precios muy por debajo de los costes de producción y confección de nuestros cítricos» añade Carles Peris.

Reivindicaciones para salvar el sector

La organización agraria hace un llamamiento a la industria transformadora para que garantice precios dignos, incluso para la fruta con daños por pedrisco o calibres menores, evitando que parte de la cosecha quede fuera del circuito comercial.

Ante un escenario de márgenes ajustados, La Unió urge a las administraciones a actuar. Reclama a la Conselleria de Agricultura y al Ministerio una línea de ayudas públicas para la reconversión de parcelas con árboles envejecidos, así como más recursos para reforzar la sanidad vegetal, incluyendo la exigencia del tratamiento en frío para todas las importaciones citrícolas sin distinción de origen.

Asimismo, pide revisar los precios de entrada al mercado europeo, especialmente en casos como las naranjas egipcias, cuya competencia desleal, denuncia la organización, amenaza la sostenibilidad de las explotaciones locales.

Finalmente, La Unió considera prioritario invertir en campañas de promoción sólidas y continuadas que posicionen al cítrico valenciano como un producto de proximidad, calidad y seguridad alimentaria.

Estas acciones deberían estar orientadas tanto al mercado nacional como al internacional, con especial foco en redes sociales, puntos de venta y ferias del sector.

“Estamos ante una campaña corta, pero con potencial si se gestiona bien. La calidad puede acompañar, pero necesitamos apoyo institucional y respeto a nuestras producciones en los mercados”, resume Carles Peris, secretario general de La Unió.

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Irene Martínez Miñano

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