PwC asegura que la energía nuclear rebajó un 37% el precio de la luz en España en 2024

Manuel Argüelles, director general de Energía del gobierno valenciano, explica que “la energía nuclear es la que evita que el gas suba el precio de la luz”

Las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes, en una imagen de archivo. EFE/Kai Försterling

Las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes, en una imagen de archivo. EFE/Kai Försterling

La Cámara de Comercio, aliado con el gobierno valenciano de Carlos Mazón y la consultora PwC, continuó ayer su defensa de la energía nuclear, que en la Comunidad Valenciana es crítica al suponer el 50% de la generación eléctrica. En una jornada celebrada en su sede aportó dos argumentos para el debate: una explicación de cómo se fija el precio de la luz, cuestión que desarrolló Manuel Argüelles, director general de Energía del gobierno valenciano, y el resultado de que la energía nuclear sea una parte del mix energético en España, sobre las que puso cifras Óscar Barrero, socio responsable de Energía y Utilities de PwC España.

La conclusión de lo expuesto por Argüelles es que la «la energía nuclear es la que evita que el gas suba el precio de la luz». El mensaje es que «mientras no tengamos almacenaje de la renovable necesitamos la nuclear» y que, actualmente, «la energía nuclear nos hace depender menos de los problemas geopolíticos».

PwC expuso que el precio medio real de la energía en 2024 fue de 62,9 euros por MWh mientras que si no hubiera entrado la energía nuclear en el mix energético se habría elevado a 99,7 euros por MWh. Esto supone que gracias a la energía nuclear el precio bajó un 37% o, lo que es lo mismo, se hubiera elevado el precio del MWh en 36,8%, lo que hubiera supuesto una subida del 58%.

Óscar Barrero explicó en su presentación: «El aumento de la generación de los ciclos combinados implicará un impacto en la soberanía energética, dado a que aumentará la dependencia de las importaciones de gas natural, un aumento de las emisiones y un aumento del precio de la electricidad, situando a España a niveles incluso superiores a los de Alemania tras el cierre de la nuclear»

Manuel Argüelles ofreció ayer su perfil menos político y mantuvo la gorra de ingeniero durante toda su exposición, que recordó a las que dió en 2022 en el programa radiofónico ‘I+verde’ que dirigía José Luis Pichardo en plena crisis del gas por el inicio de la guerra de Ucrania y donde fue adelantando tanto la evolución que tuvo el mercado del gas como los impactos positivos y negativos que tenían el auge de las renovables, energías sobre las que atesora conocimiento.

La explicación de Argüelles de ayer versó sobre el sistema marginal de fijación de precios. El funcionamiento consiste en que todas las energías (nuclear, hidráulica, solar, eólica, gas e importación) se ofrecen según la intensidad que pueden ofrecer y el precio que requieren. Para calcularlo se tiene en cuenta el coste de oportunidad que hace que cada tipo de energía pueda tener precios diferentes en cada momento.

La otra opción es un sistema «Pay as bid» en el que cada tipo de energía marca su propio precio, independientemente de lo que hagan las otras energías. Este sistema facilita, a priori, un precio medio menor en los momentos en los que es necesario la entrada del gas al mix. Del mismo modo, cuando no entra el gas y las energías renovables tiran el precio hacia abajo, el modelo «Pay as bid» supone unos precios mayores que el sistema marginalista que se aplica en España.

Los cálculos que expuso Argüelles se basaron en el cálculo de un supuesto en el que hace falta el gas, entra a 150 euros por MWh, lo que sitúa el precio en el modelo marginalista en esos 150 euros por MWh. Si en este caso se aplicara un sistema «pay as bid», los precios bajarían a la horquilla de 69,1 a 110,5.

Sin embargo, el mismo supuesto pero con más energía renovable y sin entrada del gas, el precio en el sistema marginalista lo fijaría la energía anterior en precio, que en este caso es la hidráulica a 40 euros por MWh. Esto ocurriría en el sistema marginalista mientras que en el modelo «pay as bid» los precios oscilaría entre los 48,35 euros y los 69,75 euros.

Lo que Argüelles ya apuntó en febrero de 2022 con el inicio de la guerra de Ucrania y la crisis del gas es que el auge de las renovables podrían producir, como así ocurrió, que en los días de más baja demanda del año (que son los festivos de Semana Santa) se podría llegar a cubrir toda la demanda eléctrica con renovables.

Aquella situación, que ha ido siendo cada vez más habitual en España, requiere todavía de otras energías que aporten certidumbre en la producción y estabilidad, un papel que cumple la nuclear y que está llamado a ser cumplido por el almacenamiento de energía tanto solar como eólica, tal y como ayer volvió a incidir Argüelles.

Con esta explicación, el director general de Energía del gobierno de Mazón razonó que la energía nuclear sigue siendo necesaria para la estabilidad del sistema porque aporta un 20% de la demanda necesaria y evita, fundamentalmente, que las centrales de ciclo combinado se tengan que activar para quemar gas.

La segunda derivada de esta explicación es que tanto la activación y prolongación de la vida de las centrales nucleares como el desarrollo de las energías renovables así como de la estabilidad que aportará su almacenamiento son cuestiones que dependen de las decisiones políticas tomadas dentro de España, cuestión que no ocurre con el mercado del gas, cuyas reglas las marca Rusia, Argelia y Estados Unidos, como principales actores de esta energía.

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