Ford Almussafes retrasa a febrero la petición de piezas del Bronco: Peligra la producción de 2027
UGT reúne a todos los secretarios generales de las fábricas de automoción de España para protestar por la política europea de emisiones
Dos trabajadores en la fábrica de Ford, a 12 de junio de 2024, en Almussafes. Foto: Rober Solsona / Europa Press
El coche multienergía de Ford Almussafes está gripado. Está diseñado y preparado para empezar el largo proceso de casi dos años que requiere un lanzamiento del vehículo pero no empieza. El consenso de los proveedores consultados es que hasta febrero no se iniciarán las adjudicaciones de piezas y, con el calendario en la mano, esto significa que la producción de 2027 está en riesgo.
Tras los vaivenes de Ford sobre la producción en Almussafes, la entrada de su plantilla (y de parte de los proveedores) en el mecanismo RED el 1 de enero abrió un plazo de dos años de cobertura hasta que llegara el Bronco, que es el nuevo vehículo se espera en la planta valenciana. Se ha consumido ya uno de los dos años y Ford mantiene la misma incertidumbre sobre su futuro en España.
El nuevo plazo de febrero de 2026 para confirmar pedidos de piezas a los proveedores (que a su vez tienen que encargar maquinaria específica para suministrar los pedidos) supone que durante la primera mitad de 2027 no habrá ERTE Red en vigor y no habrá carga de trabajo con el nuevo vehículo. Tras la vuelta del verano, en el mejor de los casos, podría empezar la rampa de lanzamiento y que sí hubiera faena.
Entre los motivos del retraso está el posible cambio en la prohibición del vehículo de combustión en Europa, que haría a la marca americana replantear que sistema de propulsión ofrece y, sobre todo, la política arancelaria de Donald Trump, que impide el plan de fabricar en Almussafes para vender en Estados Unidos. De hecho, ese es el deseo concreto del presidente de Estados Unidos.
Mientras esta parálisis sigue en Ford Almussafes, que si fuera cierto que tiene varios cientos de millones autorizados para empezar los pedidos a los proveedores podría demostrar firmeza en su apuesta por Valencia, desde UGT se comunicó que la comisión observatorio por la electrificación continúa su hoja de ruta.
Se ha anunciado mejoras en «servicios y vestuarios de la planta de motores/body2», que según UGT se harán en breve, mientras la mejora en las cantinas llegará durante el año 2026. El volumen de estas inversiones es irrisoria frente a la primera confirmación al primer proveedor al que se le garantice un pedido del nuevo Bronco.
Preocupación global en toda España
La incertidumbre que tiene la fábrica de Almussafes es muy similar a la que se vive en el conjunto de factorías de la automoción de España. El secretario general de UGT FICA, Mariano Hoya y el secretario del sector Automovilístico, Jordi Carmona, se reunieron ayer con los secretarios generales de todas las plantas de fabricación de vehículos en España (Seat, Ford, Ebro, Renault Palencia y Valladolid, Volkswagen, Mercedes, Iveco Valladolid y Madrid, Stellantis Zaragoza, Madrid y Vigo) en las que UGT FICA es el sindicato mayoritario, en la que han trasladado la «creciente preocupación existente en el seno del sector por las políticas europeas sobre emisiones».
Los secretarios generales de UGT FICA de todas las plantas de España consideran que «la actual posición de no flexibilización en emisiones de CO2, pone en riesgo el futuro, tanto a corto como a largo plazo, de las plantas europeas y españolas, que podrían no disponer del tiempo suficiente para adaptarse y competir en igualdad de condiciones frente a los fabricantes asiáticos que están consolidando su presencia en el mercado europeo».
En el transcurso de la reunión, las Secciones Sindicales de UGT FICA han solicitado a Mariano Hoya que, desde la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT, se solicite una reunión urgente con el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, con el objetivo de trasladarle los puntos que el sindicato considera esenciales para garantizar el futuro industrial de las plantas españolas.
Entre las medidas que pide UGT está «flexibilizar las medidas regulatorias europeas sobre emisiones de CO2 para proteger el empleo» y «un compromiso firme del Gobierno de España con la industria de automoción en España, impulsando políticas que garanticen la transición ordenada hacia la movilidad eléctrica sin poner en riesgo el empleo ni la actividad productiva».
También se solicita la puesta en marcha de un plan específico de apoyo a las plantas con implantación en España, que contemple inversiones en innovación, formación y adaptación tecnológica que permitan competir con los fabricantes asiáticos, medidas de apoyo a la cadena de suministro y a las empresas auxiliares, esenciales para mantener la competitividad y el empleo de calidad en todo el sector y un marco de diálogo estable con las organizaciones sindicales, que permita abordar conjuntamente los retos del proceso de electrificación y garantizar una transición justa para las personas trabajadoras.