Renault desploma sus previsiones un 25% por la pérdida del Kadjar en Palencia
Renault Palencia ha pasado de tener una producción prevista de 204.000 unidades a 117.000

Foto: Economía Digital
El Grupo Renault ha reducido drásticamente las previsiones de producción del que era el modelo estrella de la fábrica de Palencia mientras las ayudas propuestas por el Gobierno de España para que el constructor francés apueste por la electrificación en España no han incluído las condiciones que reclamaba la compañía. El resultado es que pérdidas de modelos como la de Kadjar producido en Palencia han reducido hasta un 25% las previsiones de producción de Renault en España.
El interés de la compañía con fábricas en Valladolid y Palencia en la electrifciación se ha demostrado ya que Renault se ha presentado en las tres ediciones del Perte VEC aunque en dos ocasiones ha anunciado que renunciaba al cobro de las mismas. En la primera edición obtuvo la calificación más alta por parte del Ministerio de Industria, entonces dirigido por Reyes Maroto, que le asignó a Renault 40 millones de euros para una inversión de 74 millones de euros.
En la segunda edición, Renault avisó de que las condiciones que tenía el Perte eran demasiado restrictivas ya que no apoyaba proyectos relacionados con la tecnología híbrida. Aun así se presentó con dos proyectos: uno de 62 millones para la planta de Palencia y otro para la factoría de Valladolid, donde renunció a 31,4 millones de euros, de los que 20,2 millones eran de subvención y el resto en forma de préstamo.
En la tercera edición, también hubo polémica con la adjudicación de las ayudas del Perte a Renault. Jordi Hereu anunció 27,7 millones de euros de ayudas para la fábrica de Valladolid, meses después renunció a eta subvención y, finalmente, recibió 58,4 millones para su los modelos eléctricos en Palencia y Valladolid.
Este abrupto proceso de electrificación en Renault, que cabe recordar que es la marca que lanzó en 2011 el primer coche eléctrico en España (Twizy) con Miguel Sebastián como ministro de Industria, ha penalizado la proyección de producción de la compañia en sus fábricas en Valladolid y Palencia.
La previsión de producción de ambas fábricas al inicio del proceso, es decir, en julio de 2021 cuando se anunció la primera edición del Perte, era de 552.000 vehículos para 2025. Sin embargo, dos años después y con los desencuentros con el Gobierno de Pedro Sánchez, la estimación de producción se redujo a 409.000 unidades.
La última proyección de IHS prevé que las fábricas de Valladolid y Palencia limiten la producción este año a 362.000 unidades, es decir, 190.000 menos que las que estimó hace cuatro años. Esto supone un descenso del 34%.
Si analizamos las previsiones para 2026, se partía en 2021 de una estimación de 506.000 vehículos, en 2023 se hundió hasta las 363.000 unidades y en 2025 se corrige tibiamente hasta los 379.000 vehículos. Esto supone un descenso durante los cuatro años del Perte del 25% en la proyección de producción realizada por la consultora que es referente en el sector de la automoción.
La caída para 2027 se menos abrupta al partir en 2021 de 461.000 unidades y estimar en 2025 que la producción en dos años se quedará en 372.000 unidades.
Por fábricas, el recorte más sorprendente se da en las previsiones de producción de 2026 para Palencia. En 2021 se estimaba una producción en 2026 de 204.000 unidades mientras que en en 2025 ya sólo se espera que el año que viene se monten 117.000.
Bajando al detalle por modelos, en 2021 se estimaba una producción del Kadjar en 2026 de más de 150.000 unidades mientras que en la última proyección para el año que viene el modelo con mayor producción es el Austral, que no alcanza las 70.000 unidades previstas de producción. En el caso de Valladolid, el descenso es mucho más ténue, ya que pasa de 302.000 unidades a 262.000.
Esta evolución de Renault se produce en un contexto español en el que el conjunto de fabricantes prevén para 206 un 13% menos de coches fabricados que los que tenían en sus planes antes de que se anunciara el Perte del vehículo eléctrico y conectado por parte del gobierno de Pedro Sánchez.
Entre las fábricas que han ganado protagonismo está la zona franca de Barcelona, donde cerró Nissan y que ahora el grupo Chery está desarrollando vehículos con las marcas Omoda y Ebro con unas expectativas tan altas que casi llegan a alcanzar las previsiones de Ford Almussafes en 2027.
El otro fabricante que parecía ganador era Volkswagen, ya que su apuesta por levantar una gigafactoría en Sagunto se erigió como símbolo de la electrificación en España. Pese a ello, el balance del Perte en la producción del grupo alemán está en rojo, con un descenso del 20% frente a lo que se pronosticó antes de empezar los planes de electrificación por parte del gobierno de Pedro Sánchez.